Una entrevista en TikTok ha puesto en el foco a Diana Carpio, empleada con un alto cargo en Orange España. ¿El motivo? Ser abordada por un entrevistador en la calle durante su tiempo libre y manifestar como persona anónima que votará a Vox el próximo 23-J. El revuelo se ha creado tras haberse hecho pública su identidad y su puesto de trabajo, tras lo cual, cientos de tuiteros han comenzado a pedir su despido inmediato, bajo la amenaza de iniciar un boicot contra la compañía de telefonía.
A la pregunta "¿A quién vas a votar el próximo domingo 23 de julio?" la directiva aportó una contundente respuesta: "a Vox, sin lugar a duda". El 'tiktoker' siguió indagando y le preguntó por los motivos, a lo que Carpio respondió que les votaría por "absolutamente todo". En sus motivos añadió cuestiones como la inmigración, el aborto o el cambio de sexo. Apoyando así algunas de las propuestas realizadas por el partido de extrema derecha durante la precampaña.
Sectores de la izquierda utilizaron sus cuentas de Twitter para exponer su nombre o sus redes sociales, además de reflejar el descontento con las declaraciones y asegurar su baja de Orange por "acoger a fascistas" en su equipo. Algunos incluso ya han publicado imágenes en las que se ve que, efectivamente, han realizado una portabilidad a otra compañía de telefonía. Todas estas quejas se han recogido bajo el hashtag "BoicotOrange".
Muchos simplemente amenazan con el hecho de poder llegar a cambiarse de compañía y les bastaría con que Diana "se retracte de sus palabras" para continuar su contrato con Orange. Aun así, toda la "izquierda twittera" está de acuerdo en su rechazo a las palabras de la responsable de marketing de la empresa de telefonía.
Por su parte, Orange ha lanzado un comunicado en su cuenta de Twitter en la que se desmarca de las declaraciones de su trabajadora, asegurando que "la opinión de un empleado, expresada en el ámbito personal, no representa en absoluto a la empresa". Además, ha reafirmado su compromiso con la "diversidad e inclusión".
Otros usuarios han salido en defensa de Carpio alegando que la opinión de la directiva es tan válida como cualquier otra y que esta se ha realizado como persona anónima, no como miembro de una empresa. Además, sentencian que la compañía no debería cargar con la responsabilidad de las palabras vertidas por una de sus trabajadoras, por lo que el intento de boicot no estaría justificado.
La trabajadora no ha hecho declaraciones al respecto. Al fin y al cabo, las declaraciones se realizaron a título personal y no a través de ningún medio de difusión de la propia empresa. Este tipo de entrevistas cada vez son más virales en esta red social. Diversos "tiktokers" salen a la calle para preguntar a la población cuestiones sobre diversos temas. Ahora, con las elecciones a la vuelta de la esquina, muchos se dedican a tratar de conocer la intención de voto de la población española.
Estos vídeos tienden a la viralidad con facilidad por lo que llegan a millones de personas en cuestión de horas. El desconocimiento de la magnitud del alcance de estos contenidos hace que las personas compartan su opinión sin filtro pensando que nadie lo verá.