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'Entry Exit System': el control biométrico que Marlaska implementará en 81 puestos fronterizos

La empresa NTT Spain y la UTE ThalesZelenza desarrolla la tecnología que debe entrar en funcionamiento en mayo de 2023 y que está llamada a sustituir a las tradicionales huellas dactilares

Colas en el control de pasaportes en el aeropuerto de Barajas
Colas en el control de pasaportes en el aeropuerto de Barajas

Los puestos fronterizos de la Unión Europea -y por tanto, los de España- estarán sometidos a un nuevo procedimiento que Bruselas pretende implementar en mayo de 2023, centrado en las personas que lleguen desde fuera del espacio Schengen. Los cambios tienen un especial calado en nuestro país, uno de los principales puntos de acceso europeos por vías aéreas o navales, así como las fronteras físicas que mantiene con Marruecos en Ceuta y Melilla. El Ministerio del Interior, de Fernando Grande-Marlaska, ya trabaja en el desarrollo e implementación del sistema, conocido con el nombre de Entry Exit System, que deberá entrar en vigor en 81 puestos fronterizos.

Una respuesta parlamentaria a la que ha tenido acceso Vozpópuli -ante preguntas de diputados de Unidas Podemos- detalla las gestiones desarrolladas por Interior para incorporar este sistema, que cuenta con una herramienta de reconocimiento facial y otra de control biométrico de los viajeros. El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha recurrido a dos empresas privadas para desarrollar todos estos elementos, que se incorporarán en cada uno de los puestos fronterizos por los que llega gente ajena al espacio Schengen.

"Por un lado, está el sistema central nacional que está siendo desarrollado por la empresa NTT Spain y, por otro lado, el suministro de los puestos de control manual, que serán instalados en las cabinas de los filtros fronterizos, cuyo contrato corresponde a la UTE ThalesZelenza", detalla el Ministerio del Interior en la respuesta parlamentaria.

También se indica que los datos serán recopilados en cada filtro de control fronterizo y se remitirán -a través de un punto central del Ministerio del Interior- a la base de datos del Entry Exit System en Estrasburgo. Toda la información quedará almacenada "por el tiempo que establece el Reglamento Europeo (Decisión de Ejecución (UE) 2019/328 de la Comisión de 25 de febrero de 2019", indica el Ejecutivo en su respuesta.

Los datos recogidos

Pero, ¿de qué datos se trata? El Ministerio del Interior detalla que el programa de reconocimiento facial y el control biométrico del sistema Entry Exit System comparará la "cara viva del portador del documento" con la imagen facial inicialmente almacenada en un archivo conocido como Machine Readable Travel Documents, que concentra los documentos de viaje.

También se compararía con "la imagen facial" incluida en la zona de inspección visual del pasaporte: "Los datos biométricos capturados verifican que el titular del documento actual es la misma persona a la que se emitió el documento", especifica Interior.

El Gobierno trabaja contrarreloj para implementar este sistema, toda vez que la Comisión Europea fija mayo de 2023 como la fecha límite para que el sistema entre en vigor. España cuenta con 44 aeropuertos, 33 puertos y cuatro fronteras terrestres que deben contar con las herramientas de reconocimiento del Entry Exit System; en total, 81 puestos fronterizos.

Información diferenciada

De este modo, Europa -y, por tanto, España- actualizan el sistema de registro de viajeros procedentes de destinos ajenos al espacio Schengen, que próximamente incorporará a Croacia y al que ni Bulgaria ni Rumanía pueden acceder de momento por la oposición de algunos de los socios. La recopilación de datos biométricos y el reconocimiento facial dejarán obsoleto el tradicional método de huellas dactilares.

Los expertos coinciden en que el método es igualmente fiable, ofreciendo información única y diferenciada de cada pasajero. Activistas y algunos sectores políticos, no obstante, critican la implementación del Entry Exit System, al cuestionar el almacenamiento y tratamiento de los datos recopilados. Pese a las críticas, la Unión Europea mantiene el horizonte de mayo de 2023 como fecha límite para que sus puestos fronterizos ya trabajen con el nuevo sistema.

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