Las operaciones estéticas han ganado gran popularidad en los últimos años, lo que ha llevado a que aumente el intrusismo laboral en este ámbito. Sanidad está trabajando en nuevas medidas regulatorias para poder garantizar que la cirugía estética sea realizada únicamente por profesionales que dispongan de la formación adecuada.
El auge de la cirugía estética se debe a múltiples factores. Por un lado, "a un mayor conocimiento por parte de la población general del tipo de técnicas que utilizamos", explica la Dra. Isabel de Benito, presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Asimismo, ha habido una "normalización de la cirugía para mejorar la imagen personal de cada uno", indica, y las técnicas utilizadas "cada vez son menos agresivas" y permiten una reincorporación a la vida cotidiana más rápida.
En esta línea, de Benito destaca el papel de las redes sociales en ese "proceso de normalización". El hecho de que "algunas personas famosas o influencers no han tenido problema en contar que se han operado, cómo lo han hecho, cuál ha sido su proceso y eso hace que mucha gente conozca mejor la cirugía estética y decida utilizarla para solucionar alguno de sus problemas o para verse mejor y mejorar su imagen", agrega la presidente de la SECPRE.
Actualmente, el intrusismo laboral es una de las principales preocupaciones en el sector. Según recoge la Sociedad Española de Medicina Estética, se han realizado más de 400 denuncias por prácticas ilegales en lo que va de año. "Hay un momento del intrusismo de personas, que a veces no son ni médicos, atraídos un poco por el aspecto económico de esta actividad, e ignorando que para hacer cirugía estética hay que tener una formación muy exclusiva y muy completa", señala la Dra. Isabel de Benito.
"Empieza con una formación en las técnicas generales de cirugía plástica, para, después, poder aplicar de manera correcta las técnicas de cirugía estética", explica la profesional a Vozpópuli. "La cirugía estética, aunque sea de estética, es cirugía", destaca de Benito, y "debe hacerse en un quirófano y tiene unos riesgos inherentes y unas potenciales complicaciones que el paciente tiene que conocer". La doctora incide en que estas operaciones deben ser realizados por profesionales que "hayan sido adecuadamente formados y que tengan todas las habilidades y todas las capacitaciones para hacer este tipo de procedimiento que, desde luego, no es nada sencillo y no está exento de riesgos".
El 42% de las personas adultas que habitan en España han acudido al menos en una ocasión a un centro médico estético, aunque sea por la depilación láser. Asimismo, el número de tratamientos faciales inyectables crece cada año un 20%, según datos de 2024. En España hay más de 4.500 médicos trabajando en los 7.500 centros y clínicas especializados en cirugía plástica, estética y reparadora.
Las clínicas especializadas han manifestado que cada vez acuden más personas con fallos y desperfectos por no haber acudido a un profesional. ""Acuden de vez en cuando, especialmente en el ámbito del turismo sanitario, pacientes que han sido operados en otros centros, a veces incluso fuera del país", comenta la Dra. Isabel de Benito. Los centros falsos consiguen atraer a sus clientes con precios mucho más económicos que las clínicas oficiales y se promocionan a través de las redes sociales. Además, cambian de ciudad constantemente, lo que evita que sean encontrados fácilmente.
"A parte ya de nuestras clínicas privadas o particulares, es un problema muy serio del Sistema Nacional de Salud (SNS), porque una vez que el paciente se opera de cirugía estética, si tiene una complicación que puede poner en riesgo su vida, va a ser atendido en un hospital del SNS y eso hace que se utilicen recursos públicos", dice la presidenta de la SECPRE. Asimismo, la profesional explica a Vozpópuli que quienes quieran comprobar la formación del cirujano a través de la página web de la SECPRE, si forman parte de la Sociedad, o mediante el registro público de la Organización Médica Colegial (OMC).
"Existe una demanda por parte de SECPRE histórica, porque llevamos muchísimos años intentando que la Administración entienda que la regulación de nuestra especialidad y de nuestra actividad es importantísima porque el hecho de no estar regulada y de permitir que todo ese intrusismo pueda sobrevivir genera unos riesgos enormes para los pacientes", expone la Dra. Isabel de Benito. La presidenta de la SECPRE resalta que la "cuestión" va más allá de "sólo regularlo, hay que hacer cumplir la ley después, mediante inspecciones y el procesamiento de las personas que cometan actos que no estén de acuerdo con la ley".
La SECPRE promovió una propuesta de ley hace tres años y se aprobó prácticamente por unanimidad en el Congreso. "Y en el contexto de este desarrollo es donde también surge la modificación de la ley que está haciendo el Ministerio", comenta de Benito.
"Para nosotros, desde la SECPRE, es importante que exista una regulación, que exista una lucha contra el intrusismo por parte también de las autoridades sanitarias, pero pensamos que es una cuestión que tendremos que ir perfeccionando y mejorando. Esa será nuestra actitud hasta que se modifique el Real Decreto", declara la presidenta de la Sociedad.
Las medidas de Sanidad
Sanidad trabaja en nuevas medidas regulatorias que estén dotadas de la mayor seguridad jurídica. Así, no recurrirá al auto de la Audiencia Nacional de suspensión cautelar de la orden ministerial que restringe la realización de cirugías estéticas a profesionales con formación especializada. Además, se priorizará la defensa en el juicio contencioso administrativo.
El Ministerio de Mónica García pretende que únicamente ejerzan en este ámbito los profesionales con formación en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, y aquellos con especialidad quirúrgica o médico-quirúrgica que hayan visto estas competencias en sus currículums educativos. Cabe destacar que el pasado 15 de septiembre de 2022 se aprobó una Proposición no de Ley sobre Cirugía Estética y Lucha contra el Intrusismo y las Pseudociencias.