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España

López Aguilar teme una orden judicial de alejamiento y sopesa abandonar el escaño europeo

El exministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar

Si el Tribunal Supremo sigue con el exministro Juan Fernando López Aguilar el procedimiento habitual que se utiliza en los casos de presunta violencia de género, requerirá a su mujer, Natalia de la Nuez, algún informe médico que precise los daños físicos sufridos a manos de su marido, para lo que es muy probable que se acuda a los servicios de un forense. Este informe será determinante a la hora de ver el procedimiento a seguir, pues el escándalo puede acabar, según su gravedad, en una sencilla orden de alejamiento o, dependiendo de la decisión judicial, en penas de prisión.

Para decidir qué procedimiento seguir, el juez pedirá un informe médico sobre posibles lesiones a la esposa del exministro

Ayer miércoles, Juan Fernando López Aguilar se pasó por el Congreso de los Diputados envuelto en un mar de lamentos. Se considera víctima de una operación urdida por su mujer para conseguir un acuerdo de divorcio que la compense a efectos económicos, una vez que él ha dado el paso de firmar la demanda de separación. El exministro teme una orden de alejamiento de su esposa, mayores dificultades de las que tenía hasta ahora para ver a sus dos hijos y condiciona el abandono del escaño que ocupa en el Parlamento de Estrasburgo desde 2009 a las medidas que adopte contra él la Justicia.

En esta última decisión también están influyendo las presiones procedentes del PSOE a favor de que deje de ser eurodiputado. Su secretario general, Pedro Sánchez, ha evitado hablar con él, pero la dirección del partido lo está haciendo a través de José Miguel Pérez, secretario general de esta formación en Canarias y responsable del área de Educación en la ejecutiva federal. Aunque ha sido suspendido de militancia de forma cautelar, en el PSOE se tiene claro que el escándalo salpica al partido en un ciclo electoral especialmente delicado en el que los socialistas están haciendo ímprobos esfuerzos por buscar el voto femenino enarbolando la bandera de los derechos de la mujer, área de la que el propio López Aguilar fue responsable federal cuando José Luis Rodríguez Zapatero le aupó a su equipo en el año 2000. Posteriormente, cuando fue nombrado titular de Justicia, se distinguió por la creación de los juzgados de violencia de género.

Dos denuncias sobre sus espaldas

López Aguilar asegura que está dispuesto a defenderse con uñas y dientes para demostrar su inocencia y dejar claro que ha sido “un marido y padre ejemplar”. Dice vivir una auténtica pesadilla y sentirse preocupado por el trámite procesal que le aguarda. Sobre sus espaldas carga con dos denuncias: la que presentó el hijo que su mujer tuvo con su primer marido cuando en una ocasión vio a su madre con el ojo morado –ésta fue retirada– y la que, más recientemente, tramitó la policía de oficio al escuchar de boca de Natalia de la Nuez, en estado de embriaguez, que había sido víctima de amenazas y malos tratos durante sus años de matrimonio. Este testimonio lo recogió la policía al acudir junto a los bomberos a sofocar un incendio en el domicilio de Las Palmas donde ese día dormía la mujer junto a sus dos hijos pequeños. Fue el pasado 28 de marzo, cuando López Aguilar asistía en Madrid al comité federal del PSOE. El exministro asegura que no fue informado de lo ocurrido por la policía, pues desvió todas las explicaciones al juzgado de violencia de género.

López Aguilar asegura que se defenderá con uñas y dientes para demostrar su inocencia

“Es indecente como están queriendo hundir mi carrera política por un asunto que yo quería preservar en la intimidad y que, de ser cierto, debería haber sido denunciado hace mucho tiempo, no justo ahora cuando he firmado la demanda de divorcio”, se duele. En su defensa, alega que todos los testimonios que ha elegido su mujer para acusarle de malos tratos, los de sus familiares más allegados y el de los propios vecinos de la casa donde habita, están contaminados por la influencia que ejerce sobre ellos su esposa.

Después de la suspensión temporal de militancia al exministro, desde el PSOE se ha impuesto sobre el caso un espeso silencio, confiando en que se levante el menor ruido posible y el caso se resuelva lo antes posible en el Supremo.

"Ha habido maltrato, por supuesto", aseguró ayer en declaraciones a Efe Natalia de la Nuez, sin querer entrar en detalles. "Probablemente, yo también le he tratado a él mal, pero no estoy hablando de violencia de género ni de nada. Llegamos a una relación en la que no tenía sentido seguir, ha habido faltas de respeto y de consideración".

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