El Gobierno lleva 5 meses sin aplicar el descuento del IVA a la donación de alimentos

El hambre va a ser el único acompañante de muchos españoles las próximas Navidades. La subida de los precios de los productos básicos y de la energía están empobreciendo aún más a los que ya tenían dificultades para salir adelante en el día a día. Los bancos de alimentos trabajan todo el año, pero se preparan para una fecha fundamental: la Gran Recogida de 2022, que empieza en noviembre. Lo hacen sin el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez. La parsimonia con la que el Ejecutivo está aplicando la ley que suprime el IVA de las donaciones solidarias hace temer que, una vez más, los 4 millones de donantes vayan a tener que dedicar parte de su donación al Estado en lugar de ir toda para quien realmente lo necesita.

"La creciente situación de pobreza y vulnerabilidad acrecentada por la alarmante subida de precios exigen que la ley se cumpla cuanto antes", manifiesta a Vozpópuli Santiago López, presidente de la Asociación Nacional de Alimentos Solidarios (ANDAS). En la Gran Recogida de 2020, los bancos de alimentos recibieron 31 millones de euros, a los que se aplicó un IVA del 7,5 %. Es decir, que el Estado se adjudicó 2.163.000 euros del dinero que la sociedad donó para dar de comer a los más necesitados. "Ese dinero podría haberse utilizado para reinvertir en más alimentos o para que las donaciones les salieran más baratas a los españoles", explica López.

5 meses de retraso

La Ley 7/2022, que suprime el IVA de las donaciones, entró en vigor el 10 de abril de este año. Por tanto, ya tendría que haber sido aplicada en la campaña de recogida de primavera -'Un Kilo en Primavera'-, pero no fue así. "Probablemente porque entre la celebración y la aprobación de la ley había transcurrido muy poco tiempo", explican desde ANDAS.

Sin embargo, lo que carecería de todo sentido es que 7 meses después de su entrada en vigor siguiera sin aplicarse. Estamos terminando septiembre, han pasado 5 meses, y los donantes de alimentos siguen pagando el IVA.

Esta asociación mantuvo una reunión con el Ministerio de Agricultura para plantearles su preocupación por la tardanza en la aplicación de la medida. En aquel encuentro, el departamento que dirige Luis Planas les redirigió al Ministerio de Hacienda, que era "el que estaba trabajando en el asunto". ANDAS mandó una misiva al subsecretario de Hacienda planteándole toda la cuestión, sin obtener respuesta por su parte.

Podemos les cierra la puerta

De vuelta a Agricultura, les aseguraron que habían hablado con Hacienda y que ellos estaban trabajando en el tema. "Nos facilitó el contacto de a quien teníamos que dirigirnos. Le pedimos reunión y no nos la han concedido", lamenta López. Su grupo ha buscado el apoyo en otros grupos parlamentarios (PP, PdCat, Vox, etc.) que sí han estado dispuestos a escucharles. El único que se ha negado a atenderles es Unidas Podemos.

Las grandes superficies se lavan las manos

El Gobierno no es el único responsable del inexistente avance en la cuestión, los grandes supermercados permanecen amodorrados dado que sus intereses ya quedaron cubiertos con la publicación de la norma. "De su pronta aplicación son fundamentales la actitud e implicación del Gobierno y sobre todo de las grandes superficies de alimentación, de las que la sociedad espera, como siempre, su eficaz e imprescindible colaboración en estos tiempos tan difíciles. Pero lo cierto es que estamos experimentando en las reunionesas celebradas mucha pasividad en ambos actores, sobre todo no esperada en las grandes superficies de alimentación", subraya el presidente de ANDAS.

"Las grandes superficies de alimentación ya han conseguido su objetivo, gracias, entre otras cosas, a nuestra presión. La ley se aprobó y ellos pueden aplicar la supresión del IVA de lo que donen automáticamente. Las grandes superficies estaban en el brete de donar o no donar. Si donaban tenían que pagar el IVA, y si no, destruir los alimentos y llevarlos al vertedero (que es antisocial y perturba su imagen). Ellos ya lo tienen resuelto. ¿Pero qué hay de los 4 millones de donantes individuales? Lo tenemos más complicado y necesitamos de un procedimiento armonizado que no existe a día de hoy", continúa.

Una estrategia ya elaborada

Mientras el Gobierno y las grandes superficies permanecen en estado de sueño eterno, como aquella novela de Raymond Chandler llevada al cine con Humphrey Bogart y Lauren Bacall, los bancos de alimentos les hacen el trabajo. ANDAS ha elaborado y compartido con el Ejecutivo una estrategia para proceder que con la supresión del IVA en las donaciones de alimentos.

Este periódico ha tenido acceso a la misma, y en ella se plantean diversos procedimientos para las donaciones de dinero o en especie. Para la donación en especie, la más tradicional, plantean el establecimiento de un código o aplicación a nivel informático para que al pasar por caja los alimentos para donar lo hagan sin IVA (o deduciendo directamente el IVA del precio total). "De hecho, este sistema ya se ha aplicado en situaciones análogas a la nuestra".

Habría un separador (con las indicaciones visibles de “Donación de Alimentos”) a partir del cual se depositarían los alimentos a donar, que pasarán por caja. A pie de caja, directamente donde se depositan los alimentos una vez pagados para ser retirados, habría voluntarios perfectamente identificados por la ONG promotora de la donación, que se encargarían de su almacenaje y transporte a los bancos de alimentos. O más sencillo todavía : "Colocando un contenedor para la donación a pie de caja, donde el cajero la depositaría para ser trasladada directamente a los almacenes de la ONG promotora. Estas propuestas podrían servir como punto de partida para llegar a la mejor solución".

El Gobierno no se ha pronunciado aún sobre esta iniciativa, pero cabe recordar que ya se opuso a una enmienda en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) para reinvertir un millón de euros del IVA de donaciones (en aquel momento no se había aprobado la ley que lo suprimía) en la compra de más comida para los bancos de alimentos. Su argumento entonces fue escueto: "Aumenta el gasto".