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El hombre que mandó la navaja declara ser agente secreto y llevar "15 años" enviando cartas

Presta declaración ante la Policía y la Guardia Civil en un interrogatorio lleno de incongruencias y problemas para expresarse

Navaja que ha recibido la ministra Reyes Maroto
Navaja que ha recibido la ministra Reyes Maroto

La Policía Nacional y la Guardia Civil interrogaron este martes en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial al individuo que remitió una navaja a la ministra de Industria, Reyes Maroto. La diligencia sirvió para acreditar que el hombre no está en sus plenas facultades mentales, según creen los investigadores. Varias fuentes presentes en su declaración y de su entorno afirman a Vozpópuli que esta persona afirma ser, entre otras cosas, agente secreto y que lleva al menos “15 años” enviando misivas a diferentes instituciones.

El interrogatorio duró varias horas por la mañana y al terminar el investigado se marchó a su casa por su propio pie. Solo en las últimas horas ha trascendido que Maroto no fue la única dirigente a la que le remitió una carta de ese tipo. También le mandó un sobre inquietante al diputado de Bildu Jon Iñarritu. En su caso fue un paquete con una película de Agatha Cristie y unos escritos que el político no ha sabido interpretar. También se dirigió a la embajada turca o al responsable del Departamento de Seguridad Nacional, el general Miguel Ángel Ballesteros.

Sobre la navaja enviada a Maroto, el hombre dijo que tenía que ver con el informe Navajas, según varias fuentes de la investigación consultadas. Ese informe se remonta a finales de la década de los ochenta del siglo pasado. En el documento se vinculaba a altos mandos de la Guardia Civil del cuartel Intxaurrondo (Guipúzcoa) con redes de narcotráfico. Era el cuartel que dirigía el coronel Enrique Rodríguez Galindo, condenado posteriormente por el terrorismo de Estado de los GAL y recientemente fallecido. La investigación iniciada por el fiscal Luis Navajas acabó archivada en los tribunales.

Tratado en el pasado

La diligencia se inició con agentes de Información de la Policía Nacional, pero también se sumaron después expertos en Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Las fuentes consultadas explican que cuentan con el testimonio de trabajadores de la estafeta de Correos local que dicen conocer al individuo porque ha asistido en repetidas ocasiones para mandar envíos. La demarcación de San Lorenzo de El Escorial es competencia del Instituto Armado. En sus paquetes, incluye su nombre, que responde a las iniciales I.E.A.D, y su dirección de correo postal.

Las fuentes consultadas afirman que ha sido tratado por problemas psiquiátricos en el pasado y que ha llegado a estar ingresado por ello. El interrogatorio no estuvo exento de complicaciones, en primer lugar porque no se expresa con fluidez debido a una operación pasada. También por las contradicciones e incongruencias propias de su afección. Además de agente secreto dijo ser “abogado internacionalista” y “detective”, según las mismas fuentes.

El individuo es mayor, y no se le conoce ningún desempeño profesional reciente. Fuentes consultadas creen que debería ser atendido por los servicios sociales. Los agentes no creen que suponga una amenaza seria para la seguridad. No ha llegado a ser arrestado. En el interrogatorio los agentes, conscientes de la situación, han tratado de convencerle de que si vuelve a remitir un paquete en el futuro, que lo haga a dependencias policiales

La ministra Maroto acudió a denunciar los hechos ante el Juzgado de Instrucción nº13 de Madrid, en función de guardia de diligencias, que ha dictado una providencia para que, al término de su turno de guardia, sea remitida al decanato de los juzgados, para su correspondiente reparto. 

Según las primeras pesquisas, el envío de esta navaja a la responsable de Industria no está relacionada con las tres cartas con munición de real que le llegaron de forma simultánea al candidato de Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.

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