El salón del vino español de calidad Barcelona Wine Week ha puesto el foco en las potencialidades de los caldos y cómo las bodegas y la restauración se abren a un mundo de posibilidades hasta hace años impensables.
Una de las tendencias claras es hacia el consumo de vino con poco o nada de alcohol (NoLo) en consonancia con los nuevos hábitos de un consumidor más preocupado por su salud.
Esta categoría superó el valor de 12.000 millones de euros en 2024 y se prevé que rebase los 23.000 millones de euros en 2032, según los datos aportados en una mesa sobre esta temática en el marco de la feria.
Proyectos innovadores
David Seijas fue sumiller durante más de una década en El Bulli y ha recordado cómo se dio cuenta del potencial de los caldos sin alcohol cuando en el reconocido restaurante de Ferran Adrià contabilizaron que un 3 % de los adultos que acudían al local pedía bebida sin alcohol.
"Lo vimos como una gran oportunidad para poder cuidar y mimar a este porcentaje de clientes (...) para hacerlos felices en la mesa", ha añadido.
También tomó conciencia de la necesidad de apostar por los vinos desalcoholizados cuando en el proceso de recuperación de su adicción al alcohol, que confesó en un libro autobiográfico, se dio cuenta de que "en la mayoría de los sitios" sólo ofrecían refrescos como opción de bebidas "sin", con lo cual "había una posibilidad de hacer algo muy chulo" en el sector vinícola.
Por su parte, la responsable de elaboración de vinos desalcoholizados de las bodegas Familia Torres, Montse Rosell, ha informado de que fueron pioneros en el lanzamiento de vinos sin alcohol en el mercado nacional con la puesta a la venta del blanco Natureo en 2008.
En esta empresa no entienden los caldos sin alcohol como competencia sino "como extensión natural de los vinos" para que los consumidores puedan escoger en cada momento el que deseen.
Cree en el potencial de esta bebida entre el público joven porque es un consumidor preocupado por "cuidarse" y le augura un crecimiento de la demanda.
Por copas
Entre las tendencias, en el salón se ha analizado también el auge del consumo del vino por copas, lo cual está lleno de desafíos pero también de oportunidades para el profesional.
Varios expertos, entre enólogos, sumiller, consultores y prescriptores, han expuesto en el marco de la BWW que se trata de una tendencia que ha llegado para quedarse y es un reto para seguir ofreciendo al cliente un vino de calidad.
Para ello, ven esencial que el hostelero cuente con los sistemas y la tecnología que ya hay en el mercado para permitir una conservación óptima de la botella que se abre.
Se trata de "inertizar" los vinos, manteniendo la calidad de cara al cliente y, además, el hostelero puede vender a precios más bajos la copa al conseguir sistemas de conservación que permitirán aprovechar toda la botella.
El "boom" del enoturismo
El enoturismo es otra de las tendencias que lleva años consolidándose como una forma de acercarse y formarse sobre el mundo del vino que, a su vez, supone una fuente de ingresos para las bodegas.
El presidente de la red internacional de excelencia de enoturismo (Great Wine Capitals), Juan Sáenz de Buruaga, ha concretado que dentro de este tipo de turismo están cogiendo fuerza las experiencias personalizadas y "premium" porque el turista está dispuesto a pagar más.
Además, el enogastroturismo, es decir, visitas a bodegas con catas y comida es otra tendencia en auge porque, según este experto, supone una "combinación ganadora".
La visita a viñedos y bodegas en familia en cualquier época del año, es decir, desestacionalizado, también se consolida como preferencia entre los enoturistas que, por cierto, buscan experiencias más completas en las que se incluyan visitas culturales y al patrimonio de la zona.
El presidente de la Organización Mundial del Enoturismo, José Antonio Vidal, ha abogado por formar y comunicar para aportar conocimiento en esta materia.
Cree que el impulso al enoturismo arrastra una serie de problemas por "falta de comunicación" ya que, por ejemplo, "pocos saben que España tiene la mayor superficie de viñedo cultivable del mundo, con un millón de hectáreas aproximadamente", por encima de China que ya supera las 800.000.