Desde este lunes, la Audiencia Nacional está juzgando a un individuo de nacionalidad marroquí, identificado como R. Belaroui, acusado de realizar varias pintadas con la bandera del Estado Islámico (DAESH) en distintas cárceles en las que cumplía condena.
El fiscal, según apunta Europa Press, solicita para el acusado una condena de seis años de prisión por los delitos de enaltecimiento terrorista y amenazas no condicionales, además de una inhabilitación absoluta durante diez años, superior al tiempo de su pena de prisión. A pesar de haber sido diagnosticado con trastorno disocial de la personalidad, se considera que este diagnóstico no afecta sus capacidades cognitivas ni volitivas.
El Ministerio Público detalla en su acusación, que fue recogida por Europa Press, que el acusado realizó pintadas de la bandera de Estado Islámico en varios lugares, incluyendo un mural de dos metros de largo en el patio de la cárcel de Palencia. Además, utilizó las paredes de su celda para escribir frases como "Sonríe siempre soldado", "Resistir hasta no existir" o "Allahu akbar".
Según el fiscal, las pintadas fueron hechas "con la intención de que fueran vistas por otros reclusos", y señala que en esos módulos se encuentran internos que son considerados vulnerables a ideologías radicales.
El fiscal, según apunta Europa Press, solicita para el acusado una condena de seis años de prisión por los delitos de enaltecimiento terrorista y amenazas no condicionales
En cuanto a amenazas a los funcionarios, el acusado llegó a declarar, durante un registro en su celda, que la bandera del Estado Islámico pronto se extendería por todo el mundo, añadiendo que los funcionarios morirían como "infieles". Posteriormente, propinó un puñetazo en el cristal de la puerta del patio, cerca del rostro de uno de los trabajadores penitenciarios.
En otras ocasiones, escribió en las paredes de su celda "muerte al director" y amenazó a varios funcionarios, profiriendo gritos que mencionaban su intención de matarlos y les instaba a abrazar el Islam o morir. También se le intervino una carta dirigida a un líder yihadista, con quien había coincidido en la prisión de Mallorca, prometiéndole lealtad y enviándole un fragmento de un cántico yihadista.