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España

La sustitución de Mayor Oreja en la lista europea precipitará la crisis de Gobierno

Mayor Oreja (i.) junto a Alfonso Alonso, portavoz del PP en el Congreso

La sustitución de Jaime Mayor Oreja como número uno de la candidatura europea parece más que segura, así al menos se baraja en el Gobierno y en el PP, donde comienzan a producirse las primeras escaramuzas para saltar a una lista a la que le van saliendo novios. Y si es e más que probable esa salida, no lo es menos el nombre de la persona que le sucedería en ese puesto: el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Éste no oculta que su auténtica vocación es Europa y, más en concreto, ser comisario europeo en sustitución del socialista Joaquín Almunia, que termina su mandato en 2014, año de las elecciones a la Eurocámara. No es obligatorio que el comisario que designa cada país tenga condición de eurodiputado, pero el PP siempre ha defendido la idoneidad de ambas condiciones. Ya lo hizo José María Aznar con Loyola de Palacio, que dejó también el Ministerio de Agricultura para encabezar la lista europea en los comicios de 1999 siendo nombrada más tarde vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de las Relaciones con el Parlamento Europeo y Comisaria de Transportes y Energía, hasta 2004.

Precisamente, Aznar no abordó sus primeros cambios gubernamentales hasta enero de 1999, cuando llevaba ya tres años en Moncloa, y sacó del Ministerio de Trabajo a Javier Arenas para hacerle secretario general del partido. Además de Arenas y De Palacio, salen también del Ejecutivo ese año Esperanza Aguirre, al frente de Educación y Cultura. Entraron Manuel Pimentel y Ángel Acebes.

La marcha de Arias Cañete hacia Europa abriría un hueco en el Consejo de Ministros que aprovecharía Mariano Rajoy para abordar un cambio de Gobierno, todo ello, en caso de que el actual gabinete aguante el desgaste de la gestión de la crisis económica, política e institucional durante más de un año puesto que las próximas elecciones europeas no se celebran hasta junio de 2014. Poco dado a los cambios, Rajoy va a intentar sostener a sus dos ministros más "tocados", la titular de Sanidad, Ana Mato, salpicada por el caso Gürtel por el que está imputado su ex esposo, Jesús Sepúlveda; y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, responsable de la ingrata tarea de cuadrar las maltrechas cuentas españolas, lo que no le ha generado muchos amigos ni dentro ni fuera del Ejecutivo. La marcha de Arias Cañete con la remodelación ministerial subsiguiente puede suponer la vuelta al Gobierno de Javier Arenas.

Con respecto al futuro de Mayor Oreja, fuentes del PP se muestran convencidas de que "Mariano le dará algo en Europa". Lo cierto es que el que fuera líder de los populares vascos además de ministro del Interior "se ha hecho un nombre en Europa" a través de la presidencia de la organización European Ideas Network, un think tank patrocinado por el Grupo Parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE) en el que trabaja de manera muy activa.

Sin embargo, las fuentes consultadas por Vozpópuli indican que él todavía espera poder repetir al frente de la candidatura europea, porque si bien no oculta su posición crítica respecto a la política de Rajoy con los nacionalismos, ha declinado participar en cualquier tipo de operación desestabilizadora de su jefe de filas a pesar de los cantos de sirena que ha recibido de compañeros suyos de escaño europeo como Alejo Vidal-Quadras, del que nadie duda que no volverá a repetir en la lista bajo ningún concepto.

Ramón Luis Valcárcel también quiere entrar en la lista europea, lo que obligará al parlamento murciano a a elegir otro presidente en 2014, a un año de las autonómicas

La renovación de la candidatura europea puede contar con otras incorporaciones que obliguen a los populares a hacer encaje de bolillos. Es el caso del presidente del Ejecutivo murciano, Ramón Luis Valcárcel, que ya pidió en 2010 dar el salto a Europa, deseo frutrado tras la petición de Rajoy de que no le abriera un proceso sucesorio en una Comunidad que ha venido siendo un bastión popular indiscutible a pesar de la profunda crisis económica en que está inmersa. De ir en la lista a la Eurocámara, el Parlamento murciano debería elegir un nuevo presidente a un año de las elecciones autonómicas.

En cambio, hay sectores del PP partidarios de que la renovación de la lista europea no venga de la mano de gente "veterana" sino de una nueva generación, "más joven, motivada, con ganas de hacer cosas, sin que aquello parezca un cementerio de elefantes", indican otras fuentes, éstas del Grupo Parlmentario. "Si estamos hablando siempre de la importancia de Europa apostemos por una candidatura realmente nueva". De hecho, creen que es el momento de comenzar a potenciar al relevo generacional en el PP, representado, dicen, por nombres como el de Esteban González Pons, que se quedó sin entrar en el Gobierno y sin asumir ninguna responsabilidad en el Grupo Parlamentario en el Congreso, aunque ahora ha tomado algo más de aire y de protagonismo en el partido. 

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