¿Cuál es la función de un departamento gubernamental llamado "Mensaje"?; ¿cómo se mide el resultado de otro denominado "Comunicación con la ciudadanía"? o "para la Cohesión Social" o "de Rendición de Cuentas"? Son preguntas de difícil respuesta al comprobar los departamentos más singulares de los que se ha rodeado Pedro Sánchez en el complejo de la Moncloa.
En el organigrama de la fontanería más desconocida de la Presidencia del Gobierno, ahora en funciones, de la cúspide presidencial cuelgan los responsables de nueve organismos. Tres de ellos obedecen a la impronta sanchista: Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País, Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil y Secretaría General de Planificación Política. En un escalón inferior aparecen otros nueve departamentos o Unidades de nomenclatura singular que, junto a la Secretaría personal del presidente, suman 83 puestos de funcionarios, aparte de un número indeterminado de asesores y personal laboral.
La estructura presidencial ha registrado varios cambios en los dos últimos años, siendo el más destacado la desaparición del Alto Comisionado para España Nación Emprendedora que, sin pena ni gloria, pasó a mejor vida por real decreto el pasado febrero con esta explicación: “habiéndose alcanzado los objetivos que motivaron su creación”. Aquellos motivos eran “convertir a nuestro país en un referente internacional en emprendimiento e innovación”. Aquella disposición del BOE dejó intacta una estructura que depende del Gabinete de la Presidencia del Gobierno donde aparecen estas Unidades de las que no es fácil interpretar su misión dada la descripción de sus funciones con los efectivos humanos asignados:
- Unidad de Mensaje: “(…) de la persona titular de la Dirección Adjunta del Gabinete dependerá directamente una Unidad de Mensaje, cuyo titular tendrá rango de Subdirector General”. 2 puestos de funcionario.
- Unidad de Rendición de Cuentas: “(…) seguimiento y control de la programación y la implementación de la actividad gubernamental (…) preparación para la rendición de cuentas respecto a la acción del Gobierno”. 4 puestos de funcionario.
- Unidad de Modernización, calidad y sostenibilidad: “(…) se encargará de la realización de estudios y propuestas para la modernización administrativa y el impulso de la eficiencia, la eficacia y la sostenibilidad”. 2 puestos de funcionario.
Carecen de funciones oficialmente asignadas estos otros departamentos, siempre con un subdirector general al frente:
- Unidad de Comunicación con la ciudadanía. 24 puestos de funcionario, incluidos 9 consejeros técnicos.
- Unidad para la Igualdad y las Libertades. 2 puestos de funcionario.
- Unidad para la Gobernanza y la Cooperación con los diferentes niveles de Gobierno. 2 puestos de funcionario.
- Unidad para la Cohesión Territorial. 2 puestos de funcionario.
- Unidad para la Cohesión Social. 2 puestos de funcionario.
- Unidad para la Cohesión Económica. 2 puestos de funcionario.
Que España sea la cuarta economía de la Unión Europea y “referente internacional” en innovación y emprendimiento no obsta para que Sánchez mantenga como uno de los tres altos cargos de máxima cercanía al Alto Comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, junto al director de su gabinete, el secretario de Estado de Comunicación y el Secretario general de Asuntos Económicos y G-. Al frente de esa misión, con rango de subsecretario y sueldo anual de 123.687,22 € se sitúa el licenciado en Geografía e Historia Ernesto J. Gasco, que inició su carrera política en 1995 en el Ayuntamiento de San Sebastián. “Bajo dependencia directa del presidente del Gobierno” se encarga de coordinar “las actuaciones dirigidas a luchar contra la desigualdad y la pobreza infantil”, que se traducen en evaluar decisiones políticas en la materia, proponer iniciativas, elaborar análisis, etc. Para ello cuenta con una Oficina dirigida por Albert Arcarons, retribuido con 103.372,69 € y tiene asignados 5 puestos de funcionario.
Lo que más concreta el Alto Comisionado sobre su actividad es que se centra en tres ejes: “percepción”, “estructuras” y “políticas”, siendo igual de genérica la descripción de sus resultados, como el de “La transformación del discurso y la opinión pública”. El resultado es que la única aportación constatable del Alto Comisionado es la elaboración de estudios estadísticos, como el reciente sobre Hogares con niños y niñas que no pueden permitirse el acceso a internet.
Otro organismo de la Moncloa a la medida de la imagen que proyecta Sánchez Pérez-Castejón es la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia de País, que pese a su escasa aportación y presencia pública, Sánchez ha mantenido y reforzado buscando complicidad en círculos culturales. Esta Oficina, a cuyo frente está el profesor de Historia y premio de Excelencia Académica Diego Rubio, también elevado a subsecretario con retribución de 123.687,22 €, tiene el encargo de “analizar de forma rigurosa, objetiva y multidisciplinar los retos y oportunidades a los que se enfrentará España en el futuro y de ayudar al país a prepararse para ellos mediante el diseño de políticas públicas innovadoras y el asesoramiento en la toma de decisiones del presidente y sus ministros”. Tiene asignados 13 puestos de funcionario.
Las funciones más genéricas de este equipo en el primer círculo de colaboradores del presidente del Gobierno corresponden a la Secretaría General de Planificación Política. Al frente de ese organismo, y ascendido a subsecretario hace cinco meses con emolumentos de 123.687,22 €, como sus compañeros Gasco, Rubio y De la Rocha, se sitúa el técnico especialista en publicidad Antonio Hernández Espinal. A este político que se inició como jefe de comunicación del Ayuntamiento de Sevilla, le corresponde algo indeterminado como “la coordinación de las áreas de su competencia y de la unidad que se le adscribe y (…) asesoramiento, apoyo y refuerzo en la elaboración del programa político del Gobierno”. Tiene asignados 6 puestos de funcionario.
Para enlazar con sus círculos de confianza en la Moncloa y fuera, más con los ministros, directivos de empresas públicas, asesores directos y los máximos responsables de gestionar los fondos Next Generation, Pedro Sánchez dispone de un Gabinete de 46 personas al que se añade una infraestructura exclusivamente personal de 17 secretarias/os. Todos los anteriores, sean o no altos cargos, aparecen en las 52 páginas de la relación de puestos de funcionarios del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, sumando un total de 860 personas, sin contar contratados laborales, muchos de ellos con nivel salarial 30, incluidos los “vocales asesores”.