España

El Gobierno teme que los CDR revienten la Diada y compliquen las negociaciones con Puigdemont

La reciente detención de cuatro CDR por intentar sabotear la Vuelta Ciclista pone en alerta al Gobierno de cara a la Diada, marcada por las negociaciones con separatistas

Manifestación con motivo de la Diada.
Manifestación con motivo de la Diada. EUROPA PRESS

Los antecedentes ponen en alerta al Gobierno. En el transcurso de la Vuelta Ciclista, la Comisaría General de Información de la Policía Nacional detuvo a cuatro CDR que pretendían sabotear la carrera, lanzando un derivado de aceite para que los deportistas se accidentaran en su paso por Cataluña. Y ahora, ante la celebración de la Diada, existe el temor de que otros grupos radicales planeen acciones destinadas a alterar el orden público. Moncloa cree que la existencia de estas escenas convulsas sería un recordatorio demasiado crudo de los acontecimientos que se vivieron en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 o tras la sentencia del procés. Y, con ello, dificultar los pactos con Junts y Carles Puigdemont, clave para la formación de un nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez, con la amnistía aún encima de la mesa de negociación.

Desde las esferas de seguridad se entiende que los CDR tienen dos ámbitos de actuación. La primera es más visible y popular, centrada en manifestaciones y protestas en las que se insta a participar a la ciudadanía. Los CDR ya han movilizado a sus seguidores a través de redes sociales de cara a la Diada.

El acto principal tendrá lugar a las cuatro de la tarde, en la plaza de Sants, con una manifestación que, bajo el lema "De la opresión a la independencia", discurrirá hasta la Ciudad de la Justicia, donde está previsto llegar a las 17.14 horas. El horario no es casual, y evoca a la fecha 1714, fecha clave para el separatismo catalán y que inspira la celebración de la Diada.

Del mismo modo, las delegaciones territoriales o municipales de los CDR han preparado otros actos populares a lo largo y ancho de toda la geografía catalana. El objetivo es mostrar músculo y defender sus líneas rojas, siempre centradas en el referéndum y la independencia, en un momento en que el separatismo catalán tiene la llave para llevar a Pedro Sánchez a la Moncloa; el PSOE requiere el voto favorable de ERC y Junts para sumar la mayoría necesaria frente a Alberto Núñez Feijóo.

Células organizadas

Pero en la otra cara de la moneda, los CDR disponen de otro ámbito de actuación, más discreto y con una mayor capacidad de alteración del orden público. Son los pequeños grupos organizados, con objetivos inmediatos de sabotaje y boicot. Es el caso de los detenidos en el marco de la Vuelta Ciclista, tras elaborar un sofisticado mecanismo que habían ocultado entre la maleza para atacar a los corredores.

No hay que olvidar que estos grupos, constituidos a modo de células, pretendían objetivos especialmente ambiciosos. Al menos así se desprende de la investigación de la Guardia Civil sobre varios CDR que contaban con ingente material para la elaboración de explosivos; todos ellos se encuentran procesados, a la espera de sentarse en el banquillo para rendir cuentas ante la Justicia.

Estos grupos son los que generan una mayor inquietud en el Gobierno. Las movilizaciones de los primeros pueden ser controladas por fuerzas del orden público; pero la actividad encubierta de los segundos y su discreción los convierten en elementos más peligrosos, especialmente por la magnitud de su actividad subversiva.

Pulso en la Diada

Una Diada con incidentes violentos sería un golpe a la negociación de Sánchez con el separatismo catalán. Y pondría en tela de juicio la amnistía que negocia el Gobierno para Puigdemont y otros condenados y procesados por el golpe a la democracia del 2017.

Fuentes socialistas admiten que la situación ya es lo suficientemente tensa en el seno del partido como para lidiar encima con episodios violentos. Y creen que las críticas que ya han hecho destacados dirigentes del PSOE a esta amnistía se extenderían más allá de Emiliano García Page, único barón en activo que se ha posicionado claramente en contra de estas cesiones.

Otro de los temores en el seno del PSOE es que la Diada recrudezca el pulso que mantienen Puigdemont y Oriol Junqueras por el liderazgo político del independentismo. Y se encarezca todavía más el precio de la investidura.

Este diario informó de que Sánchez quería dejar pasar la Diada antes de cerrar cualquier acuerdo con Puigdemont. Y tiene todavía margen de negociación. Un margen temporal que el mismo PSOE concedió a Alberto Núñez Feijóo para afrontar su investidura los días 26 y 27 de septiembre.

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