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España

El independentismo congela sus protestas hasta otoño para no ahuyentar al turismo nacional

Miles de manifestantes a favor de la independencia de Cataluña.

El ala radical del independentismo catalán pospone su calendario de protestas hasta el próximo otoño. El objetivo principal: no espantar al turista nacional y salvar los muebles en un sector hostigado por la irrupción del coronavirus. Las fuerzas de seguridad consideran que el repunte las movilizaciones masivas no llegará hasta el próximo mes de octubre, coincidiendo con el aniversario del referéndum del 1-O y la sentencia a los líderes del procés. Por ahora descartan que se reproduzcan episodios de violencia tan destacados como en los últimos años.

La pandemia ha frustrado la agenda del independentismo. Sin posibilidad de movilizar masivamente a sus simpatizantes, en las últimas semanas se han celebrado algunos actos minoritarios en diferentes localidades. En la mayoría de los casos, la puesta en escena ha corrido a cargo de los CDR y la CUP: un puñado de personas salvando las distancias de seguridad y sujetando algún cartel reivindicativo. "Así mantienen activa la mecha, aunque sea a baja intensidad", detallan fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli.

La previsión de las autoridades es que esta tónica de protestas de bajo perfil se repita durante los próximos meses. Lejos quedan las grandes convocatorias de plataformas como Tsunami Democràtic que lograron poner en jaque a los cuerpos policiales en los últimos meses de 2019 y en los primeros de 2020. La crisis sanitaria derivada del coronavirus obligan a descartar toda convocatorias de características similares. Al menos, de momento. 

7.500 millones para reactivar el turismo

"No les interesa", aseguran las mismas fuentes. Cataluña, una de las regiones más golpeadas por la pandemia, lucha por reactivar su economía y el sector turístico es uno de sus motores. El president Quim Torra da prueba de ello al pedir al Estado 7.500 millones de euros para reactivar el sector. Su esperanza está puesta en el turismo nacional, tras la previsible caída de visitantes procedentes del extranjero.

"Aquí todos son bienvenidos y todo el mundo será acogido con una sonrisa y toda la seguridad del mundo", ha afirmado este lunes Quim Torra. "Cataluña es mejor con vosotros", rezaba un reciente anuncio institucional dirigido a todos los españoles.

Esta llamada de auxilio no es compatible con campañas violentas o particularmente invasivas del espacio público, aseveran las fuerzas de seguridad. Por eso no se espera que el separatismo radical retome su agenda hasta pasado el verano.

El horizonte del independentismo está puesto en el mes de octubre, coincidiendo con dos aniversarios destacados; la celebración del referéndum del 1-O en 2017 y la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del procés en 2019. En este último caso, con graves disturbios que sumieron las calles de Cataluña en una profunda crisis de seguridad.

En el calendario, no obstante, no se contemplan acontecimientos políticos o judiciales que puedan desencadenar protestas de esta envergadura: "Se prevé un otoño más tranquilo que en años anteriores".

El pulso de Torra

Por su parte, Quim Torra mantiene el pulso con Moncloa, aunque en términos muy alejados de las movilizaciones o protestas públicas que él mismo ha promovido en varias ocasiones. El president culpa de las consecuencias de la pandemia a la "centralización" de la gestión sanitaria y arremete contra el Gobierno de Sánchez por las consecuencias de la crisis: "La independencia aparece más que nunca como la única que nos da opción, por soberanía y recursos, de construir un país mejor y más justo", afirma en sus redes sociales.

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