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España

"España no pasaría un control de publicidad de bebidas alcohólicas"

La Ley general de Publicidad data de 1988, la audiovisual de 2007

Marc Márquez y Carlos Sainz Jr. publicitan a cualquier hora y parrillas televisivas una marca de cerveza... sin alcohol. El nombre, hábilmente, concuerda exactamente con la versión alcohólica de la bebida. Anuncios de empresas cerveceras inundan los partidos de fútbol después de las 20:30 -antes de esa hora la ley lo prohíbe- con la ingenua creencia de que los menores dejan de seguir a sus ídolos a esas horas. En España se anuncia alcohol, pero ¿existe hipocresía a la hora de promocionarlo? ¿Están las leyes publicitarias actualizadas? ¿Se protege realmente al menor o a las empresas anunciadoras y los eventos patrocinados?

La Ley General de Publicidad lo señala de forma clara: "Las bebidas alcohólicas son aquellas que contemplan más de un 1,2% de volumen de alcohol". Sin embargo, esta línea roja se diluye hasta desaparecer en contacto con la Ley Audiovisual. Esta permite los anuncios de toda bebida estimulante que contenga una graduación menor de 20 grados, las de mayor son las denominadas bebidas espirituosas -aquellas de contenido alcohólico procedente de la destilación de materias primas agrícolas-. A esta disparidad de criterios entre qué se considera alcohólica y qué permite publicitar la legislación hay que sumarle la antigüedad de ambas leyes, de 1988 la general y de 2007 la audiovisual.

Debido a la antigüedad de la legislación, Bosco Rorremocha, director de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), señala que España "no pasaría" un control de leyes. "La ley actual está obsoleta y da igual desde la óptica desde la que se mire, no ha servido para nada", añade.

Desde la agencia de comunicación Parnaso, autores de importantes campañas publicitarias para firmas de bebidas alcohólicas, afirman que, aunque se cumplan estrictamente las leyes, no las comparten. Su director, José Arribas, no deja lugar a dudas: "La legislación es blanda y no se cumple íntegramente la misión de proteger a los menores en su totalidad". Arribas, que ha trabajado tanto con bebidas espirituosas como con bodegas de vino, añade que en la actualidad este control es "insuficiente", apuntando a los nuevos canales de comunicación como motor de un continuo cambio. "Diariamente la sociedad recibe impactos de marcas de bebidas alcohólicas a través de Internet, publicidad exterior, eventos deportivos, musicales…", señala. Una idea que coincide con la de FEBE, que defiende una "revisión en la legislación y la normativa, un cambio", ya que "es evidente que se necesita una actualización".

Han encontrado otro camino para publicitarse: crear "submarcas con una graduación inferior a los 20 grados"

En la actualidad existe una laguna en la legislación que permite que marcas de bebidas con alcohol, como las cervezas, puedan ser anunciadas a partir de las ocho de la tarde o en otros lugares completamente accesibles por menores. No solo eso, hay algunas, como indica Nines Alcalde, directora de la agencia VCCP que han encontrado otro camino para publicitarse: crear "submarcas con una graduación inferior a los 20 grados", pero donde el nombre sigue estando. Un ejemplo de este último puede ser el de la ginebra Gordon's, que con un 37'5% de alcohol, creó Gordon's Gin & Tonic, una submarca junto con Schweppes en la que la graduación se rebaja a los 5 grados pero en la que la nomenclatura sigue presente.

"Esta sociedad se debería avergonzar"

Esta preocupación por los menores la evidencian todos los sectores. El último estudio elaborado por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) comparte los preocupantes datos de la población menor de 18 años (entre 2014 y 2015). Siete de cada diez adolescentes de entre 14 y 18 años bebió en el último mes; el 30% hasta emborracharse, y el consumo compulsivo hasta los 16 años se disparó del 14% al 37%. 

Desde FAD afirman que hay más de 400.000 borracheras de menores al mes

Estas cifras provocan la preocupación de Ignacio Calderón, vicepresidente de la FAD: "Los datos no solo son preocupantes, sino absolutamente alarmantes". "Indudablemente la publicidad está para estimular el consumo de algo y es eficaz y es algo que debemos evitar en menores", añade. 

En este punto, el vicepresidente de FAD da su visión acerca de que haya deportistas o artistas que publiciten estos productos. Calderón señala que cualquier anuncio que vean los menores "les afectará" y "si salen sus ídolos diciendo 'tómate unas copas, que serás un campeón', les influirá sin duda". La directora de VCCP, por su parte, señala que la cuestión va más allá de la publicidad. "Respecto a que el protagonismo lo tengan ídolos, respetando la protección de los mismos, sinceramente creo que no es un problema de la publicidad solamente, es claramente social", dice. "Hay que educar desde la base para una mayor concienciación", añade.

La legislación es clara y los sistemas de control funcionan, pero la comunicación y las nuevas tecnologías van por delante de los políticos y las leyes"

Calderón apoya la labor de la educación en esta materia y el traslado de cierta responsabilidad a la sociedad: "El día que lleguemos a que los menores no tomen alcohol porque lo tengan integrado en su formación, no tendremos ningún problema". "Esta sociedad se debería avergonzar de tener más de 6.500 comas etílicos al año y de que en 2016 muriese una niña de 12 años por consumo de alcohol. Que las medidas son necesarias no es discutible", añade.

"Las nuevas tecnologías van por delante de los políticos"

Alcalde señala que no se trata de que se esté siendo "hipócrita" en España: "No es una ley hipócrita, sino que la evolución de los medios y cómo se consumen va mucho más rápido que las leyes". Y con esta idea coincide el director de Parnaso: "La legislación es clara y los sistemas de control funcionan de forma contundente emitiendo sanciones, pero la comunicación y las nuevas tecnologías van por delante de los políticos y las leyes". "Esto genera espacios temporales vacíos de reglamentación legislativa que por desgracia tardan en cubrirse", afirma.

En opinión de Calderón, la tecnología y las redes hacen "complicado" que se pueda "controlar todo", pero "esto no quiere decir que no se puedan controlar otros aspectos claros como la publicidad en los espacios de tiempo dedicados a los menores". 

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