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España

Sánchez busca una tregua con los barones hasta el 39º Congreso después del batacazo electoral

Pedro Sánchez y su secretario de Organización, César Luena, durante la ejecutiva celebrada este lunes.

Sin haber ganado en ninguna comunidad autónoma y únicamente haber salvado el tipo en tres provincias, el PSOE no puede aventurarse con 85 escaños y el 22% de los votos a explorar de nuevo con Podemos la formación de un Gobierno alternativo al del PP. Es algo que Pedro Sánchez comprendió sin demasiadas dificultades la noche del domingo, escuchando los consejos de su equipo de confianza. Despejada esta cuestión, ahora le ha pedido a los barones regionales más críticos con su gestión que le den tiempo para asimilar la derrota sin comprometer al partido en un asunto tan sensible como el apoyo, abstención mediante, a la investidura de Mariano Rajoy.

Sánchez ha acabado asimilando que ya no puede negociar con Podemos la formación de Gobierno

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, se ocupó este lunes de contactar con los dirigentes territoriales del partido para tomar la temperatura en la organización y evitar una convocatoria urgente del comité federal que hubiera puesto de nuevo el altavoz a las disputas internas. Un amplio sector del partido considera que no le queda más remedio que facilitar un Gobierno del PP si Rajoy encuentra dificultades para reunir los apoyos parlamentarios necesarios y otro sector interpreta que dar este paso sería suicida pues supondría incentivar una muerte lenta del conjunto de la organización dejando a un Pablo Iglesias en horas bajas el liderazgo de la oposición. La foto de esta división se reveló el lunes mismo: mientras el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, abogó por una abstención en la investidura de Rajoy, posteriormente matizada, la secretaria de Estudios de la ejecutiva, Meritxell Batet, animó a intentar formar Gobierno como se hizo después del 20D si Rajoy no obtiene la investidura.

En Ferraz ya se habla de "reconstruir" el PSOE

En la reunión de la ejecutiva celebrada este lunes algunos de sus miembros hablaron a puerta cerrada de lo que la presidenta andaluza, Susana Díaz, defiende ya en alto, la necesidad de proceder a una “reconstrucción” del PSOE para dar con un proyecto creíble que cale en el electorado. Díaz comenta a propios y extraños que Pedro Sánchez carece de capacidad para elaborar este proyecto, opinión muy extendida en otras federaciones, pero desde este domingo se ha dado cuenta de que el líder del PSOE vuelve a jugar con ventaja ya que se ha quedado sin adversarios de peso. Los avances del PP en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Aragón, entre otros territorios, han dejado malheridos a los barones que más se han volcado en el último año en enterrar el liderazgo de Sánchez.

Esta debilidad va a facilitar, probablemente, la tregua que en estos momentos busca Ferraz para no reflejar una imagen de ruptura interna antes de conocer los movimientos y las cesiones que está dispuesto a hacer Mariano Rajoy para continuar en La Moncloa. La intención de Sánchez es llegar vivo hasta el 39º Congreso, que pretende convocar en otoño una vez se haya despejado la formación de Gobierno. Pese al batacazo del domingo, su propósito es presentarse a la reelección como secretario general, aun sabiendo que ahora se han multiplicado las posibilidades de enfrentarse a un candidato con el que volver a competir en primarias.

El tsunami del PSOE en la mayoría de los territorios ha dejado a Sánchez sin adversarios de peso

Todo estaba preparado para que el 26J por la noche, Sánchez se viera obligado a arrojar la toalla. Pero al haber evitado el sorpasso y una vez contemplado el tsunami sufrido por el PSOE en la mayoría de los territorios, ha vuelto a ganar otra oportunidad. Conociendo las zancadillas a las que ha sobrevivido desde julio de 2014, es aventurado todavía decir si será la última. De momento, quiere tomar oxígeno. “La presión ahora no debe estar en el PSOE, sino en Mariano Rajoy, que es a quien corresponde tomar la iniciativa”, dijo este lunes en Ferraz Antonio Hernando, hombre de la máxima confianza del líder socialista.

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