España

La carrera milmillonaria del Gobierno e Indra para lograr la autonomía de EEUU en Defensa

El Ejecutivo se lanza sobre firmas militares en la órbita americana desde su participada en el Ibex para conformar un campeón nacional en tierra, mar y aire

  • Imagen de Ángel Escribano y la sede de Indra

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto el pie en el acelerador con vistas a la creación de un gran campeón nacional de Defensa. Los tiempos podrán variar, pero el objetivo de Moncloa empieza a estar más que claro a ojos de la industria armamentística: alcanzar la autonomía definitiva en seguridad respecto de Estados Unidos dentro de la anunciada meta de la "autonomía estratégica y la soberanía tecnológica", coinciden en trasladar diferentes fuentes del sector.

Esa línea maestra es la que marca el paso de varios de los movimientos que ha llevado a cabo el Ejecutivo en los últimos tiempos a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) vía, entre otras participadas, la misma Indra, la compañía donde el Gobierno ha encontrado el mayor margen de maniobra.

Más aún tras la sucesiva entrada en el accionariado de Indra de grupos armamentísticos nacionales y con interlocución con el Ejecutivo, como Escribano y Sapa.

Los tiempos de la cotizada en el Ibex35 como mayoritariamente tecnológica han entrado en una cuenta regresiva marcada por el interés del mercado en su división Minsait

Los tiempos de la cotizada en el Ibex35 como mayoritariamente tecnológica han entrado en una cuenta regresiva marcada por el interés del mercado en su división Minsait, cuya eventual enajenación tiene que ser capaz de alcanzar un montante suficiente para allanar la expansión militar de la propia Indra.

Es el designio del Gobierno más allá de los procesos de venta que puedan tener lugar, aunque el mercado dirá si hace falta que otra participada por la SEPI como Telefónica tenga que acabar asumiendo finalmente el esfuerzo o se consigue la confianza de algún fondo, como el caso del británico Apax Partners.

El objetivo pasa por conseguir antes o después más de 1.500 millones de euros que bien podrían terminar de desatascar los planes de expansión de Indra como gigante armamentístico. La compañía que dirige ahora Ángel Escribano, ya desde la presidencia del ahora titular de Telefónica Marc Murtra, ha comenzado a preparar el camino para nuevas transacciones para potenciar un grupo industrial español en Defensa en el que ya cabe incluir a la empresa de satélites Hispasat -adquirida recientemente a Redeia por la propia Indra- y la pública especializada en la construcción naval Navantia.

Más de 1.500 millones

Una de estas operaciones pasa por la consecución de la principal fabricante en España de blindados terrestres, Santa Bárbara Sistemas, en manos estadounidenses desde que el Gobierno de José María Aznar la vendiera en 2001 a la gigante estadounidense General Dynamics por unos 5 millones y un plan de inversiones de alrededor de 100 millones al valor actual. Una privatización en la que Aznar optó por la vía americana frente a la oferta de un consorcio alemán liderado por Krauss-Maffei.

La presidencia del líder popular siguió una línea de actuación en clave geoestratégica que el Ejecutivo socialista pretende ahora enmendar inclinando la balanza de alianzas hacia empresas europeas, como Rheinmetall, en desmedro de General Dynamics, la gran armamentística americana con fuerte presencia en España.

Es en ese contexto en el que se ha iniciado desde Indra y el Gobierno una operación compleja para la toma de Santa Bárbara, que ya ha entrado en un tire y afloje a todos los niveles, incluido el trasvase de altos cargos, y no se consumaría sin entre 500 y 1.000 millones de euros de por medio, según fuentes financieras que siguen el sector. Unas cantidades que, a tenor de las capitalizaciones bursátiles de las empresas armamentísticas actualmente, podrían incluso ser más altas. 

La resistencia de General Dynamics no pasa solo por la cuestión económica sino también por la importancia estratégica de las patentes y tecnología de su filial española: Santa Bárbara es quizá la que tiene más potencial dentro de Tess Defense, el consorcio integrado también por las españolas Indra, Escribano y Sapa para la fabricación de los nuevos 8x8 Dragón que vertebrarán el Ejército de Tierra por más de 2.500 millones de euros que habrían de salir de las arcas públicas.

Todo lo anterior podría en cualquier caso precipitarse en función de la artillería de la que pueda disponer la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales a partir del próximo mes de abril

En un horizonte a medio plazo también se vislumbra una eventual irrupción mayoritaria de Indra en el capital del grupo de origen vasco ITP Aero, una referente mundial de motores aeronáuticos y, en particular, para vehículos en el segmento armamentístico. ITP Aero dispone de tecnología más que relevante para Indra en el marco de su participación en el FCAS, el programa del futuro sistema de combate aéreo europeo, el mayor proyecto de Defensa del continente.

Desde el fondo propietario de ITP, el estadounidense Bain, se ha dejado claro que no se pondrán las cosas fáciles para una operación de cambio de control que no bajaría de los 800 millones. La propia Indra, al hacerse con un 9,5% por 175 millones en 2023, ha valorado el 100% en más de 1.800 millones, por los 1.700 millones en que la había tasado el propio Bain al acometer la compra a Rolls Royce en 2021. Fuentes del mercado apuntan que, a tenor de los múltiplos con los que están cotizando las compañías del sector en estos momentos, la valoración de ITP Aero podría llegar incluso a los 6.000 millones.   

Todo lo anterior podría en cualquier caso precipitarse en función de la artillería financiera de la que pueda disponer la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales a partir del próximo mes de abril, cuando el Gobierno podrá articular partidas presupuestarias en materia militar con mayor facilidad. En suma, están los préstamos de la Comisión Europea para el Rearme, pendientes de desarrollo

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli