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Ternera vuelve a San Sebastián, donde ETA se hizo fuerte: "Hay una campaña de blanqueamiento a sus herederos"

La ciudad fue el lugar donde se instaló el bloque duro de la formación y donde se produjeron más asesinatos después de Madrid. Pese a ello, el Festival de San Sebastián mantiene su neutralidad respecto a la banda: ni homenajes a las víctimas, ni condena a los asesinos

Jordi Évole entrevista a 'Josu Ternera'
Jordi Évole entrevista a 'Josu Ternera'. Festival de San Sebastián.

Imagine vivir en la ciudad donde más asesinatos por 100.000 habitantes llevó a cabo ETA. Imagine ahora pasear por sus calles y ver que anuncian la reproducción de una entrevista a Josu Ternera, la persona que más años estuvo al frente de la banda terrorista. Imagine, además, que fuese el autor del asesinato de un primo, un hermano, un abuelo o un conocido. Pues todo esto es lo que están viviendo los habitantes de San Sebastián con su festival internacional de cine y la entrevista de Jordi Évole llamada 'No me llame Ternera'.

El documental se emitirá pese a que las víctimas han mostrado su repulsa y más de 500 personalidades de la cultura o la política han firmado un manifiesto que pide su cancelación. Una situación que se relaciona con la inevitable relación de ETA con la ciudad de San Sebastián y por ende, con el propio festival: en la ciudad donde estaba asentado el bloque duro de la banda jamás hubo una edición en el que se homenajease a las víctimas de ETA o donde se condenase los atentados de la banda. Doce años después de su disolución, la equidistancia sigue tan vigente como el primer día.

"Hay una campaña de blanqueamiento a los herederos de ETA y a su historia, incluso por parte del Gobierno", cuenta Iñaki Arteta a Vozpópuli al ser preguntado por la reproducción del documental. Su voz no es la única que apunta en esta dirección. "En setenta años no ha habido un atentado y no hay conocimiento de amenazas, lo que hace plantearse la duda de si el Festival de San Sebastián pagaba o no el impuesto revolucionario", plantea Daniel Portero a este diario, hijo de Luis Portero García, el fiscal jefe en Andalucía que fue asesinado por ETA en el año 2000. Cree que si "el sumario que investigó Garzón hubiese sacado a la luz los nombres de los que pagaban recurrentemente" y no denunciaron la extorsión, quizá habría más información sobre quien financió la banda.

El motivo por el que el Festival de San Sebastián ha mantenido una posición equidistante es, según explica el profesor Carlos Martínez Gorriarán a este diario, que "el festival no era un lugar al que atacar, sino el que explotar políticamente" desde una perspectiva de relaciones públicas. Al fin y al cabo, se trata de un evento público con una amplia representación de la política nacional y vasca, de modo que los simpatizantes del nacionalismo no dejaron de tener influencia en su celebración. Por esta razón, el evento más internacional de San Sebastián, la ciudad vasca más castigada por ETA, jamás señaló con contundencia las acciones de la banda.

En el festival "siempre ha habido representantes de ETA", señala Gorriarán, ya que el festival era un "escaparate político internacional". De ahí que nunca lo atacasen: "No les interesaba que se acabase"

En el festival "siempre ha habido representantes de ETA", señala Gorriarán, ya que el festival era un "escaparate político internacional". De ahí que nunca lo atacasen: "No les interesaba que se acabase". Una influencia todavía mayor desde la fundación de partidos políticos por parte de miembros de la banda: primero fue Euskal Herritarrok (EH) a partir de 1998, después Batasuna hasta su ilegalización y desde entonces hasta nuestros días, EH Bildu. Por ello, jamás amenazaron con atacar durante el evento, ya que lo usaban como plataforma para impulsar su relato. "Así es como consiguieron que algunos medios internacionales hablasen de ETA como 'freedom fighters' (luchadores por la libertad)", señala Gorriarán a Vozpópuli.

En definitiva, las fuentes consultadas coinciden en que el Festival de San Sebastián siempre ha sido -y ahora más, desde que los nacionalistas y el PSOE van de la mano en el Congreso- una herramienta que sirva para introducir y potenciar el relato del independentismo vasco. Sobre ello habla Iñaki Arteta, director de cine cuya película sobre ETA no fue escogida en San Sebastián, en conversación telefónica con este diario.

"Hasta ahora, el trato había sido fluido, pero con 'Bajo el silencio' no me dijeron por qué era rechazada", cuenta Arteta. El director también entrevistó etarras, aunque desde una perspectiva crítica. Fue una de las cuatro mejores películas según la crítica por parte del festival de Valladolid, de modo que le resulta difícil de creer que fuese descartada por tener una baja calidad.

Hasta ahora, el trato había sido fluido, pero con 'Bajo el silencio' no me dijeron por qué era rechazada", cuenta Arteta. El director también entrevistó etarras, aunque desde una perspectiva crítica

Según Arteta, el problema no es entrevistar a un etarra, sino "el enfoque". Afirma tener dudas sobre "si es cinematográfico", al tratarse de una entrevista de formato televisivo y afirma que jamás un director del festival, como en este caso es José Luis Rebordinos, había participado "en un vídeo-entrevista sobre una película fuera de sección".

El título de la entrevista no gusta. Daniel Portero compara el caso de Josu Ternera con el de Antonio Anglés, el asesino de las niñas de Alcasser. "Imagina que al asesino le entrevistan y pide que 'no le llamen Anglés', ¿lo proyectarían?", señala. Cree que no porque sirve "para victimizar" en una ciudad donde se sufrió de forma especial el terrorismo de ETA. "En Guipúzcoa siempre hubo el doble de comandos que en Vizcaya y Vitoria", relata a este diario.

Blanqueamiento de los socios de Sánchez

Los tres entrevistados para la realización de este artículo sostienen que la reproducción de una entrevista a Josu Ternera solo sirve para blanquear sus acciones y las de ETA. "Triunfan los titiriteros" como Évole, en palabras de Daniel Portero, en su búsqueda de lavar la imagen "de los socios de Sánchez", como es el caso de Otegi, "amigo íntimo de Josu Ternera".

Martínez Gorriarán sostiene que se ha potenciado "un blanqueamiento institucional" que existe desde que la banda estaba activa, ya que antes, reproducir entrevistas como estas "no se hacía por pudor, por no despreciar a las víctimas". Cree que Redondinos tiene "una sensación de impunidad en su política de lavado del terrorismo", también aprovechando que en España cada vez hay menos conocimientos sobre historia reciente, una política cultural "impulsada por el Gobierno central", que se ha "sumado con entusiasmo" a la "arbitrariedad sesgada" que exhiben desde la dirección del Festival de San Sebastián.

"Triunfan los titiriteros" como Évole, en palabras de Daniel Portero, en su búsqueda de lavar la imagen "de los socios de Sánchez", como es el caso de Otegi, "amigo íntimo de Josu Ternera".

Señala que "el Festival no es San Sebastián", ya que no representa a la ciudad donde se produjeron "las manifestaciones más grandes y donde hubo más resistencia a ETA". Un ejemplo de ello fue la iniciativa ciudadana '¡Basta ya!', en la que el profesor formó parte activa "para disputar la calle" al terrorismo. En aquella época "mucha gente se la jugó", ya que no solo hubo asesinados, sino "muertos civiles, puesto que tuvieron que cerrar sus negocios, perdieron sus amigos e incluso su familia por la complicidad pasiva y cobarde de muchos ciudadanos".