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España

La increíble historia del 'Pequeño Nicolás' de las ambulancias: ejercía de director de una residencia

El menor detenido por suplantar a un médico en dos intervenciones realizó presuntamente funciones de director en una residencia de mayores de Zarzalejo

"Nos ha traído a los pacientes con el tratamiento adecuado". Son las declaraciones de los médicos que trataron a los dos pacientes que fueron asistidos por el menor que se hacía pasar por médico. El joven de 17 años presuntamente realizaba funciones y decía ser el director de una residencia de ancianos en Zarzalejo (Madrid), según han adelantado a Vozpópuli fuentes de su entorno.

El increíble caso de este adolescente sobrepasa la realidad. Un joven que es calificado por sus allegados como "inteligente, educado y volcado en sus aficiones". Desde pequeño fue diagnosticado con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Tenía contrato como coordinador asistencial

Su pasión siempre fue ser médico desde que terminó la Educación Secundaria Obligatoria. Una vez finalizado estos estudios firmó un contrato laboral como coordinador asistencial en la residencia de ancianos Santa Fe de Colmenarejo, donde su madre es administradora única. Su progenitora es la encargada de las dos residencias antes mencionadas.

Un tiempo después se trasladó al centro de Zarzalejo donde presuntamente realizaba funciones de director. En ese punto es donde solicitaba las ambulancias que eran pagadas por la sociedad. Él se encargaba de devolver el importe a las cuentas de la compañía de su propia nómina.

"Todo lo realizaba de forma altruista por pasión sin una finalidad económica", aseguran estas fuentes. En este puesto organizaba el material, los turnos y decía qué medicación debía administrarse a cada paciente. Aunque actuara de buena fe, estas fuentes, subrayan que no tenía titulación ni experiencia para poder desempeñar las funciones que estaba desarrollando.

Consiguió pruebas covid para su residencia

Estas funciones de 'mando' propiciaron una "mejora en el día a día del centro". Incluso, durante la pandemia fue quien dijo haber conseguido centenares de pruebas covid para los internos de la residencia. "Lo hacía de muy buena voluntad", defienden estas fuentes consultadas.

De forma paralela fue haciéndose pasar por cargos como: policía, fiscal, profesores o directores de instituto. El puesto de director de la residencia también fue otra de sus invenciones, aunque le siguieran la corriente los trabajadores del lugar. Toda su 'careta' de profesiones fue descubierta por dos agentes el pasado mes de agosto. Este joven se hizo pasar por un médico, al vestirse con una bata, durante el traslado programado de un interno de la residencia. El anciano tenía que ser conducido hasta un hospital madrileño. Ya en el centro llegó a decir a los especialistas que tratamiento poner al paciente. "Eres muy buen médico", llegó a decir uno de los sanitarios que participó en esta intervención.

¿Necesitas algo más?

Una vez acabado este traslado dijo al conductor de la empresa privada de ambulancias: "¿Necesitas algo más?". El técnico le comunicó que tenía que acudir a otro aviso a una casa de Móstoles de una menor con problemas psiquiátricos. Allí consiguió con mucho cuidado tratar a la adolescente. Sin embargo fue el inicio de su final.

Al ser una paciente con trastorno psicológico se personaron en el domicilio varios agentes de la Policía Nacional de Móstoles. Se percataron de la juventud del médico pero la mascarilla ocultó su verdadera edad. Todo parecía perfecto hasta que cometió un fallo. Una expresión que acentuó la desconfianza de estos policías. Lo dejaron pasar pero iniciaron una investigación. Nunca llegó a piratear ni acceder a los sistemas encriptados de los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid.

Colaboró con la Policía

Las diligencias practicadas confirmaron la identidad del joven su edad y fue detenido a finales de septiembre por un delito de intrusismo profesional. Ya había presuntamente cometido este delito con anterioridad. En su 'trayectoria profesional' se había llegado a poner en contacto con la Policía por si necesitaban ayuda en alguna intervención. Este menor se mostró totalmente colaborador con los investigadores del caso durante las 24 horas que duró su arresto.

En dependencias policiales explicó todas y cada una de las acciones que había llevado a cabo. La autoridad judicial decretó su puesta en libertad a la espera de juicio. Aún tiene otras causas pendientes sobre las que tendrá que declarar en fechas posteriores, según informan fuentes policiales a Vozpópuli.

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