Todo indica que la rebelión iniciada por los agricultores y ganaderos contra las restrictivas políticas de la Unión Europa se va a extender de forma inmediata al potente sector pesquero, que estudia ya qué tipo de medidas emprender para sumarse a las movilizaciones y hacer fuerza conjunta frente a la asfixiante burocracia de Bruselas.
Sobre este particular, el presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, el gallego Basilio Otero, ha confirmado a Vozpópuli que el próximo lunes se celebrará una reunión de la comisión permanente para definir las acciones a llevar a cabo y ponerlas en marcha de forma inmediata. Los ánimos en el sector pesquero, al igual que en el campo, están muy caldeados, por lo que es casi seguro que los profesionales del mar iniciarán también movilizaciones para hacer llegar a la Unión Europea un mensaje contundente en contra de las políticas restrictivas ejecutadas en los últimos tiempos.
A la reunión acudirán también representantes de la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, que asumirán las decisiones que se adopten a nivel nacional. La rebelión del mar puede estallarle en la cara tanto a la Comisión Europea como al Gobierno español justo en la recta final de la campaña electoral de Galicia, comunidad que el próximo 18 de febrero tiene cita con las urnas. Basilio Otero, en torno a la coincidencia con los comicios en su tierra natal, señala que en esta ocasión las medidas que se adopten no tendrán connotaciones electorales, ya que se trata simplemente de defender los intereses pesqueros de toda España. El presidente de la Federación Nacional de Cofradías se mostró muy crítico en su día con las manifestaciones convocadas, a mediados del pasado mes de enero, con motivo de la llamada crisis de los pellets, que tildó de electoralistas por buscar únicamente réditos políticos, pero ahora los motivos de la protesta son totalmente diferentes tanto en el campo como en el mar. “Nosotros defendemos los intereses del sector pesquero”, señala. Basilio Otero opina que la movilización del sector agrario es una oportunidad que no pueden desperdiciar los pescadores para defender que el descontento con las políticas de la UE no es solo agrícola "sino de todo el sector primario".
A través de un comunicado conjunto, el sector pesquero y acuícola ha manifestado su apoyo a las protestas de los agricultores y reconoce su intención de sumarse a las protestas para “defender su competitividad”. El escrito, que está respaldado por la Asociación Empresarial de Acuicultura Española (Apromar), la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca) y la propia Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), señala que entiende a la perfección las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos españoles “debido a las similitudes con las expresadas por los propios productores y comercializadores de la pesca, tanto ante nuestro Gobierno como ante el ejecutivo comunitario”.
En este sentido, el sector del mar afirma que las políticas europeas, a su juicio cada vez más alejadas de la realidad, “están llevando a la pesca, la acuicultura y el comercio especializado de alimentación comunitarios a una pérdida sin precedentes de su capacidad competitiva y, consecuentemente, a poner en riesgo la soberanía alimentaria de Europa, cada vez de manera más evidente”. Su conclusión es contundente: “O la Unión Europea da un giro de timón y simplifica el marco administrativo y las exigencias medioambientales maximalistas o Asia se encargará de dar de comer a los europeos”.
El sector pesquero español cuenta con más de 8.500 buques, de los cuales la amplia mayoría, casi el 80%, se dedica a la pesca tradicional. El resto se reparte entre la pesca de arrastre y la de cerco.
Mientras la Federación Nacional de Cofradías estudia las medidas a adoptar para sumarse a la rebelión del campo, algunos colectivos de pescadores ya han empezado a movilizarse por su cuenta. Es el caso de las cofradías de pescadores de la provincia de Castellón, que han convocado diversas acciones de protesta para este viernes, entre ellas el amarre de la flota, para exigir a la Unión Europea que frene las restricciones sobre el sector antes de hundirlo por completo en la miseria
