España

ERC ultima la candidatura de Rufián a la alcaldía de Santa Coloma

El portavoz de los republicanos podría mantener su escaño en el Congreso, según estipula la Ley del Régimen Electoral. Es más, ya avisó de que no se iría del Congreso de los Diputados

ERC salvó el decreto de Sánchez pese al rechazo del Govern a las ayudas al transporte
Pere Aragonès y Gabriel Rufián en el Congreso de los Diputados.

ERC ultima la candidatura de su portavoz en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, a la alcaldía de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona, 120.000 habitantes), su localidad natal que gobierna el PSC. Según ha sabido Vozpópuli, el partido del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tiene prevista una reunión el 8 de octubre para cerrar el 'viaje' del político catalán a su tierra previa decisión de la militancia. Rufián, de acuerdo a la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, podrá mantener su escaño en la Cámara Baja.

Es más, él mismo avisó de que no le gustaría irse de la Carrera de San Jerónimo. "Si lo puedo compaginar con vivir, lo intentaré", espetó Rufián en el programa 8TV. La realidad es que tras la petición de ERC, que verbalizó Oriol Junqueras, hay motivos personales que le han hecho difícil dar el salto. "Ahora ya vivo en un AVE", dijo. De modo que el peso del personaje que se lo pidió ha sido determinante: "Si me lo hubiera pedido cualquier otro [que no fuera Junqueras], ni me lo pensaría", zanjó.

Lo cierto es que el portavoz parlamentario, encajado en la burbuja madrileña desde que logró el escaño por Barcelona en 2016, en pleno auge del proceso independentista, entró en el Congreso con toda una declaración de intenciones: dejar el escaño en 18 meses para regresar a la república catalana. Rufián ha hecho varios guiños desde la tribuna a Santa Coloma. El último para sacar pecho la inmersión lingüística.

Militante hasta final

Rufián, según las fuentes consultadas en ERC, no romperá "nunca" su carné. Es un militante y acata lo que su partido decida. Pero es cierto que su peso político en estos años ha ido en aumento y eso le ha provocado no pocos choques con la dirección en Barcelona. Se ha convertido en un diputado que no pasa desapercibido precisamente por rozar los límites de lo políticamente correcto. Y, ahora, usa su repercusión mediática para jugar sus cartas políticas y personales.

Lo cierto es que por los principales despachos de Unidas Podemos ha circulado durante todo le verano la hipótesis de que Rufián ponga fin a su etapa en ERC. El colomense está cada día más desconectado del núcleo duro de los republicanos. Es más, la cúpula le ha dado sonoros tirones de oreja por, entre otros motivos, llamar "tarado" al expresidente catalán Carles Puigdemont. Un incidente que generó roces en la maltrecha coalición entre ERC y Junts que gobierna Cataluña.

Es más, la crisis entre ERC y Rufián fue tal que se le llegó a situar desde Unidas Podemos al frente de un movimiento independentista propio, en coordinación con Podemos, destinado a confrontar con la 'nueva izquierda' de Yolanda Díaz en la arena madrileña. Pero en ERC lo niegan categóricamente. "Rufián puede ser un verso suelto muchas veces, pero se quedará", zanjan en el partido. Y eso que Rufián puso su discurso en el debate del estado de la nación en el eje izquierda-derecha. En plata: se olvidó por completo del independentismo. Se puso la corbata de España para hablar de asuntos del Estado.

Roces con los suyos y con Yolanda Díaz

Más allá de los roces de Rufián con los suyos, en verdad, el portavoz de ERC sí ha elegido aliado para marcar el terreno a Yolanda Díaz, con quien en lo personal tiene una buena relación, porque los dos se conocen desde su etapa de diputados rasos. Cabe recordar que la actual dirección morada no le quita el ojo a la 'dama roja', a quien intenta marcar para decidir cómo integrarse con ella en caso de que termine cristalizando un proyecto político liderado por ella.

En esas, algunos sectores de los 'comunes' ven a Gabriel Rufián 'entregado' al 'viejo' Podemos por "no estar del todo de acuerdo con Yolanda [Díaz]". Lo más claro fue su 'no' a la reforma laboral. Ese es, en realidad, el gran sopapo político de la vicepresidenta segunda a Rufián. La 'dama roja', consciente de que 'Sumar' está provocando no pocos dolores de cabeza en Unidas Podemos, pidió una "enorme generosidad" a los partidos que forman la coalición y, por tanto, a sus cuadros dirigentes, para repartirse la tarta de su futura plataforma.

Como ya informó este diario, la rama catalana de Podemos, los 'comunes', tiene una postura muy beligerante con los independentistas catalanes de ERC. Hasta el punto de que verían con buenos ojos romper la alianza con ellos en el Congreso. El problema es que Podemos no está por la labor. Y avisa: la relación con Rufián se decide entre todo el espacio confederal.

Más información