La Fundación Francisco Franco ha empapelado un elevado número de calles de Madrid con unos carteles en los que pide ayuda para que el Gobierno de Manuela Carmena no cambie los nombres de las calles franquistas de la ciudad.
El cartel está encabezado por un “¡SOS!", y sin firma, invita a los ciudadanos a entrar en una página web, o un teléfono, que no es otro que el de la Fundación Francisco Franco. “Nos quieren cambiar el callejero, infórmate”, señala el cartel.
Una vez en esa página, se descubre que se trata de la Fundación Francisco Franco, una de las tres entidades o personas que recurrió, y logró, que un juez paralizara el acuerdo del Ayuntamiento de Madrid de cambiar los nombres a las calles madrileñas con nombre vinculado al régimen de Franco.
El juez exigió a la fundación que deposite una fianza de 60.000 euros para hacer efectiva la medida, lo que los gestores de la asociación consideran “totalmente desproporcionado”.
Han propuesto para llegar a esa cantidad mil donaciones de 60 euros y así “cubrir la cantidad necesaria para alcanzar el objetivo”.
La Fundación recurrió el acuerdo del Ayuntamiento que cambiaba los nombres de las calles por considerar que el mismo “era ilegal por no tener amparo en ley de Memoria Histórica"
La Fundación Nacional Francisco Franco recurrió el acuerdo del Ayuntamiento de 7 de julio de 2017 que cambiaba los nombres de las calles por considerar que el mismo “era ilegal por no tener amparo en ley de Memoria Histórica, y por ser claramente contrario al bien común al exigir un desembolso total a la ciudadanía madrileña de, al menos, 55 millones de euros”.
El juzgado, que recibió otros dos recursos más, acordó la suspensión temporal del acuerdo de la Corporación hasta que se produzca el fallo del recurso.
La campaña franquista se ha limitado al centro de la ciudad, especialmente en la llamada después de la muerte del dictador como “zona nacional” (Calles Serrano, Goya, Príncipe de Vergara, etc…).
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