Sixth Street refuerza la estructura a través de la que participa del negocio del Santiago Bernabéu. El fondo estadounidense que encabeza Alan Waxman ha contratado recientemente los servicios de la división de asuntos legales y fiscales de KPMG, KPMG Abogados, para apuntalar la gestión de la firma a través de la que canaliza su cuota de participación de entre un 20% y un 30% sobre los ingresos que reporta la explotación del coliseo blanco tras el acuerdo alcanzado con Florentino Pérez en 2022.
Según ha podido saber Vozpópuli, la motivación del vínculo con KPMG Abogados pasaría por la obtención de asesoramiento en materia "fiscal" así como también incluir alguna "cuestión legal" y ahondaría en la relación que tiene el private equity con KPMG a nivel general en España desde su desembarco en el país en 2022. La consultora ejerce como la auditora de la socimi de hoteles Global Cortiguera que Sixth Street ha sacado recientemente a cotizar en el Portfolio Stock Exchange, así como también le ha prestado servicios de contabilidad.
Con todo, la relación en torno a Delantero de Inversiones y Operaciones -la filial de los americanos alrededor del Bernabéu- es más reciente. Tanto KPMG Abogados como persona jurídica como el socio Miguel Ferrández Amorós y el consultor de KPMG especializado en fiscal Francisco Alberto Allegue Moleón emergieron el pasado septiembre de 2024 como apoderados de la mercantil del capital riesgo norteamericano, que al comenzar a operar en Madrid lo hizo con el apoyo del despacho Linklaters.
A preguntas de Vozpópuli, tanto desde Sixth Street como desde KPMG no se han hecho comentarios. Pese a la coincidencia temporal, fuentes cercanas a las partes niegan que la contratación de KPMG Abogados tenga que ver con alguna preocupación ligada a los reclamos en los juzgados de los vecinos contra el proyecto del nuevo Bernabéu.
Verano de cambios en el Bernabéu
Y es que la concesión de poderes a KPMG Abogados tuvo lugar poco después de un verano complejo para el Real Madrid y su socio estadounidense ante los crecientes reclamos vecinales por los ruidos y las obras de reforma del coliseo blanco. En medio ya de una ofensiva judicial de los vecinos, el club que preside Florentino Pérez acabó decidiendo en septiembre la suspensión de conciertos en el estadio, una de las líneas de negocio contempladas en el plan conjunto con Sixth Street hasta 2042.
Ya en verano, la Junta Directiva merengue había relevado como consejero delegado de la gestión del Bernabéu a Santiago López-Vilas para ascender a su puesto al director de patrocinios Alex Wicks, que llegaría con el aval del lado americano y del financiero de cabecera del Pérez, Anas Laghrari, que facilitó en origen la llegada de los estadounidenses.
Sixth Street invirtió 360 millones en 2022 en una reforma por la que el Bernabéu alcanzaría una facturación de 400-440 millones de euros anuales. Para financiar la operación, el fondo se apoyó en JP Morgan y Credit Agricole y activó bonos por 305 millones en la bolsa de Viena por los que deberá pagar unos 150 millones en intereses durante 20 años.
Fuentes consultadas por Vozpópuli han apuntado que la no celebración de conciertos en el Bernabéu -en caso de que la insonorización se revele imposible- supondría un agujero de unos 500 millones de euros en el business plan a 20 años entre el Real Madrid y Sixth Street, equivalentes a algo más del 2% del presupuesto del club.
Paralización de los parkings
Por lo pronto, también en septiembre, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Número 30 de Madrid ordenó la suspensión de la ejecución de las obras de los aparcamientos subterráneos junto al Bernabéu, otro proyecto que el Real Madrid asumió en virtud de las recomendaciones de la empresa de gestión de recintos Legends, controlada por el mismo Sixth Street.
La suspensión siguió a la nulidad decretada por la misma juez en junio de 2024 por entender que la concesión de los suelos para 1.846 plazas bajo rasante por parte del ayuntamiento de Madrid no se ajustó a derecho. Los vecinos del barrio han denunciado que el Consistorio efectuó la adjudicación sin haber medido acabadamente su impacto potencial en la Castellana. Tanto el Gobierno municipal como el club han recurrido.
El equipo de José Luis Martínez-Almeida aprobó en 2023 la cesión de 62.000 metros cuadrados de suelo público al Real Madrid a cambio de una inversión por parte del club de unos 100 millones. El proyecto contempla una proyección de 561 millones en ingresos para los blancos al cabo de 40 años con un beneficio neto final estimado de unos 200 millones.