España

El Govern sondeó sin éxito un encuentro entre Aragonès y Obama en Barcelona

El expresidente de Estados Unidos acudió a Barceloan el fin de semana pasado para asistir al concierto de Bruce Springsteen en la capital catalana

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ofrece su discurso institucional
Pere Aragonès

El Gobierno catalán sondeó sin éxito la posibilidad de un eventual encuentro en Barcelona entre el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, y el expresidente de Estados Unidos Barack Obama con motivo del viaje de este último para asistir al concierto de Bruce Springsteen en la capital catalana.

Barack Obama y su esposa Michelle -exprimera dama de EEUU-, junto al cineasta Steven Spielberg y su pareja, Kate Capshaw, acudieron a Barcelona para asistir al primero de los dos conciertos que el músico ha ofrecido este fin de semana en Barcelona.

Ambos matrimonios visitaron además el Moco Museum y la Sagrada Familia en la ciudad, se desplazaron hasta el monasterio de Montserrat y probaron la oferta gastronómica de varios restaurantes catalanes, entre otros puntos de su agenda.

"Nos hubiera gustado"

Preguntada en rueda de prensa en el Palau de la Generalitat sobre si el Gobierno catalán trató de reunirse con Obama o Spielberg, Plaja ha explicado que la Generalitat ha estado en permanente contacto con la embajada y el consulado de Estados Unidos, especialmente para cuestiones de coordinación de seguridad, a pesar de tratarse de un "viaje privado" del exmandatario norteamericano.

"Nos hubiera gustado que hubiera habido este encuentro, pero los contactos no fructificaron. El Govern se puso a disposición de embajada y consulado e hizo un esfuerzo para ver si, aunque fuera un viaje privado, podía haber este encuentro, que finalmente no se pudo consumar", ha reconocido.

Pero según han matizado posteriormente fuentes del gobierno catalán, en ningún momento se puso sobre la mesa formalmente la posibilidad de una reunión, ya que recuerdan que raramente Obama mantiene encuentros con autoridades durante sus viajes privados.

Según esas fuentes, cuando al gobierno catalán se le trasladó semanas antes la intención de Obama de acudir a Barcelona y la necesidad de establecer un dispositivo de seguridad del exmandatario a cargo de los Mossos d'Esquadra, la Generalitat simplemente se limitó a mostrar también su disposición a que, en caso de que Obama así lo deseara, pudiera ser recibido por Aragonès.