España

El Hierro, a punto de colapsar mientras Interior mantiene a medio gas los radares que vigilan las pateras

Las rutas migratorias presionan a Islas Canarias, que registra cifras récord en sus costas. La crisis coincide con las carencias en un sistema de radares desplegado para detectar embarcaciones

Un nuevo cayuco, el quinto en dos días, ha llegado por sus propios medios este miércoles al puerto de La Restinga, en El Hierro
Un nuevo cayuco, el quinto en dos días, ha llegado por sus propios medios este miércoles al puerto de La Restinga, en El Hierro

Islas Canarias, con El Hierro como epicentro, camina hacia un escenario incierto. Las rutas migratorias han multiplicado su actividad en las última semanas, con cifras que desbordan todas las capacidades dispuestas en el archipiélago. Sólo en El Hierro, cerca de 3.000 inmigrantes han llegado a bordo de sus cayucos; una cifra que representa cerca del 30% de la población local. Un incremento de la actividad que coincide con el colapso de algunas de las capacidades materiales clave: entre ellas, el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), una serie de radares dispuestos para monitorizar los flujos marítimos.

Fuentes internas de la Guardia Civil consultadas por Vozpópuli ponen como ejemplo la situación del sistema SIVE en Lanzarote. Actualmente lo conforman cinco radares, desplegados en puntos estratégicos como Faro Pechiguera, Montaña Mina, Haría, Puerto del Carmen y Costa Teguise. Según sostienen estas fuentes, sólo uno de ellos -el de Faro Pechiguera- funciona a pleno rendimiento. De los cuatro restantes, dos tienen problemas de operatividad y otros dos apenas entran en funcionamiento.

A esos cinco radares habría que sumar un sexto, que está previsto incorporar a Lanzarote para reforzar este sistema SIVE. Mirador de Guinate sería su emplazamiento, aunque su puesta en marcha encuentra algunos hitos técnicos difíciles de solventar: principalmente, la falta de un punto de suministro eléctrico estable, lo que obligaría a buscar otras alternativas, indican estas mismas fuentes internas del Instituto Armado.

La operatividad del sistema SIVE ha sido objeto de continuas polémicas en el ámbito político. El Partido Popular ha registrado varias iniciativas dirigidas al Ministerio del Interior, de Fernando Grande-Marlaska, solicitando información sobre el funcionamiento de los radares.

Según destaca la Guardia Civil, el sistema sirve para detectar a larga distancia las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral, identificar el tipo de embarcación y a sus tripulantes con el fin de comprobar la posible actuación ilegal de los mismos, coordinar el seguimiento, en su caso, de la embarcación, utilizando para ello los medios marítimos, aéreos y terrestres con que cuenta el Instituto Armado, e interceptar a los presuntos delincuentes o auxiliar a los inmigrantes irregulares.

Las dietas

A todo ello hay que sumar los problemas de personal que lastra la Guardia Civil en las Islas, incluido el elevado coste de vida en el archipiélago -principalmente, alquiler de vivienda en zonas de precios elevados por el empuje del turismo-. Una circunstancia que se ha ido agravando con el paso de los años mientras que las dietas de los efectivos se han estancado: llevan congeladas desde el año 2005.

Los guardias civiles reciben del Ministerio del Interior un importe diario que no alcanza los 70 euros diarios para cubrir sus comidas y sus alojamientos, según denuncian desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Mientras este complemento se mantiene en el tiempo desde hace 18 años, el precio del alojamiento en Canarias ha subido más de un 79%, al igual que el coste de la manutención que se ha incrementado entre un 10 y un 15%. Las cifras económicas no cuadran a los guardias y deciden no solicitar estas vacantes que año a año pierden más agentes.

Tendencia creciente

En las últimas horas la llegada de pateras a Canarias ha continuado a un ritmo frenético. Salvamento Marítimo ha interceptado, solo este viernes, seis cayucos en aguas canarias con 518 migrantes, todos de origen subsahariano y con 484 varones, ocho mujeres y 26 menores de edad.

Una tendencia que ya se refleja en las cifras que tiene en su mano el Ministerio del Interior. La inestabilidad política y los conflictos bélicos en el continente africano han acelerado la llegada de los inmigrantes. A fecha de 31 de agosto, 11.439 inmigrantes alcanzaron Islas Canarias por vías marítimas. A fecha de 30 de septiembre, la cifra aumentó hasta los 14.976. Más de 3.500 inmigrantes en un solo mes.

A un trimestre para que acabe el año, el balance muestra unos datos notablemente superiores a los registrados en 2022 con 12.506 llegada. Sin embargo, el número de embarcaciones es similar: con 279 hasta octubre de 2022 y 270 este año. Este detalle es preocupante porque las pateras, ya de por si masificadas, llegan a nuestras costas repletas con el peligro que supone el trayecto para los subsaharianos.

Esta nueva crisis migratoria que tiene que afrontar nuestro país coincide con la plantilla en 'horas bajas' de efectivos que tienen tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil. Los dos cuerpos cuentan con unos porcentajes de ocupación en sus cupos cercanos al 90%: faltarían alrededor de 700 agentes para cubrir el cien por cien de las vacantes.

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