El giro marroquí del Gobierno cambia la inmigración: la mitad ahora llega desde Argelia

El giro de Sánchez hacia Marruecos ha tenido un claro impacto sobre los movimiento migratorios desde África hacia España. Porque no solo se ha reducido prácticamente a la mitad el número de inmigrantes llegados a nuestro país (un 41% concretamente), sino que además la vía de entrada ha cambiado: mientras antes Marruecos era el punto de origen 'favorito' y Canarias el destino ideal, ahora la principal vía de entrada es a través de Argelia hasta la Península.

Así lo muestra el último balance de la inmigración irregular del Ministerio del Interior. Entre el 1 de enero y el 15 de abril, el número de inmigrantes ilegales ha pasado de 9.302 personas en 2022 a 5.208 en 2023. La vía marítima ha reducido su afluencia de personas en un 31,9% - de 8.130 personas a 4.940- . Un cifra provocada, directamente, por la reducción drástica de las pateras procedentes desde Marruecos: la ruta hasta Canarias.

Entre el 1 de enero de 2022 y el 15 de abril, cuando España y Marruecos no se lanzaban aún besos, el número de inmigrantes ilegales que llegaban a Canarias -la mayoría desde la costa marroquí-, fue de 6.359 personas. En ese mismo lapso de tiempo, pero de 2023, el número bajó a 2.376, lo que equivale a una reducción del 62,6%. El número de embarcaciones también se ha reducido: de 138 cayucos a 56, lo que implica una reducción del 59,4%.

Las llegadas a Ceuta y Melilla, tanto por mar como por tierra, también se han reducido este año respecto al anterior. Las dos ciudades autónomas de nuestro país eran un objetivo marroquí por no contar con una barrera en forma de mar. A Ceuta han accedido, por vía marítima en lo que llevamos de año, 16 inmigrantes, mientras que en 2022 fueron 33: se ha producido una reducción del 51,5%. En Melilla, aunque no ha habido una bajada tan drástica, también se ha producido un descenso: de los 43 de 2022 a los 32 de 2023.

Pese a ello, el método más utilizado por los inmigrantes ilegales es saltar la valla de Ceuta o Melilla. En ambos casos, se ha reducido de manera la afluencia de personas: De 1.172 personas a 268, un total de un -77,1%, donde Melilla es el principal objetivo. El pasado año, 929 personas trataron de acceder por su valla a nuestro país de forma ilegal. En 2023, esa cifra se ha reducido a 28 personas. Es, porcentualmente, el mayor descenso de la estadística, con una bajada del 97%.

En Ceuta, las cifras son casi idénticas: de 243 inmigrantes en 2022 a 240 en 2023. Apenas una reducción del 1,2%. Pese a ello, es una cifra baja si tenemos en cuenta que las autoridades marroquíes repelieron a 200 inmigrantes hace un par de semanas cuando intentaron saltar la valla. Por tanto, no ha descendido el número de personas que tratan de acceder ilegalmente a nuestro país: la diferencia es que ahora Marruecos sí toma medidas para evitar que esto suceda.

La travesía desde Argelia, la única que crece en 2023

Paradójicamente, la vía argelina, que parte desde el país africano hasta la península y Baleares a través del mar, es la única opción que ha crecido. Ante el control terrestre y costero de las autoridades marroquíes, se ha duplicado el número de embarcaciones que parten desde Argelia. Una ruta complicada, ya que es la más larga. En concreto, el número de irregulares que han optado por esta vía es un 48,4% más: de 1.695 en 2022 a 2.516 en 2023.

Además, las embarcaciones van más llenas, lo que complica el viaje, pero maximiza los beneficios de las mafias encargadas de estos traslados. El número de 'cayucos' ha crecido desde los 167 a los 213, un 27,5% más. Un crecimiento inferior al aumento de inmigrantes: mientras en 2022 viajaban, de media, 10 personas en cada trayecto, ahora la media sube a 12 inmigrantes por embarcación.

A través de Argelia han entrado casi la mitad de los inmigrantes que han tomado tierra en territorio español (48%), mientras que en 2022, la vía argelina solo representaba alrededor del 18% de los inmigrantes ilegales que procedían de África. La inmigración procedente de Marruecos, por su parte, ha pasado de representar el 80% del total a poco más de la mitad (alrededor del 51%).