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España

El Gobierno declara la guerra al cigarrillo electrónico sin que haya consenso médico sobre sus efectos

Una mujer 'vapea' con su cigarrillo electrónico

El Gobierno de España ha decidido poner la venda antes de la herida con los cigarrillos electrónicos y los productos de vapeo. Aunque la comunidad científica no se pone de acuerdo sobre los riesgos y ventajas de los dispositivos de liberación de nicotina, y mientras ejecutivos de países como Reino Unido y Estados Unidos adoptan posturas totalmente opuestas ante el creciente uso de estos aparatos, el Ministerio de Sanidad ha decidido declararles la guerra. 

"Que no te engañen, el tabaco ata y te mata en todas sus formas". Ese es el eslogan de la nueva campaña contra el tabaquismo lanzada el pasado miércoles por la ministra María Luisa Carcedo. Un spot para televisión, radio e Internet, así como pósters y banners en los que se equiparan los efectos del tabaco con el de los vápers, pipas de agua y cigarrillos electrónicos. 

"El Gobierno intenta confundir a la población. Usar dispositivos de liberación de nicotina y fumar no es lo mismo. Los nuevos dispositivos no tienen tabaco ni muchas de las sustancias cancerígenas de los cigarrillos tradicionales, y sus efectos para la salud no son los mismos. Es el mejor método que existe para dejar de fumar", afirma Fernando Fernández Bueno, cirujano oncólogo del Hospital Gómez Ulla y presidente de la Plataforma para la Reducción del Daño por el tabaquismo. 

Fernández Bueno pertenece a un sector médico que defiende la existencia de "más de 40 estudios científicos internacionales" que, según su versión, avalan la utilización de los vapeadores y cigarrillos electrónicos como tratamiento para los casi dos millones de españoles que quieren dejar de fumar pero no consiguen hacerlo con los medicamentos, parches y chicles de nicotina habituales. Algo que ya se está haciendo en países como Reino Unido y Nueva Zelanda.

"En Reino Unido, desde 2012 las autoridades sanitarias permitieron que los médicos pudiesen recetar los dispositivos de liberación de nicotina como tratamiento y la tasa de fumadores se ha reducido de un 30% a un 15%. Sin embargo, aquí tenemos las mismas tasas de tabaquismo que en 2005 y el Gobierno está abordando el cigarrillo electrónico desde una parcialidad, sin ser objetivo, y sin escuchar a las voces que, al amparo de la ciencia y distintas investigaciones, defendemos el uso de estos dispositivos", añade este cirujano oncológico. 

"Amenaza actual y real"

"Fumar un vapeador, una pipa de agua o un cigarrillo electrónico crea adicción y es una puerta de entrada al consumo de tabaco para los jóvenes", señaló la ministra María Luisa Carcedo el pasado miércoles al lanzar la nueva campaña del Gobierno contra el tabaquismo. Un lanzamiento que se produjo durante una jornada sobre 'Reducción de daños en tabaco: mentiras, verdades y estrategias', organizada por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). 

Allí expertos internacionales e independientes que se oponen al uso de los cigarrillos electrónicos alertaron de los posibles usos negativos de estos dispositivos y, en línea con las recomendaciones de la OMS y el Ministerio de Salud, destacaron la falta de información rigurosa sobre estos nuevos productos de nicotina representan una "amenaza actual y real". 

"La industria de la nicotina y el tabaco, con años de experiencias de éxito en el marketing de sus productos a la población, parece estar de vuelta utilizando el marketing para posicionar sus productos a diferentes grupos de consumidores, usando temas recurrentes como el glamour y la libertad, aparte de usar argumentos como que es bueno cambiar el cigarrillo por los nuevos productos por una cuestión de la salud", señaló Juan Miguel Rey, Psicólogo y profesor de Comercialización e Investigación de Mercados, Universidad de Granada.

"Lo que más se recalcó en este encuentro es que se necesitan más estudios, a la largo plazo e independientes, con grupos amplios de población", destaca Francisco Rodríguez Lozano, presidente de ANIS. 

En lo único que se ponen de acuerdo los médicos es precisamente en la falta de más estudios científicos y en el hecho de que los nuevos dispositivos de nicotina no son completamente inocuos.

"Sin embargo, hay investigaciones elaboradas en Reino Unido que confirman que estos productos de vapeo tienen un 95% menos de tóxicos. Por eso, lo que pedimos al Gobierno es que antes de emprender una campaña contra los vapeadores desarrolle un ensayo clínico que permita determinar si es efectivo o no, y a partir de ahí se decida", indica por su parte Fernández Bueno. 

Cinco muertos en EEUU

Entre los médicos no hay consenso, pero tampoco entre los gobiernos. Mientras en Reino Unido y en Nueva Zelanda se han adoptado planes nacionales para conseguir que ambos países sean libres de humo en 2030 sustituyendo el tabaco por la inhalación de vapor, Estados Unidos inició en 2013 una campaña contra estos dispositivos al constatar que su utilización estaba creciendo de forma alarmante entre los jóvenes.

Además, Washington lanzó este viernes una alerta y pidió suspender el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores por una "misteriosa epidemia" pulmonar que podría estar vinculada a estos dispositivos y que ha causado cinco muertos y 450 hospitalizaciones en las últimas semanas. 

En España, según los datos ofrecidos esta semana por el Gobierno, el cigarrillo tradicional de cajetilla sigue siendo la forma de consumo de tabaco más extendida, pero casi un 9% de la población de 15 a 64 años ha probado los cigarrillos electrónicos alguna vez. Cifra que se eleva al 13% entre los jóvenes de entre 15 y 24 años.

“Estos datos nos advierten de la necesidad de adoptar medidas para tratar de que la senda descendente que había mantenido en los últimos años el consumo de tabaco, vuelva a su cauce”, aseguró Carcedo el miércoles antes de anunciar que la ley antitabaco en nuestro país se endurecerá próximamente para hacer frente a las nuevas formas de consumirlo.  

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