Quantcast

España

Las derrotas de España en organismos internacionales ponen en la picota a Redondo y Laya

Calviño, Sánchez y Laya, en una videoconferencia con líderes iberoamericanos.

El episodio se produjo a principios de noviembre y pasó desapercibido. España presentó su candidatura a la Comisión Consultiva de Asuntos Administrativos y de Presupuesto de las Naciones Unidas para el período 2021-2023. Se hizo una campaña intensa tanto a nivel privado como público, que resultó un fracaso. El Ministerio de Asuntos Exteriores creía a Turquía su gran rival, pero nuestro país no pasó ni de la primera votación. Una derrota similar a la que cosechó la candidatura de León como sede de la agencia europea de ciberseguridad hace unos días.

El fiasco de León ha provocado que Exteriores responda con una campaña en las redes sociales para recordar que España alberga ya seis agencias y oficinas de la Unión Europea en Alicante, Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Vigo. El recordatorio ha sido una necesidad de justificarse ante un malestar creciente en el seno de la diplomacia española, que tiene en su punto de mira a La Moncloa -y en especial al director de Gabinete de la Presidencia, Iván Redondo; a la ministra Arancha González Laya; y al secretario de Estado para la España Global, Manuel Muñiz.

León, la ONU, las derrotas de la vicepresidenta Nadia Calviño en el Eurogrupo y el ministro de Ciencia, Pedro Duque, en la Agencia Espacial Europea o el intento fallido de González Laya de aspirar a la Organización Mundial del Comercio (OMC) han debilitado la posición de España en los organismos internacionales. Según explican varias fuentes a Vozpópuli, el principal reproche que se hace a la estrategia de Moncloa y Exteriores es la línea errática de presentarse a todo. Cuando se dispara sin ton ni son, dicen, la sensación es de falta de seriedad.

"Lo importante en los organismos internacionales es concentrar esfuerzos, porque eso te permite intercambiar apoyos", explican estas fuentes.

El 'trampantojo' de Redondo

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha respondido a todas y cada una de las derrotas con diferentes argumentos. Calviño fue la que se quedó más cerca del Eurogrupo, donde España cayó pese a tener atados los apoyos de los principales países del euro, como Alemania, Francia e Italia. En el caso de Duque, se dijo que Bruselas había optado por una candidatura "continuista". Sobre León, por ejemplo, se aseguró que le había penalizado no ser una capital nacional.

"Se utiliza un argumento que ellos mismos desmienten al recordar que ciudades como Vigo, Sevilla o Bilbao, que tampoco son capitales de país, tienen sedes de la UE", señalan. "También se dijo que Rumanía ganó la agencia porque no tiene organismos de la UE, pues bien España nunca había estado en la Comisión Consultiva de la ONU y seguirá sin estarlo".

Funcionarios españoles adscritos a organismos internacionales -no al Gobierno- consideran que parte de esta seguidilla de candidaturas ha sido un "trampantojo" de el jefe de Gabinete de la Presidencia. Aseguran que Redondo ha empujado esta vorágine internacional sin conocer cómo funciona esta diplomacia, ni calibrar las posibilidades reales de nuestro país.

Redondo no tiene ahora el freno que ejercía el diplomático José Manuel Albares en la primera etapa de Sánchez en La Moncloa. Albares, que aspiraba a la cartera de Exteriores tras la investidura de hace un año, fue nombrado embajador en Francia y acabó fuera del Gabinete y del Gobierno.

Laya y Muñiz, sin competencias

La influencia de La Moncloa en Exteriores es, según reconocen desde el propio Ministerio, más fuerte que nunca. Los nombramientos políticos atribuidos a Sánchez en puestos clave han soliviantado a muchos diplomáticos. Los casos más polémicos han sido el de la embajada en Cuba, la exministra Carmen Montón en la OEA o el de Andrés Perelló en la Unesco.

Otras fuentes reconocen esa influencia, pero sitúan a González Laya como responsable de estos errores. Junto a ella está el secretario de Estado para la España Global, Manuel Muñiz. El problema, dicen, es la gestión errática de las áreas del Ministerio por la indefinición de competencias.

Sánchez mantuvo España Global en Presidencia con Irene Lozano, pero la vació de contenido tras la investidura y la reconvirtió en una secretaría de Estado en Asuntos Exteriores. Muñiz hace diversas cosas, pero ninguna concreta. Y va pisando competencias de unos y otros.

Hace unos días, Muñiz viajó a Emiratos Árabes y se reunió con la responsable de Cooperación de los Emiratos. Dos días después, se produjo otra reunión de esta misma persona con la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno.

Otras derrotas de España

Estas fuentes insisten en que tampoco es justo culpar a Sánchez de este "mal fario internacional". Y recuerdan que todos los presidentes han tenido derrotas en el pasado.

El actual presidente colocó al exministro Miguel Ángel Moratinos como Alto Representante de las Naciones Unidas para la Alianza de civilizaciones. El proyecto de la Alianza lo impulsó José Luis Rodríguez Zapatero, pero también lo abrazó después Mariano Rajoy.

El propio Rajoy no consiguió colocar a Luis de Guindos en el Eurogrupo cuando era ministro de Economía. De Guindos es ahora vicepresidente del Banco Central Europea. Y con Zapatero en La Moncloa, Moratinos perdió por cuatro votos la secretaría general de la FAO (Dirección General de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) en 2011. 

Ya no se pueden votar ni publicar comentarios en este artículo.