España

El X 'político' de Musk: de la espantada de la 'ofendida' Yolanda Díaz al incombustible ministro Puente

Estos son los políticos que aún siguen en la red social y los que han renegado completamente de la plataforma después

El saludo de Elon Musk, interpretado por algunos como una referencia al saludo nazi, ha generado una ola de reacciones tanto dentro como fuera de España. Desde su gesto en el evento de investidura del presidente estadounidense Donald Trump, las repercusiones no han cesado. La decisión de varios políticos y figuras públicas de abandonar X, la plataforma anteriormente conocida como Twitter, ha reavivado el debate sobre el papel de las redes sociales en la comunicación política y su impacto en la opinión pública.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fue una de las primeras en anunciar su salida de X. En un comunicado, calificó la red social como un "mecanismo de propaganda" y criticó los algoritmos que, según ella, influyen en la opinión pública con fines partidistas. A su postura se sumaron otros miembros del Ejecutivo, como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, quien denunció que la plataforma se ha convertido en "el altavoz de una oligarquía de extrema derecha". Por su parte, la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, describió el gesto de Musk como una "declaración de intenciones" que simboliza la deriva hacia la desinformación y el odio.

Estas declaraciones reflejan un sentir compartido entre ciertos sectores del Gobierno español, que han cuestionado cómo las redes sociales, bajo la dirección de Musk, han transformado el discurso público. Para Díaz, esta decisión no solo es una protesta simbólica, sino también un intento por reducir la legitimidad de una plataforma que, según su opinión, fomenta el negacionismo y la polarización.

La primera política española en dar este paso en 2021, sin embargo, fue Ada Colau, entonces alcaldesa de Barcelona, quien cerró su cuenta mucho antes de que Musk adquiriera la red social. Colau mencionó en su momento que no podía lidiar con las críticas constantes y la toxicidad de la plataforma. Su sucesor, Jaume Collboni, siguió sus pasos recientemente al anunciar su retirada. Aunque su perfil permanece abierto, declaró que X es ahora un "pozo de fake news, falsedades e intransigencia", calificándola como "una amenaza para la democracia".

Otras figuras que han abandonado la plataforma en los últimos meses incluyen al secretario general del PSOE-M, Juan Lobato, quien denunció que X se ha convertido en un espacio donde "se insulta y se difunde información falsa en todos sus rincones". Lobato afirmó que responder a los bulos dentro de la red solo alimenta el tráfico y el negocio de la plataforma, agravando el problema.

El rechazo a X no se limita a España. En Alemania, los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores también anunciaron su retirada, citando preocupaciones similares sobre la dirección de la red social. En Francia, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, lideró una iniciativa que incluyó a más de 80 asociaciones para abandonar la plataforma. Organizaciones ambientalistas como Greenpeace y Amigas de la Tierra también decidieron cerrar sus cuentas en protesta por la intensificación del discurso polarizador.

La salida de instituciones y personalidades de X marca un punto de inflexión en cómo se perciben las redes sociales en el ámbito público y político. Este movimiento también pone de manifiesto la creciente preocupación por el papel de los algoritmos en la diseminación de noticias falsas y discursos de odio.

Políticos españoles que siguen activos en redes sociales

A pesar del éxodo de algunos miembros del Gobierno, otros políticos españoles continúan utilizando las redes sociales como una herramienta clave para comunicarse con el resto de ciudadanos. Uno de los ejemplos más notables es el ministro de Transportes, Óscar Puente, conocido por su uso habitual de X para interactuar directamente con los ciudadanos y en muchas ocasiones, bloquearlos. Puente utiliza la plataforma para abordar críticas, responder preguntas y defender sus políticas, convirtiéndola en un canal directo con la opinión pública.

Otro caso es el de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien cuenta con más de un millón de seguidores en X. Ayuso emplea la red para promover sus iniciativas y, en ocasiones, para confrontar directamente a sus oponentes políticos. 

Por su parte, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, también es un usuario activo de X, donde tiene cerca de 372.500 seguidores. Aunque su enfoque es más institucional, su presencia en redes le permite mantener una comunicación constante con los ciudadanos, especialmente en situaciones de crisis o eventos importantes en la capital.

