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Koldo García, el guardián de los secretos del exministro Ábalos

El asesor del titular de Transportes estuvo en las principales polémicas. Consejero de Renfe sin formación ferroviaria, tuvo un destacado papel en el 'Delcygate' y en el pago con billetes de 500 euros en Canarias

José Luis Ábalos y detrás de él, su exasesor Koldo García.
José Luis Ábalos y detrás de él, su exasesor Koldo García.

Si hay alguien que conoce los secretos más inconfesables de José Luis Ábalos, ese es Koldo García Izaguirre, su asesor en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a la par que escolta, guardaespaldas y encargado de las tareas más turbias cuando alguien está cerca del poder.

El Confidencial desveló esta semana que la nueva ministra, Raquel Sánchez, había cesado al amigo personal de Ábalos como miembro del consejo de administración de Renfe Mercancías, un puesto con una remuneración adicional al de su trabajo como asesor en el Ministerio y al que llegó en noviembre de 2019.

Un nombramiento para el que Koldo García no tenía experiencia previa ni formación en materia ferroviaria y que Transportes justificó a Vozpópuli por su papel como "puente de comunicación con el gabinete del ministro”. Su función era conocer "de primera mano los asuntos que van al consejo” de esta empresa de Renfe y "aportar la visión del Ministerio en el consejo si se considera oportuno”, explicó de forma alambicada el departamento de prensa de Ábalos.

De lo que sí que contaba este exedil socialista de Huarte (Navarra) antes de convertirse en confidente y protector de Ábalos era de un expediente salpicado de incidentes con varias condenas por agresiones y lesiones, una de ellas a un menor de edad por la que posteriormente fue indultado.

El primer padrino que tuvo Koldo dentro del PSOE fue el también navarro Santos Cerdán, quien curiosamente ha tomado ahora el relevo de Ábalos como secretario de Organización. El dirigente del PSN fue el que les presentó y cuando Ábalos entró en la sala de maquinas de Ferraz ya apareció junto a él este fornido militante socialista. Y juntos entraron en el Ministerio de Fomento tras la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez al poder.

José Luis Ábalos llega al Congreso en compañía de su asesor Koldo García.

Si ya resultó extraño que un vigilante de seguridad con tan escaso currículum llegase tan alto en un departamento como ese, luego hubo otro 'dedazo' clamoroso cuando Ábalos fichó a la mujer de Koldo, Patricia Úriz, como ayudante de secretaria en el transformado Ministerio de Transportes. El empleo tenía un nivel por encima de la formación académica que atesoraba la beneficiada. De hecho, estos puestos suelen ser ocupados por funcionarios que obtienen la plaza por oposición.

El currículo de Úriz indicaba que era técnica en Actividades Turísticas y Riesgos Laborales, pero no había no había rastro de experiencia o formación en el campo de las infraestructuras o el transporte. De hecho, su trayectoria laboral se resumía en un trabajo en el "sector de las grandes superficies". Ahora, la nueva ministra también le ha enseñado la puerta de salida.

Testigo privilegiado del 'Delcygate'

El nombre de Koldo García salió a la luz por primera vez por su relevante papel en el 'Delcygate' acaecido en enero de 2020. Ábalos prescindió aquel domingo por la noche de sus escoltas y del vehículo oficial para subirse en el vehículo particular de su asesor y poner rumbo al aeropuerto de Barajas, donde se produjo el encuentro de más de una hora con la todopoderosa vicepresidenta venezolana, quien tenía prohibida su entrada en España por las sanciones de la UE.

El 'guardaespaldas' de Ábalos no accedió al interior del aparato pero sí que vio cómo se sacaban decenas de maletas de la bodega y pasó esa madrugada en la sala VIP de la terminal ejecutiva junto a Delcy Rodríguez y su séquito hasta que la comitiva venezolana puso rumbo a Doha, en un vuelo comercial desde la T-4. Por lo tanto, fue un testigo privilegiado de todo lo ocurrió aquella fría noche cuyos detalles se conocieron gracias a una exclusiva de Vozpópuli.

El exministro de Transportes en un desayuno informativo.

Otro episodio que salpicó a Koldo García fue el viaje de Ábalos en noviembre a las Islas Canarias. Tras una serie de actos oficiales en Las Palmas y Tenerife en medio de una crisis migratoria, el ministro pasó un fin de semana de carácter privado en el hotel Palacio de Isora junto a su familia y comitiva. El PP apuntó en sucesivas baterías de preguntas al pago de botellas de champán y un masaje para el propio ministro con una importante suma de dinero en efectivo.

La formación de Pablo Casado recibió del Gobierno, a principios de febrero de este año, información sobre el coste oficial de este viaje, cifrado en 7.150 euros, tal y como publicó Vozpópuli. El Ejecutivo negó que se abonase ninguna partida al margen de la agenda oficial y detalló que el traslado, alojamiento y manutención de Ábalos y su equipo más cercano supuso el citado desembolso.

El PP no se quedó contento con las respuestas obtenidas y planteó nuevas preguntas al Gobierno sobre la prolongación de la estancia del ministro de Transportes en ese hotel de lujo en Canarias. En concreto, si se habían utilizado fondos reservados por parte del Ministerio de Transportes, al tiempo que se pidieron una serie de aclaraciones al Ejecutivo por la utilización de dinero en efectivo en este tipo de desplazamientos.

Champán y masaje para Ábalos

Vozpópuli ya adelantó a mediados de febrero que el PP había preguntado a Ábalos cómo pagó los gastos de champán y masaje con una importante suma de dinero en efectivo, que fuentes consultadas por este diario elevaron a 1.800 euros. Con ese montante se pagaron botellas de champagne de la marca 'Moët Chandon' con billetes "grandes" pues se utilizaron algunos de 500 euros.

El asesor de Ábalos llevó consigo tres sobres diferentes para las facturas de los gastos extras que tuvo el ministro en aquel fin de semana de noviembre. Estos tres sobres, según desveló ABC, corresponderían al Ministerio de Transportes -los 500 euros desvelados por Vozpópuli-; al PSOE -ya que el entonces ministro era secretario de Organización- y al propio Ábalos.

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