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"Llevamos siete meses esperando para saltar la valla": hablan los inmigrantes que accedieron a Melilla

Algunos de los inmigrantes que consiguieron acceder a España llevaban siete meses en la frontera esperando su oportunidad

Una sanitaria atiende a inmigrantes en Melilla, el pasado viernes. EFE

Siete meses a medio camino entre el campamento de Beni Chiker y el Monte Gurugú (Marruecos). Son las confesiones que hicieron algunos de los inmigrantes sudaneses que consiguieron entrar el pasado viernes a España en el salto masivo en Melilla, según han informado fuentes policiales a Vozpópuli.

Estas manifestaciones las hicieron nada más llegar a nuestro país en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CITE) de Melilla. Estos migrantes llevaban meses vigilando el momento más idóneo para poder saltar la valla. Las circunstancias se precipitaron el pasado jueves cuando hubo disturbios en el centro donde se encontraban.

Al parecer, según sus testimonios, las autoridades marroquíes entraron de malas formas en su campamento, a tan solo 5 kilómetros de Melilla, y destruyeron algunas de sus pertenencias y víveres. Por ello el grupo decidió saltar la mañana siguiente ante la falta de tiempo. Ya habían frustrado los agentes africanos varios intentos fallidos en esta zona en los días pasados.

Vigilancia en el monte

El balance del salto fue escalofriante. Cerca de 2.000 inmigrantes se lanzaron a primera hora de la mañana sobre el perímetro de la ciudad autónoma y más de 130 lograron acceder a territorio nacional. La autoridades marroquíes han confirmado la muerte de 23 de estos inmigrantes y 57 resultaron heridos.

Muchos de los migrantes han sido trasladados en autobuses a localidades más alejadas de la frontera con España. La mayoría sin un destino fijo y también trasportados hacia zonas inhóspitas del paso del Sahel. De los 1.550 detenidos, unos 1.300 ya han sido enviados a localidad como Juribga, a 600 kilómetros de Melilla.

Decenas de migrantes entran en Melilla tras romper puerta de paso fronterizo
Tres inmigrantes se dirigen al Centro de Estancia Temporal de inmigrantes (CETI) tras entrar este viernes en Melilla Europa Press

Tienen otros focos como las ciudades de Beni Bellal, Safi, Juribga, Errachidía, Fkih Ben Saleh o Tarudant. Los pocos que no han sido detenidos se encuentran escondidos en el Monte Gurugú, otros de ellos han desistido entrar por la valla y los que menos se encuentran en Nador. Esta zona es especialmente sensible ya que los policías marroquíes vigilan cada tramo para dar con ellos.

Alejados a 600 kilómetros

Los emigrantes, en su mayoría sudaneses, que se encuentran en el Gurugú tendrán que esperar varias semanas para volver a acceder a España ya que son una cifra muy pequeña. Otros muchos se han desplazado a Canarias para intentar entrar en patera por la zona del Tafaya.

Precisamente, sobre este asunto la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, ordenó abrir una investigación para esclarecer los hechos registrados en la valla fronteriza. La máxima responsable del Ministerio Público ha encargado el control de las diligencias a la Fiscal de Sala Coordinadora de Extranjería, Beatriz Sánchez, quien ahora indagará sobre lo ocurrido en el asalto de la valla de Melilla.

La Fiscalía General del Estado informa en una nota que la decisión se fundamenta en la "transcendencia y la gravedad de los hechos acaecidos", que podrían afectar a los derechos humanos y los derechos fundamentales de las personas. Del mismo modo señala que se trata de una investigación singular y compleja por las características de los hechos.

Se espera gran flujo migratorio

De telón de fondo sigue la controversia y la polémica por el balance de cifras oficiales. Aunque la cifra oficial de personas muertas fue 23 varias entidades humanitarias elevan a 37 la cifra de muertos en las avalanchas. Además, la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) publicó en su cuenta de Facebook una imagen de trabajadores del camposanto cavando fosas en el cementerio, afirmando que allí se enterrará a los emigrantes fallecidos. Esta misma organización denuncia, además, que las autoridades marroquíes tenían la intención de enterrar los cuerpos "sin autopsia" ni "identificación para "ocultar el desastre".

En la misma línea, el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, expresó su "conmoción y preocupación" por "el trato violento y degradante de los migrantes africanos" en la frontera de Marruecos y España.

Aunque ahora permanecen en "calma" los agentes de la Guardia Civil destinados a la zona siguen pendientes de que se cumplan las promesas que se hicieron en marzo, en el primer salto violento, por parte del Ministerio del Interior. Estos efectivos solicitan más medios humanos y materiales para poder hacer frente a los flujos migratorios que se vienen en las próximas fechas por el deterioro de las relaciones entre España y Argelia.

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