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España

Depresión en Ferraz: “El futuro de Pedro depende de por cuánto pierda”

Pedro Sánchez, este martes, durante un paseo por Madrid.

El desánimo en las filas socialistas es, si cabe, mayor que el de hace dos semanas cuando el propio Pedro Sánchez reconoció públicamente al comentar algunas encuestas que su gente estaba abatida. Después del debate electoral del lunes, la depresión alcanza niveles nunca superados en Ferraz. 

Incluso los dirigentes más próximos y leales al secretario general le vieron en el debate demasiado encorsetado, falto de reflejos para contestar a Mariano Rajoy y a Pablo Iglesias y con un rictus intermitente en su rostro que reflejaba tensión y nerviosismo, en una palabra, falta de control. El desánimo en el partido es, incluso, mayor que el que se vivió en su cuartel general cuando después de las elecciones celebradas en 2000, el PSOE se quedó sin secretario general.

Los barones piden que Sánchez tenga la misma elegancia que Almunia en 2000 si se confirma el sorpasso

Esto mismo es lo que algunos barones le están pidiendo de forma discreta y por diferentes vías a Pedro Sánchez si el 26J se consuma el gran batacazo, que tenga la elegancia que lució Joaquín Almunia hace 16 años cuando después de conseguir solo 125 diputados, lo nunca visto en el PSOE hasta entonces, presentó su dimisión irrevocable la misma noche electoral, dando paso a una gestora presidida por Manuel Chaves hasta la convocatoria del congreso que eligió a José Luis Rodríguez Zapatero como líder del partido.

Almunia intentó a última hora movilizar al electorado socialista coaligándose con Izquierda Unida, pero fue una operación tan desastrosa que le dio la mayoría absoluta a José María Aznar. De 146 escaños, el PP pasó a disponer de 183, dejando al PSOE solo con el 34% de los votos. Quienes dentro del partido recuerdan aquel triste episodio se dan cuenta de cómo han cambiado las cosas. Ahora Pedro Sánchez amenaza con continuar en el cargo tras haber dejado a los socialistas con el 22% de los votos y 90 diputados, un resultado nunca visto en su historia que dentro de semana y media puede volver a empeorar si se confirma la media de las 35 encuestas, CIS incluido, conocidas desde el pasado 1 de enero.

“El futuro de Pedro [Sánchez] depende de por cuánto pierda”. La frase, que en otro contexto temporal podría sonar a broma en las filas socialistas, la pronuncia uno de los diputados más fieles al secretario general, convencido de que éste dará la batalla si se mantiene en segunda posición, logro que, a tenor del ambiente, podría incluso llegar a vender como un gran éxito, sobre todo si consigue formar Gobierno.

En el PSOE se teme que si queda segundo, Sánchez vuelva a vender el resultado como un triunfo

Acabe segundo o siendo desplazado al tercer puesto, Sánchez tendrá muy difícil administrar este resultado ya que en ambos casos, argumentan fuentes socialistas, deberá retratarse a favor de un pacto con el PP, dejándole gobernar, o con Podemos, repartiéndose ministerios, dos opciones llenas de riesgos y también de contradicciones teniendo en cuenta los duros reproches que el líder del PSOE acaba de emitir contra Mariano Rajoy y contra Pablo Iglesias, confabulados, en su opinión, en una especie de pinza como la que en su día se atribuyó a Aznar y a Julio Anguita, uno de los asesores preferidos del líder de la formación morada.

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