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España

Cuenta atrás para la investidura de Rajoy: guía para conducirse por las cañerías de cada partido

Mariano Rajoy este martes en el Congreso.
  • PP: Rajoy en La Moncloa o terceras elecciones

    El presidente en funciones es optimista y confía en ser investido el 5 de agosto en segunda votación. Así se lo ha transmitido Rajoy a los suyos y su estrategia va a consistir en meter prisa al PSOE, partido que sigue teniendo la llave de su continuidad en La Moncloa. Desde ayer, el PP dispone de la presidencia del Congreso, una palanca potente para modular el calendario a conveniencia una vez que Felipe VI inicie en breve la ronda de consultas para encargar la formación de Gobierno. La exministra Ana Pastor, con la ayuda de Ciudadanos, frenará también las maniobras que se orquesten desde la izquierda para desestabilizar a Rajoy. El PP y la formación naranja controlan ahora la Mesa de la Cámara Baja gracias a un pacto que ha implicado también a Convergencia y el PNV, junto a Coalición Canaria. Parte de sus diputados votaron en blanco cuando se decidía el futuro de la exministra de Fomento y a favor en la elección de las vicepresidencias de la Cámara. Debido a este enjuague, se ha impedido la continuidad de Patxi López como presidente del Congreso y, como consecuencia de ello, el PP facilitará a los nacionalistas catalanes grupo parlamentario propio y a los vascos una presencia cualificada en la Mesa del Senado. Tras estos pactos, Rajoy traslada toda la presión sobre el PSOE, con la esperanza de que también se vea alimentada por el Rey y éste favorezca la gobernabilidad. Pedro Sánchez, se asegura en el PP, tendrá que elegir en dos semanas entre la abstención o llevar a su partido a unas terceras elecciones. “Quiero gobernar y pido que se me deje gobernar”, clamó este martes Rajoy desde el viejo palacio de la Carrera de San Jerónimo.

  • PSOE: mal con Rivera, peor con Iglesias y sin rumbo

    Pedro Sánchez ha decidido mantener un perfil bajo, dejando a su equipo que acentúe la entrada en juego de los nacionalistas en el arranque de la legislatura. Convergencia y el PNV, aunque no lo admitan, han sido los que han ayudado a que el PP y Ciudadanos tengan mayoría en la Mesa del Congreso y ahora los socialistas se preguntan por qué ellos tuvieron que renunciar a contar con su voto para formar Gobierno después del 20D y ahora el PP lo acepta para asegurarse el control de la Mesa de la Cámara baja. Pero más allá de subrayar las incoherencias de Rajoy, el PSOE sigue dividido sobre su actitud ante la investidura. Sánchez se mantiene a piñón fijo en el ‘no’ rotundo, pero los barones regionales más influyentes apuestan porque se baje los pantalones cuanto antes y permita la gobernabilidad. El presidente asturiano, Javier Fernández dijo ayer que sería una “insensatez” bloquear un Gobierno de Rajoy. En breve habrá más sentencias parecidas. La relación de los socialistas con Podemos está prácticamente rota, para tranquilidad de la mayoría de sus seis presidentes autonómicos. Con Ciudadanos se ha vuelto tensa. Sánchez no acepta que Albert Rivera, su antiguo socio en el acuerdo de las “200 medidas”, haga migas ahora con el PP y le traslade toda la presión para que se abstenga y permita la continuidad de Rajoy en La Moncloa.

  • Podemos: Errejón no pudo respetar el pacto con PSOE

    En el PSOE se acusa a Pablo Iglesias de ser un “traidor” y un “trilero”, al impedir la continuidad de Patxi López al frente del Congreso. Con esta trifulca en la izquierda, arranca el pulso por el liderazgo de la oposición en la XII legislatura. Iglesias ya ve a Rajoy con altas posibilidades de convertirse en presidente del Gobierno y considera que han disminuido de manera exponencial las posibilidades de formar un Gobierno alternativo como el que Sánchez ensayó con él y con Ciudadanos después del 20D. Para no introducirse en el mismo saco que Iglesias, Alberto Garzón se ofreció este martes a generar “cordialidad” dentro de las filas de la izquierda, una misión que se antoja imposible. Iñigo Errejón sigue marcando también diferencias con Iglesias: ha tenido que pedir perdón al PSOE por no poder respetar el compromiso que había contraído con Antonio Hernando, portavoz del Grupo Socialista, para mantener a Patxi López como tercera autoridad del Estado.

  • C's: equidistancia ficticia, a la espera de Sánchez

    La obsesión de Albert Rivera es mantener la equidistancia del PP y del PSOE. Ayer presentó su acuerdo con Rajoy para la constitución de la Mesa del Congreso como una condición casi indispensable para reformar su Reglamento e introducir transparencia y pluralidad. En contra de lo que insinúan los socialistas, el líder de Ciudadanos anticipa que este pacto no presupone un voto favorable a la investidura de Rajoy. De hecho, en la formación naranja no se descarta que el candidato del PP tenga que esperar hasta finales de agosto para poder formar Gobierno debido al tiempo que exige el Partido Socialista para cambiar del ‘no’ a la abstención. Sembrado de cinismo, Rivera afeó ayer al PP la utilización de los diputados nacionalistas catalanes para instalar a Ana Pastor en la presidencia del Congreso, pero no hizo de ello casus belli.

  • Convergencia: pendiente de la pasta y de la CUP 

    Los nacionalistas catalanes juegan la liga de la XII legislatura con ocho diputados, parte de los cuales favorecieron este martes el aupamiento de la exministra Pastor a la Presidencia del Congreso, aunque ellos lo niegan. Gracias a ello, podrán disponer de grupo parlamentario propio y rentabilizar como siempre lo hizo la desaparecida CiU la negociación presupuestaria prevista para septiembre. El portavoz de Convergencia en la Cámara baja, Francesc Homs, opina que el PP, si Rajoy consigue superar su investidura, podrá gobernar sin tantas estrecheces como se piensa si reparte los cromos con inteligencia. En cualquier caso, él descarta apoyar esta investidura, pues le supondría tanto como romper con Esquerra e incitar a la CUP a interrumpir bruscamente la legislatura catalana.

  • Esquerra Republicana: disgusto con su socio soberanista

    A sus nueve diputados les ha disgustado la forma semiclandestina en la que Convergencia ha ayudado a que el PP recupere la presidencia del Congreso y se garantice junto a Ciudadanos la mayoría en su Mesa. ERC interpreta que esta actitud desdibuja el proceso independentista. Para despejar cualquier duda, el portavoz republicano, Joan Tardá, fue este martes directo al grano. “Quien crea que hemos votado al PP o a Ciudadanos para la Mesa del Congreso es tonto o no se entera de nada”. Diplomacia en estado puro.

  • PNV: balones fuera hasta las elecciones vascas 

    Gracias al respaldo indirecto prestado a Ana Pastor en el Congreso, los nacionalistas vascos han conservado con el apoyo del PP su representación en la Mesa del Senado. Ahora el PNV tiene puestos sus ojos en las elecciones autonómicas que se celebrarán a la vuelta del verano, frontera a partir de la cual colaborarán con el Gobierno que se haya formado en Madrid para rentabilizar su embarque en la negociación de los Presupuestos estatales de 2017. Mientras tanto, discreción y echar balones fuera.

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