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La Fiscalía señala al imán Es Satty como "líder de la célula terrorista" que atentó en Cataluña en 2017

La Fiscalía destaca al imán Es Satty como "líder de la célula terrorista" que atentó en Cataluña en 2017

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha señalado este lunes que el imán de Ripoll (Girona) Abdelbaki Es Satty fue "el líder de la célula terrorista" que atentó en Cataluña en agosto de 2017 y la persona que transmitió el "terrible ideario de Estado Islámico a los jóvenes" de esa localidad. "Los jóvenes lo seguían porque era el imán, así de sencillo", ha explicado.

La sesión de este lunes --la 26 de la vista oral-- se ha dedicado al informe final del Ministerio Público, que durante casi cuatro horas ha explicado la implicación que tuvieron los acusados Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir y Said Ben Iazza en los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) del 17 y 18 de agosto de 2017. La Fiscalía anunció en la anterior jornada, la del pasado viernes, que solicita penas de prisión que oscilan entre 8 y 41 años de cárcel.

La fiscal Ana Noé, que ha iniciado la exposición recordando la gran colaboración de organismos internacionales para el esclarecimiento de los hechos acaecidos en 2017, ha explicado que todo se gestó en 2015 con la llegada de Es Satty a Ripoll.

Así, ha identificado al imán como el líder de la célula, recordando que, según han señalado los investigadores que han testificado en el juicio, la idea inicial era atentar el 20 de agosto con tres furgonetas cargadas de explosivos en el estadio de fútbol Camp Nou, en la Sagrada Familia de Barcelona y en la Torre Eiffel de París. Es Satty planeaba inmolarse con un chaleco de explosivos, ha añadido.

Cambio de rumbo

Sin embargo, la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) en la que se preparaban los explosivos fue el "detonante" que provocó los atropellos masivos en La Rambla de Barcelona y en el paseo marítimo de Cambrils, dejando 15 víctimas mortales y centenares de heridos, además del asesinato de Pau Pérez durante la huida de Younes Abouyaaqoub (autor material del ataque en la ciudad condal que fue abatido días después). "El hecho de la perdida de sustancias explosivas y la perdida del imán supuso un cambio de rumbo en la planificación de los atentados", ha señalado la fiscal.

La representante del Ministerio Público ha rechazado cualquier duda sobre que el imán no haya fallecido en Alcanar, en respuesta a las partes que lo cuestionan. También ha hecho un repaso de todos los hallazgos documentales encontrados en dicha vivienda, que se atribuyen a Es Satty para hacer hincapié en su papel protagónico en la célula.

Ha resaltado las notas halladas en el reverso de 25 fotografías donde se podían leer mensajes en los que se identificaba como 'Soldado de los soldados de Estado Islámico'. Asimismo, ha indicado que los investigadores encontraron otras frases que hacían referencia a "nosotros los soldados del Estado Islámico en la tierra usurpada de Al Andalus", lo que le ha llevado a afirmar que Es Satty "tenía fijación con la historia del Al Andalus".

Tras ello, la fiscal ha centrado su exposición en los indicios que considera probados contra el acusado Mohamed Houli Chemlal, para quien solicita la pena de 41 años por los delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos, y conspiración para cometer estragos terrorista.

Considera que Houli Chemlal no ha colaborado en nada 

Ha descartado la posibilidad de que se le aplique alguna atenuante porque, en contra de lo que sostiene la defensa del acusado, "no hay reconocimiento de nada, ni ayuda de ningún tipo para la investigación". En este sentido, ha desatacado que "no hay ningún abandono voluntario de las actividades delictivas", ya que al resultar herido en la explosión de Alcanar la noche anterior a los atentados, directamente es ingresado en el hospital.

"En su primera declaración no se había producido los atentados y ojalá hubiera colaborado a evitar estos acontecimientos. Tampoco ha ayudado a la contención del delito o recabar pruebas", ha afirmado la fiscal, que tras repasar todas las manifestaciones prestadas por el acusado ante los Mossos d'Esquadra y ante el juez instructor, ha señalado que no ha prestado ningún tipo de colaboración, sino que más bien ha ido rectificándose.

Según la fiscal, tampoco se puede dar credibilidad al argumento esgrimido de que toda su participación en la célula yihadista era porque estaba "drogado o amenazado", pues ha quedado probado que su "proceso de radicalización comenzó en 2015" y que era "conocedor" de todas las actividades y planes del grupo.

Así, según ha dicho la fiscal, se demuestra en las fotografías y vídeos grabados por el propio acusado en los que "no se ve ningún tipo de reserva de los demás miembros del grupo hacia Houli" o en las conversaciones telefónicas en las que desprende que éste estaba "al corriente" del desarrollo del viaje que emprendieron dos miembros de la célula a París, donde recogieron imágenes de las inmediaciones de la Torre Eiffel.

Driss Oukabir, el miembro "díscolo" de la célula 

También ha quedado acreditada la integración en la célula yihadista del acusado Driss Oukabir, para quien se solicita 36 años de prisión por los mismos delitos que a Houli Chemlal, según ha explicado el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo.

El fiscal también ha querido recalcar que a los acusados no se les puede atribuir ningún delito de asesinato porque "no han tenido participación" en los atentados de Barcelona y Cambrils. En el caso de Houli Chemlal porque se encontraba en el hospital y en el caso de Driss Oukabir porque poco antes había decidido decidido abandonar los planes, ha explicado.

Ello no impide que los acusados puedan ser juzgados y castigados penalmente por sus actuaciones hasta que explotó la casa de Alcanar, ha señalado el fiscal Carballo, que ha subrayado que ha quedado probado que estos dos acusados han intervenido "activamente" en la preparación de los atentados, así como en el "encubrimiento" de estas actividades.

Así, ha destacado que Driss Oukabir, aunque posiblemente fuera el miembro "más díscolo" de la célula, finalmente cayó en la "atmósfera sagrada" que ofreció Es Satty a los jóvenes, quienes "poco a poco se autoconfinaron --lamentando el uso de la palabra ante la actual situación de pandemia-- de la sociedad".

Prueba de ello son todas las conversaciones que mantuvo con su hermano Moussa --uno de los terroristas abatidos en Cambrils--, quien era el "nexo de comunicación" entre Driss Oukabir y la célula y con quien utilizaba un "lenguaje críptico". "Una forma de actuar no muy propia de una conversación normal o de alguien que cree que no está haciendo nada malo".

Además, ha señalado que Oukabir era tal conocedor de lo que se estaba planeando que su preocupación era no dejar rastro. Por ello se desplaza 80 kilómetros para alquilar una de las furgonetas con las que se pretendía atentar y deja como teléfono de contacto un número falso, ha recordado el fiscal, al mismo tiempo que ha concluido que este acusado "no tiene ninguna intención de evitar lo que se iba a hacer con esa furgoneta".

Colaboración con la célula 

Por último, sobre el tercer acusado, Said Ben Iazza, que se enfrenta a 8 años de prisión, la Fiscalía le acusa del delito de colaboración con organización terrorista por "prestar apoyo idóneo y eficaz" a los miembros de la célula con quienes había "absoluta confianza".

Ben Iazza prestó una furgoneta de su tío para la adquisición y transporte de productos químicos, así como su documentación personal para ocultar la verdadera identidad del comprador del material para fabricar los explosivos.

El juicio se reanuda el próximo 1 de febrero, cuando el resto de acusaciones comenzarán a exponer ante el tribunal de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional sus respectivos informes finales.

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