No se puede hablar del uso de las redes sociales en política sin mencionar a Donald Trump, quien ha sido uno de los principales referentes en el uso controvertido de estas plataformas. Aunque fue suspendido de Twitter en 2021 tras el asalto al Capitolio, su regreso a X coincidió con la llegada de Elon Musk al frente de la compañía. Trump ha utilizado las redes para movilizar a su base, lanzar ataques contra sus oponentes y promover su agenda política, un estilo que ha sido replicado por algunos líderes internacionales.

De acuerdo con el informe de NITID, el PSOE lidera el uso de la red social en términos de actividad. Entre los tres diputados más prolíficos del Congreso, dos son socialistas: Daniel Senderos, diputado por Álava, con 116.000 tuits, y Miquel Iceta, con 99.000 publicaciones. En contraste, el Partido Popular, a pesar de ser el grupo parlamentario más numeroso del Congreso con 137 diputados, acumula menos de 1,2 millones de publicaciones, una cifra considerablemente inferior a la de los socialistas.

Entre los líderes políticos, Pedro Sánchez encabeza la lista de seguidores con 1,9 millones, seguido por Gabriel Rufián, portavoz de ERC, con casi un millón. Por su parte, otras formaciones como Vox y Sumar están muy por detrás en actividad, con cifras que no alcanzan los 600.000 mensajes en la historia de la plataforma.

Paradójicamente, mientras algunos miembros del Gobierno han criticado abiertamente a Elon Musk y han abandonado la plataforma, el PSOE se mantiene como el partido que más utiliza X. Según un informe de la consultora NITID, los diputados socialistas son los que más publican en la red social, con más de 1,7 millones de mensajes emitidos desde su creación. Además, entre los representantes del PSOE en el Congreso, el 96% cuenta con un perfil activo en la red, sumando en conjunto casi cuatro millones de seguidores.

Sin embargo, el líder del partido y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha endurecido su discurso contra el propietario de la plataforma, acusando a Musk y a otros "tecnomillonarios" de "aumentar la división y el odio" y exigiendo que sean "penalmente responsables de lo que pasa en sus redes". Durante el Foro de Davos, Sánchez propuso medidas para regular estas plataformas, como eliminar el anonimato y obligar a los propietarios a transparentar sus algoritmos. "La democracia no es un euro, un voto, no es un tuit, un voto", subrayó Sánchez, al tiempo que instó a Europa a "rebelarse contra la tecnocasta" de Silicon Valley.

Los políticos españoles menos activos en redes sociales

Por otra parte, existen figuras dentro del panorama político español que se han mantenido al margen de las redes sociales. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, es un ejemplo de esta tendencia. Su enfoque se centra en la gestión y el trabajo institucional, evitando la exposición directa en plataformas como X. Esta postura, aunque más discreta, también refleja una visión crítica sobre el papel de las redes sociales en la política moderna.

Manuela Bergerot, líder de Más Madrid en la Asamblea, también se ha mantenido relativamente alejada de las redes, contando con una presencia mínima en comparación con otros líderes. Su enfoque ha sido más local y directo, priorizando el trabajo comunitario sobre el uso de plataformas digitales. Aun así, también está presente en la red social. 

Ana Redondo, la ministra de Igualdad, no hace uso de la plataforma X. Y así va a seguir, según detallan fuentes próximas a la responsable de Igualdad. Una actitud, la de Ana Redondo, ante las redes sociales, contrasta con la de prácticamente la totalidad de los políticos.

Redes sociales: ¿herramienta o amenaza?

El debate sobre el uso de las redes sociales en la política se intensifica con cada nueva controversia. Mientras que algunos políticos las consideran herramientas indispensables para acercarse a la ciudadanía y combatir la desinformación, otros las ven como una amenaza. Este dilema es especialmente relevante en un momento en el que plataformas como X enfrentan acusaciones de favorecer narrativas extremistas y manipular la información a través de sus algoritmos.

La salida de figuras destacadas de la plataforma es un símbolo de protesta que pone en el centro del debate la ética de las redes sociales y su influencia en la sociedad. La gestión de Elon Musk al frente de X y sus polémicas decisiones han generado una división entre quienes ven en las redes sociales un instrumento clave para la democracia y quienes consideran que han evolucionado hacia herramientas que promueven la desinformación y la polarización. 

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