Quantcast

España

El independentismo gana peso entre los cónsules acreditados en Barcelona

Torra reunido con el cónsul de Bélgica en la Generalitat

Barcelona es la tercera ciudad del mundo que no es la capital de un país con más representación consular, según presume la web oficial de la Generalitat de Cataluña. Cuenta con 87 cónsules acreditados representados por un comité ejecutivo en el que recientemente han entrado a formar parte como vocales los cónsules de Venezuela y Bélgica. Fuentes conocedoras de estos movimientos advierten a Vozpópuli de que estas incorporaciones refuerzan la influencia del Govern que dirige Quim Torra en la esfera diplomática acreditada en Cataluña.

Esta apreciación se basa en los perfiles de estos dos nuevos miembros. El cónsul general de Venezuela se llama Ricardo Capella y ha dado muestras de su sintonía con los sectores independentistas radicales de la política catalana, que a su vez apoyan la causa bolivariana en Venezuela. Eso le ha llevado a asistir o participar en actos organizados por la CUP, sus juventudes o grupos de similar ideología.

Desde sus redes sociales, Capella aprovecha para difundir mensajes de otros atacando al ministro de Exteriores, Josep Borrell, especialmente a la hora de abordar el papel del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, la oposición a Nicolás Maduro. Por su parte, el cónsul de Bélgica se llama Jan Vandeput. Las fuentes consultadas advierten de las buenas relaciones actuales entre el Gobierno belga y el expresidente huido de Cataluña, Carles Puigdemont.

A finales del año pasado el Gobierno belga incorporó a su gabinete como ministro de Defensa al flamenco Sander Loones, autor de comentarios en favor del independentismo que se declara admirador del expresidente catalán. “Desde hace 139 días, los líderes del pacífico movimiento ciudadano catalán están encerrados en una celda, y Europa en silencio”, decía este miembro del Ejecutivo belga sobre los políticos jugados desde hace semanas en el Tribunal Supremo.

La incorporación de Vandeput como vocal del comité ejecutivo se produce a pesar de que lleva poco tiempo en España como acredita la reunión de bienvenida que le brindó en diciembre el presidente Torra. “Le hemos explicado la situación política que vive el país y, en especial, que hay presos políticos en huelga de hambre”, anunció el político independentista. Este periódico se ha puesto en contacto tanto con el consulado venezolano como con el belga para tratar de conocer su punto de vista, pero no ha recibido respuesta.

Fue el pasado 28 de marzo cuando tuvo lugar una reunión de este comité ejecutivo del cuerpo consular en la que se abordó la propuesta de incorporar como vocales a más miembros, ampliando así esta especie de órgano de gobierno de los cónsules. Además de Venezuela y Bélgica también se sumaron otros tres vocales: la cónsul general honoraria de Luxemburgo, Blanca Gallud Dexeus; el cónsul honorario de Sierra Leona en Madrid, Alejandro de la Capilla; y el cónsul honorario de Chipre, Andrés Candomeque.

La iniciativa estuvo impulsada principalmente por los representantes de Reino Unido, Mali, Croacia, Austria y la República Checa, según las fuentes consultadas y el movimiento generó algunos recelos entre la comunidad diplomática. Hasta el punto de que el cónsul general de Rumanía y vicedecano del cuerpo consular, Manuel Plesa, tomó la palabra para pedir explicaciones por estas designaciones que entendió como arbitrarias. Alegó que esta ampliación se podría haber tenido en cuenta en las elecciones de las que salió el actual comité ejecutivo, celebradas en fechas pasadas.

Invitación a Borrell

El comité ejecutivo tiene previsto reunirse este lunes en el hotel Gran Marina de Barcelona a las 14.00 con los responsables de la misiones consulares. Para este acto han invitado al ministro de Exteriores, Josep Borrell, y la introductora de Embajadores Caridad Batalla. Fuentes de Exteriores consultadas por Vozpópuli manifestaron la disposición del ministro de acudir aprovechando su presencia en la ciudad por un acto de campaña.

Por su parte fuentes diplomáticas aseguran que hace ya tiempo se recibió una instrucción política de prestar atención a los cónsules acreditados en Barcelona para tratar de contrarrestar la influencia que sobre ellos ejerce el Gobierno de la Generalitat. Ya en el pasado, el Ejecutivo de España ha tenido conflictos especialmente con los cónsules honorarios, personas que no son diplomáticos de carrera, pero que cuentan con el visto bueno de los países que les nombran para que les representen.

Días después del 1-O Bulgaria retiró el estatus de cónsul honorífico que venía desempeñando desde hacía seis años el exjugador de fútbol Hristo Stoichkov tras unas declaraciones en las que tachaba de fascista a la exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. En marzo del año pasado, la Embajada de Finlandia también anunció el cese de su cónsul honorario acreditado en Barcelona Albert Ginjaume tras la denuncia del Ejecutivo que le trasladó su preocupación por su cercanía a las posiciones independentistas. Por razones similares fueron cesados antes los cónsules honorarios de Filipinas y Letonia.

Actualmente, el cuerpo consular cuenta con un decano, el cónsul general de Reino Unido e Irlanda del Norte Lloyd Milen; un vicedecano, el cónsul general de Rumanía; un secretario general y vicedecano segundo, el cónsul honorario de Mali, José Luis López; el jefe de relaciones internacionales, el cónsul honorario de Croacia, Juli Bárcena; un tesorero, cónsul general honorario de Austria, Josep María Bové: y hasta la ampliación había tres vocales: los cónsules honoríficos de Dinamarca, República Checa y Mónaco.

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.