España

Bonet minimiza las aspiraciones soberanistas en Cataluña

El presidente de Freixenet y nuevo presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet, ha minimizado las aspiraciones soberanistas en Cataluña y afirma que no contempla una independencia, al mismo tiempo que apuesta por la colaboración de todos para ayudar a las pymes a globalizarse de la mano de las grandes empresas españolas.

Bonet aboga por la unidad "como primer principio" para defender a las pymes en el exterior

En una entrevista con la Agencia EFE, Bonet aboga por la unidad "como primer principio" para defender a las pymes en el exterior, y cree que el pueblo español no puede romper con el proceso virtuoso de la recuperación ante el debate catalán.

En su nuevo cometido Bonet defenderá los problemas y necesidades de las pymes ante el reto de salir al exterior para internacionalizarse y ganar en competitividad. En este sentido, ha dicho que la recuperación económica supone un momento muy oportuno para que las medianas y pequeñas empresas se apoyen en las cámaras de comercio y en la colaboración público privada con el fin de "ir juntos" en la salida al exterior.

Ha abogado por la colaboración de todas las administraciones, de la CEOE y de las embajadas y ve una "actitud generosa" de las grandes empresas para tirar del tejido productivo.

"Si vamos todos a una iremos deprisa y bien. España ha llegado tarde a la globalización y tiene que ir lo más deprisa posible. Esto se consigue con la unidad de acción y no con falta de coordinación o cuando cada uno campa por sus respetos y no se entiende", ha aseverado.

El presidente de Freixenet tiene claro que hay que defender la unidad de mercado y el entorno institucional español, "lo que está consagrado en la Constitución", así como lo que "nos une a Europa", porque ha sido la base del progreso y afecta a todo el tejido productivo de España.

"El pueblo español es sabio y ve que si entramos en un círculo virtuoso, que empieza por las empresas luego llegará a los trabajadores"

Sobre el debate soberanista en Cataluña ha afirmado que no ve posibilidades de que la situación cambie totalmente el marco, y añade que el pueblo español "es sabio y ve que si entramos en un círculo virtuoso, que empieza por las empresas luego llegará a los trabajadores".

"Ni Cataluña ni España han estado como ahora. Con problemas, sí; que hay que resolverlos, también, que hay que hablar y ponerse de acuerdo, sí; pero el país está en buena posición", ha atajado.

Bonet ha recordado que la nueva Cámara de Comercio de España tendrá dos planes bicamerales, uno sobre la competitividad y dirigido a fomentar la formación dual entre empresas y universidad, y otro de internacionalización.

Ha señalado que la nueva estructura de este organismo supondrá revisar el entramado cameral que existe en las CCAA ya que -en su opinión- "la unidad pasa por mancomunar intereses y ver las necesidades concretas para ser más eficaces". No obstante, incide en que las cámaras tienen por delante gran "potencialidad" y un papel relevante con "más posibilidades de crecimiento interno".

"Ni Cataluña ni España han estado como ahora"

La Cámara de Comercio de España estará financiada a través de los ingresos que generen sus propios servicios y con las aportaciones voluntarias de grandes empresas. Bonet percibe una "actitud generosa" de grandes empresarios en favor del país y del interés público, y cree que los bancos españoles implantados en el exterior también pueden acompañar a las pymes en la financiación de sus proyectos en el extranjero.

Por otra parte, ha reconocido los sacrificios que han hecho los ciudadanos ante la crisis y ha dicho que "muchos los han entendido y aceptado". Ha señalado además que vendrán "tiempos mejores", aunque la salida de la crisis no es simétrica y primero empiezan a "respirar" las empresas para luego invertir y poder contratar.

Bonet apunta a la mejor preparación de los jóvenes en el extranjero como un seguro de trabajo futuro y asevera que España tiene una juventud preparada, pero "muchos viven endogámicamente" y se pregunta si la llamada fuga de cerebros no supone en realidad "acabar con una formación para tener trabajo de calidad".