Una granada de la Guerra Civil ayuda a detener a un yihadista que pretendía atentar en Cataluña

Una granada de la Guerra Civil fue la pista de la que tiraron los Mossos d'Esquadra para detener a un hombre que se había radicalizado en los últimos tiempos y pretendía atentar en Cataluña para luego irse a países en zona de conflicto. El yihadista ya espera en un Centro de Internamiento de Extranjeros pendiente del procedimiento para ser expulsado de España.

La investigación, que ha sido realizada por los los agentes de la Comisaría General de Información, comenzó a finales del mes de mayo. Todo se inició cuando fue localizada una granada de la Guerra Civil en un domicilio en Empuriabrava.

Los TEDAX desactivaron el artefacto y fue analizado. De forma paralela los agentes de los Mossos identificaron a las personas que tenían ocupado el domicilio. Consiguieron dar con el nombre del hombre que había adquirido este objeto que también compró armas blancas y una pistola simulada.

Compartía material relacionado con el martirio

En los últimos tiempos, este individuo había cambiado su actitud a una más agresiva y modificó su aspecto físico. Hacia manifestaciones a favor de organizaciones terroristas yihadistas. Divulgaba que pensaba cometer una acción violenta en Cataluña antes de marcharse a países en zonas de conflicto.

Principalmente consumía y compartía material yihadista relacionado con el martirio. Durante la investigación, los agentes constataron que estaba altamente radicalizado y había adquirido plenamente los postulados ideológicos de las organizaciones terroristas.

Adoctrinaba a terceros

Había interiorizado sus mensajes y llevaba a cabo un intenso proceso de difusión masiva de mensajes yihadistas en terceras personas que le animaban a cometer acciones violentas. Con el peligro que este hombre suponía para la seguridad, la operación se aceleró.

El pasado 2 de septiembre, los Mossos d'Esquadra establecieron un dispositivo que culminó con la detención de este hombre. La investigación estuvo en todo momento coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y por el Juzgado Central de Instrucción número 1 de Madrid.

Este hombre, que es residente en Empuriabrava, ha estado sometido todos estos meses a una intensa vigilancia por parte de los agentes de Información, quienes han comprobado su alto grado de radicalización. Ya se encuentra en un Centro de Internamiento de Extranjeros, a la espera del procedimiento para ser expulsado de España.