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La Guardia Civil localiza en un pozo el cadáver del empresario desaparecido en Ciudad Real

La Guardia Civil ha localizado el cadáver del Juan Miguel Isla Fernández en un pozo de una finca cercana a la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real). Los agentes han detenido al intermediario sospechoso y a otra persona que podría haber colaborado en el crimen

La Guardia Civil ha localizado este martes el cadáver del empresario desaparecido Juan Miguel Isla Fernández en un pozo de una finca cercana a la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real). Este hombre desapareció en julio del año pasado tras concertar una cita con un intermediario, según informaron fuentes de su entorno a Vozpópuli. Precisamente, esta persona y un amigo suyo, ambos de nacionalidad española, han sido detenidas por su presunta implicación en el crimen.

La investigación de esta desaparición está siendo desarrollada por la Unidad Central Operativa y de la Comandancia de Ciudad Real. Todo bajo la dirección del Juzgado de Instrucción nº 2 de Manzanares. En los últimos días los agentes habían reconstruido el trayecto en coche del empresario. Hace un mes se localizó su coche en las afueras de Albacete.

Según han informado fuentes de la investigación a Vozpópuli, los investigadores han localizado los restos óseos en un pozo que se encuentra cerca a la A-4. Todo el registro se va a realizar ante la presencia del propietario de la finca, que finalmente ha sido detenido. Ambos de nacionalidad española están afincados en la provincia de Ciudad Real. Uno de ellos es el intermediario con el que Isla concretó la operación y el otro un amigo suyo que podría haber sido cómplice del crimen.

Varios registros y el rescate del cuerpo

El lugar donde se ha encontrado el cuerpo tiene una gran profundidad, según estas mismas fuentes, y el cadáver tendrá que ser rescatado por agentes pertenecientes a los Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas (GEAS). También se van a practicar registros domiciliarios en otros puntos, como en Toledo, para esclarecer la muerte de este empresario. Se espera que en las próximas horas los investigadores tomen declaración a las dos personas arrestadas.

La Guardia Civil investigaba las extrañas circunstancias de la desaparición de dos hombres en Manzanares (Ciudad Real). Jesús González y Juan Miguel Isla tenían edades parecidas cuando se les perdió el rastro y habían quedado con la misma persona, un intermediario, para hacer dos operaciones: la venta de una parcela y la venta de dos coches de alta gama.

Jesús González, de 54 años, desapareció el 19 de junio de 2019. La pista de este empresario se perdió después de vender dos coches de alta gama de la marca Mercedes por 14.000 euros cada uno. Los allegados de este hombre reiteraron por activa y por pasiva que tenía planes de futuro y un viaje pendiente, por lo que descartaron un accidente o una desaparición voluntaria.

Su coche localizado en Albacete

Juan Miguel Isla, de 59 años, desapareció el 22 de julio de 2022. Este hombre, que vivía en San Juan en Alicante, viajó hasta su casa en Manzanares (Ciudad Real) para realizar la compra venta de una parcela. Su mujer Nardi estaba de viaje fuera de España de vacaciones, pero mantenían contacto en cada momento.

Las últimas imágenes de Juan Miguel muestran como circulaba con su coche, un Renault Clio color gris plata y con matrícula 2786 FXW. La Guardia Civil solicitó colaboración ciudadana para dar con este vehículo. En menos de 24 horas ya tenían su paradero. Un vecino llamó porque lo vio en las afueras de Albacete. A más de 165 kilómetros de Manzanares.

Su última imagen: subiendo a un coche con un hombre

La UCO ahora está inspeccionando el vehículo en Madrid, el terreno donde se encontraba y analizando la geolocalización de las antenas del lugar para comprobar que terminales móviles estaban en las fechas de la desaparición de Juan Miguel en la zona, según informan fuentes del instituto armado.

"La Guardia Civil me contó que se la había visto subir a un coche con un hombre. Esa fue su última imagen. Yo no conozco a esa persona, pero al parecer es muy conocido en el pueblo. Quiero tener prudencia y dejar trabajar en la investigación. Son muy minuciosos y quiero andar con pies de plomo. No quier ser arbitraria", afirmó la mujer del desaparecido.

Nardi confiesa que los últimos seis meses han pasado como si hubiera "puesto una bomba en mi vida". Es dar "nombre a una catástrofe o una crucifixión más larga". "Tengo un poco de esperanza, pero me da miedo a esperar el resultado", añadió.

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