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España

España se afianza como país de la UE con más graduados en puestos que no requieren título

Uno de cada tres graduados ocupados trabaja en puestos de baja cualificación. Así lo recoge el Informe CYD 2020, cuya 17ª edición ha sido presentada este miércoles por la Fundación CYD

Foto de archivo de grupo de universitarios españoles

España se consolida como país de la Unión Europea con más graduados universitarios trabajando en puestos donde no les hace falta el título adquirido. Un fenómeno que se conoce como sobrecualificación y que parece perseguir a los jóvenes año tras año.

Esta es sola una de las conclusiones del Informe CYD 2020 presentado este miércoles por la Fundación CYD y que aborda la contribución de las universidades españolas al desarrollo.

En concreto, uno de cada tres graduados ocupados trabaja en puestos de baja cualificación, según los últimos datos publicados por Eurostat. Una cifra que, si bien ha disminuido en el último curso, sigue disparada con respecto a otros países al igual que el paro juvenil

En 2020, del total de los graduados superiores españoles que estaban trabajando, un 36% lo hacía en puestos de baja cualificación frente al 23,5% de la media europea. Uno de cada tres frente al menos de uno de cada cuatro que lo hacía en el promedio de la UE-27. Luxemburgo y Portugal son los dos países que menos se ven afectados por esa sobrecualificación, mientras que ChipreGrecia, Irlanda y España se sitúan en el furgón de cola.

El 63,9% de los graduados en alta cualificación

En el otro extremo, el 63,9% de los graduados ocupados españoles trabaja en puestos de alta cualificación (directores y gerentes; técnicos y profesionales científicos e intelectuales; técnicos y profesionales de apoyo). Un dato que deja a España a casi 13 puntos de distancia de la UE-27, donde el 76,5% de los graduados superiores con empleo desempeñaba tareas de alta cualificación.

"Respecto al año anterior, no obstante, se produjo un incremento en España de casi un punto porcentual en el porcentaje de los ocupados graduados superiores que estaban empleados en ocupaciones de alta cualificación (63,1% en 2019), tendencia, esta, a la menor sobrecualificación, que también se manifestaba cuando se analizaban los contratos realizados con graduados universitarios durante el año 2020", sostiene el informe.

Además de "la permanencia de unos niveles elevados de sobrecualificación", es decir, de ocupados universitarios en puestos de baja cualificación, el estudio hace alusión a la llamada sobretitulación: la sobreestimación de la cualificación de los titulados universitarios.

El estudio hace alusión a la llamada sobretitulación: la sobreestimación de la cualificación de los titulados universitarios

"España sigue siendo, con los datos del año 2020, el país de la UE-27 con más sobrecualificación, a pesar de que en este año el nivel de sobrecualificación ha disminuido. Reducir dichos niveles de sobrecualificación y sobretitulación no compete exclusivamente a las universidades", ha advertido este miércoles el vicepresidente de la Fundación CYD, Francesc Solé Parellada.

Según Solé, el "gap" que existe entre la ESO y Bachillerato, donde la tasa de fracaso escolar es muy alta, y la Universidad es "un problema de difícil solución" para las universidades españolas. " En España hay una desventaja entre esa titulación y la universitaria", señala.

Oferta de títulos más adaptada

No obstante, considera que sí está en manos de las instituciones académicas elaborar una oferta de titulaciones que se adapte mejor a las necesidades del sistema productivo y conocer con más detalle las competencias adquiridas por los titulados en cada una de las familias de grados de las universidades.

"Actualmente, la demanda es muy superior a lo que el sistema productivo y el empleador público ofrecen. Pero en la Universidad si se pueden ofrecer títulos más adaptados", ha insistido.

De acuerdo al análisis de la Fundación CYD, la sobrecualificación que afronta los graduados se relaciona con el hecho de que España sea el cuarto país de la UE-27 con menos porcentaje de ocupados de alta cualificación, el 35%, a siete puntos porcentuales de distancia del promedio y superando únicamente a Grecia, Bulgaria y Rumania. Pues muchos otros están desocupados.

España es el cuarto país de la UE-27 con menos porcentaje de ocupados de alta cualificación, el 35%, a siete puntos porcentuales de distancia del promedio

En comparación, más de la mitad de las ocupaciones son de alta cualificación en los Países Bajos, Finlandia, Suecia y Luxemburgo; entre el 45% y el 50% están Francia y Alemania. "Hay una correlación positiva entre el porcentaje de los ocupados que están en puestos de alta cualificación y el porcentaje de ocupados graduados superiores que están trabajando en una ocupación acorde a su titulación", señalan los autores.

Gran proporción de titulados superiores

Allí donde haya más proporción de ocupaciones de alta cualificación, menos proporción de titulados sobrecualificados habrá y viceversa. España, no obstante, como también le ocurre a Chipre, está claramente por debajo de la línea de tendencia, lo que indicaría que tienen más sobrecualificación de lo que les tocaría dado el porcentaje de ocupaciones de alta cualificación que es capaz de generar su estructura productiva.

"Tal vez el tener una gran proporción de titulados superiores entre la población de 25 a 64 años esté influyendo en este hecho. Al revés les ocurre a Rumanía, Italia o Portugal, por encima de la línea de tendencia y con un porcentaje de graduados superiores entre la población adulta claramente inferior al promedio", apunta el informe.

El informe también destaca la "capacidad de reacción y adaptación" de las universidades españolas ante la Covid-19

El informe, que este año celebra su 17ª versión, destaca la "capacidad de reacción y adaptación" de las universidades españolas ante la Covid-19.

La irrupción de la pandemia obligó a las universidades españolas a digitalizarse "con rapidez" para continuar con su actividad, lo que supuso un aumento de la enseñanza online del 5% registrado antes de marzo de 2020 al 83% posterior. La evaluación a distancia evolucionó desde el 4% al 86%.

Los autores señalan que el sistema español ha avanzado en el fortalecimiento de sus competencias digitales y mejorado la utilización de los recursos virtuales en la docencia, pero presenta varios desafíos entre los que figura, además de la sobrecualificación, la reducida financiación pública y el impacto de la pandemia en la internacionalización.

A estos retos se suman la disrupción digital, las trabas en las alianzas internacionales y la necesidad de fondos para movilizar la capacidad investigadora de la universidad hacia la innovación.

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