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España

Podemos valora lanzar a Garzón en Andalucía y sustituirlo con Enrique Santiago

La remodelación del Gobierno de Pedro Sánchez pone en la cuerda floja al ministro de Consumo. Aunque Garzón se resiste, en Unidas Podemos barajan enviarle a Andalucía como candidato autonómico para que frene la llegada Íñigo Errejón

El ministro de Consumo, Alberto Garzón. Europa Press

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aparece en las quinielas tanto de Unidas Podemos como del PSOE para ser uno de los dirigentes afectados por la remodelación del Ejecutivo de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno quiere lanzar un mensaje a la Unión Europea y proyectar un segundo ciclo en su legislatura centrado en la gestión de los fondos comunitarios. Podemos valora lanzar a Garzón como candidato en Andalucía si el presidente Juanma Moreno Bonilla se decide por adelantar los comicios autonómicos.

La clave de una eventual sustitución de Garzón es que Unidas Podemos no quiere perder un ministerio de cuota de IU, entre otras cosas porque en la situación de fragilidad actual no están dispuestos a debilitar esa marca. Garzón lleva varios meses sabiendo que su papel se ha convertido en residual, y pidió internamente que un eventual cese estuviera acompañado por una “salida noble”.

El año pasado, el equipo de Garzón discutió sobre cómo intentar blindar su papel en el Ejecutivo. Como desveló este diario, hubo un debate en el que los asesores de Garzón le aconsejaron centrarse en las tareas ministeriales, mientras que el ministro apostó por atacar a la Monarquía para reivindicar su papel de defensor de la República.

Ministerio de cuota IU

Sin embargo, ahora su nombre ha vuelto a aparecer en las quinielas de los ministros que pueden dejar el Ejecutivo. De ahí que internamente en Unidas Podemos se esté barajando la sustitución de Garzón con Enrique Santiago. Santiago es el líder del PCE, hombre de confianza de Pablo Iglesias e Irene Montero y ahora secretario de Estado en la Agenda 2030, y su promoción garantizaría mantener el ministerio de cuota IU. También los comunes de Ada Colau no quieren perder su cuota ministerial.

Este diario ya desveló que Belarra había entregado los plenos poderes sobre Andalucía a Alberto Garzón para que frenara la avanzada de Íñigo Errejón. Las fuentes consultadas adelantaban la posibilidad de que Garzón pudiera dar el paso, y hacer un movimiento parecido al de Pablo Iglesias en Madrid el pasado 4 de mayo, aunque se espera que alcance un resultado electoral mejor que el del exvicepresidente.

Papel del PCE

Podemos entregó a Izquierda Unida, y más concretamente al sector del PCE, la región andaluza. Importantes dirigentes que trabajan ahora codo con codo con la cúpula morada, como Amanda Meyer, y su marido Toni Valero, uno de los principales líderes de IU en Andalucía, además de Toni Morillas y Ernesto Alba (el secretario general del PCA) podrían estar interesados en liderar la candidatura, pero también ofrecer a Garzón el apoyo necesario para su lista, encorsetando al coordinador de IU.

“Que Andalucía sea encabezada por el PCE es seguro”, zanjan en Podemos, donde explican que la negociación se llevará a cabo con Enrique Santiago. Y apuntan a que el propio Santiago, que en la primera negociación entre Sánchez e Iglesias había intentado evitar que Garzón obtuviera una cartera ministerial, podría estar interesado ahora en alejar del poder al coordinador de IU.

El papel de Garzón está siendo cuestionado internamente. Fuentes de Unidas Podemos sostienen que Garzón ha perdido referentes en los medios afines. Entre otras cosas por su silencio frente a la subida del precio de la luz, mientras se está centrando en las campañas contra las bebidas azucaradas.

Los socialistas también señalan a Garzón como un ministro saliente. Sánchez quiere adelgazar el número de ministros, y juntar carteras transformando algunos ministerios en secretarías de Estado. Hasta ahora la ministra de Hacienda María Jesús Montero se había erigido en defensora de Garzón. Su intención era equilibrar el papel de Pablo Iglesias en el Ejecutivo. Tras la salida del líder morado, todos los valedores de Garzón parecen haber perdido fuerza.

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