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El Ejército frustró un atentado con bomba lapa en su base principal en Mali

Un militar español en la base de Koulikoro, en el marco de la misión EUTM Mali
Un militar español en la base de Koulikoro, en el marco de la misión EUTM Mali

Artificieros españoles frustraron un atentado en Koulikoro, donde se ubica la principal base en la que están desplegadas las tropas españolas en Mali. Los efectivos desactivaron una carga que los terroristas habían colocado en los bajos de un vehículo militar que no era español, evitando los planes de los yihadistas de perpetrar una masacre entre las tropas internacionales desplegadas en el país del Sahel. Una intervención que tuvo lugar poco después del ataque con dos furgonetas cargadas de explosivos contra las mismas instalaciones, donde se instruye a las unidades malienses en técnicas antiterroristas.

El episodio, desconocido hasta ahora, tuvo lugar en la base que la Unión Europea mantiene en Koulikoro, en el marco de la operación de adiestramiento y asesoramiento EUTM-Mali. El Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo recoge algunas líneas sobre esta intervención en su balance anual sobre 2019: “En el mismo centro de adiestramiento militar, los artificieros del contingente español desactivaron, en el mes de junio, una bomba colocada en los bajos de un vehículo utilizado por otros militares que procedían de un hotel”.

Fuentes consultadas por Vozpópuli detallan que el episodio tuvo lugar el 7 de junio de 2019. Según la información del Ministerio de Defensa, por esas fechas estaban desplegados efectivos de la brigada Canarias XVI y del Tercio de la Armada. Apenas llevaban unos días en suelo maliense, teniendo en cuenta que el 27 de mayor relevaron en la misión al contingente de la brigada Galicia VII que llevaba seis meses de misión.

El riesgo de la misión

La intervención de los artificieros fue la segunda en un breve periodo de tiempo para frustrar las intentonas terroristas de atacar la base de Koulikoro, donde se concentra el grueso de las tropas españolas en Mali -antes de la crisis del coronavirus había unos 300 efectivos-. Los militares de la brigada Galicia VII frustraron un ataque con sendas furgonetas cargadas de explosivos contra las instalaciones militares.

El 24 de febrero, dos efectivos españoles abatieron al conductor del primer vehículo, que se dirigía contra la puerta principal. El segundo conductor, el encontrar el paso bloqueado, estalló la carga en el exterior. Dos militares malienses resultaron heridos y la base sufrió severos daños a causa de la onda expansiva. Jama'at Nasr al-Islam Wal Muslimeen, grupo nacido a partir de Al Qaeda del Magreb Islámico, reivindicó el ataque y destacó el papel de los dos conductores suicidas, bautizados con los nombres de Zubair al-Ansari y Okasha al-Ansari.

Imagen tras el atentado con coches bomba de Koulikoro (Mali).

Aquella intervención fue de sobra conocida. Aunque Defensa omitiese inicialmente que dos militares españoles frustraron el ataque, Margarita Robles terminó condecorando a ambos. Pero hasta ahora no se conocía la intervención de los artificieros, ni que los terroristas hubieran colado un artefacto explosivo en la misma base en los bajos de un vehículo militar que viajaba a Koulikoro desde un hotel.

El despliegue en Mali es uno de los más exigentes que afrontan las Fuerzas Armadas en el exterior. La inestabilidad que han sufrido las instituciones en los últimos años, sumada al creciente terrorismo yihadista en la región y al persistente tráfico de personas y estupefacientes hacen del país un cóctel que amenaza con estallar muy cerca de las fronteras físicas de España.

En mayo de 2018, el soldado de Infantería de Marina Antonio Carrero Jiménez perdió la vida al volcar el vehículo Lince en el que viajaba. Y el 18 de junio de 2017, el comandante Miguel Ángel Franco del Ejército de Tierra, en chanclas y bañador, salvó la vida a una docena de personas de un ataque terrorista contra un resort en Bamako.

Los planes de España en Mali

El Ministerio de Defensa contempla reforzar la presencia española en el Sahel, como contó Vozpópuli. España mantiene por ahora misiones en Mali, Senegal, República Centroafricana y Somalia, además de una presencia naval permanente en el Índico y otra discontinua en el Golfo de Guinea. El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Aire Miguel Ángel Villarroya, advirtió en una entrevista en Atalayar la intención de incrementar el número de efectivos en la región.

El objetivo es modificar la actual estructura de las misiones de asesoramiento e instrucción. En vez de potenciar grandes bases como la de Koulikoro para formar a las tropas locales en su lucha contra el terrorismo, la idea de España y de la Unión Europea pasa por potenciar los equipos móviles de adiestradores para que se desplacen a diferentes regiones en cumplimiento de su misión.

El Ministerio de Defensa contempla liderar en 2021 la misión de la Unión Europea en Mali, según avanzó ABC. España aspira a que Europa y la OTAN refuercen su presencia en África para combatir las inestabilidades crecientes. Prueba de ello son los episodios que las Fuerzas Armadas han sufrido en el país africano, incluida la desactivación de los explosivos en la misma base de Koulikoro.

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