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España

Incertidumbre en la Armada por la falta de nombramiento de un nuevo jefe de su cúpula

El mandato recae con interinidad en el almirante Fausto Escrigas, jefe de personal de la Armada, por su antigüedad. Pero los mandos esperaban una designación en el pasado Consejo de Ministros

El nuevo Jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro López Calderón, durante el acto por el cual juró su cargo

La Armada atraviesa un periodo de interinidad después de que el jefe de su cúpula, almirante Teodoro López Calderón, fuese nombrado nuevo Jemad en sustitución del general del Aire Miguel Ángel Villarroya, dimitido tras la crisis de las vacunas. En cumplimiento con la norma que rige la organización de las Fuerzas Armadas, el almirante de mayor antigüedad en servicio activo tomó las riendas del cuerpo marino. Pero la cúpula esperaba que el Consejo de Ministros del pasado martes nombrase un nuevo jefe. La falta de designación abre un periodo de incertidumbre.

La polémica de las vacunas en el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) condujo a una fase poco habitual en las Fuerzas Armadas. En las esferas castrenses surgía la duda de si Margarita Robles delegaría la jefatura de los ejércitos a un miembro del Ejército del Aire -ya que el general Villarroya apenas se había desempeñado durante un año- o si cumpliría la norma no escrita de pasar el relevo al siguiente cuerpo militar; en este caso, la Armada Española.

Robles optó por la segunda opción. Pocas quinielas apostaban por el almirante Teodoro López Calderón. No por falta de trayectoria ni de apego entre los suyos -más bien, todo lo contrario-, sino por su edad: a sus 66 años, estaba a punto de pasar a la reserva. El pasado jueves asumió el cargo en un acto celebrado en el patio del Ministerio de Defensa, lamentando la "desafortunada circunstancia" que había propiciado la dimisión de su predecesor: "Su decisión le honra".

Quién dirige ahora la Armada

¿Y quién queda al frente de la Armada tras la marcha del almirante Teodoro López Calderón? La respuesta está en el Real Decreto 521/2020, que establece la organización básica de las Fuerzas Armadas. En su artículo 8, apartado 7, se afirma que el relevo en funciones con carácter accidental lo asumirá el oficial general en servicio activo más antiguo de los que le estén subordinados en su estructura orgánica.

En el caso de la Armada se trata del Almirante Jefe de Personal, el almirante Fausto Escrigas Rodriguez. Él ha tomado el timón de la nave de forma interina hasta que se designe un nuevo Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA). Ingresó en la Escuela Naval Militar en 1977 y ha ocupado diversos destinos y mandos, tanto en mar como en tierra. Ascendió a contralmirante en octubre de 2011, a vicealmirante en 2015 y a almirante en 2018.

Tras asumir la jefatura de la Armada con carácter provisional, en el cuerpo asumían que el periodo de interinidad se cerraría este pasado martes, con la designación de un nuevo AJEMA en el Consejo de Ministros. Sin embargo, la única referencia firmada en el ámbito del Ministerio de Defensa fue el nombramiento del antiguo Jemad, general Villarroya, como miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.

Fuentes militares consultadas por Vozpópuli detallan la "incertidumbre" que ha supuesto en la Armada la falta de designación de un nuevo jefe a bordo. El Consejo de Ministros estaba marcado en rojo en el calendario, pero no ha habido respuesta a las dudas.

¿Renovación de toda la cúpula?

Esa falta de designación alimenta los comentarios que circulan entre esferas castrenses y que apuntan a un posible relevo de toda la cúpula militar. Cabe recordar que tanto el actual Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra como el del Ejército del Aire -generales Francisco Javier Varela Salas y Javier Salto Martínez-Avial, respectivamente- llevan en sus cargos desde marzo de 2017 y fueron nombrados por la anterior ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

Tras la moción de censura que tumbó al Gobierno de Mariano Rajoy y elevó al de Pedro Sánchez, Margarita Robles optó por no tomar decisiones drásticas y mantener la cúpula militar que había heredado. Pero pronto se cumplen cuatro años de su mandato, el plazo de tiempo que tradicionalmente ocupan estos puestos; el equivalente a una legislatura y a la pertinente renovación de cada ministro de Defensa.

Así las cosas, se aviva la incertidumbre en la Armada y en el resto de los cuerpos militares, que aguardan una decisión que aclare el futuro más inmediato de su cúpula. En el horizonte, el Consejo de Ministros que se celebrará el próximo martes, a la espera de ver si se toman decisiones de calado o si se prolonga la situación de interinidad.

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