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Educación

La afición de los españoles de 9 años por la lectura choca con su grado de comprensión

España ha mejorado quince puntos en el informe PIRLS

Saber leer un texto no implica que el alumno esté entendiendo su contenido, bien porque no conoce el significado de algunas de las palabras que aparecen, porque no interpreta lo que el autor quiere expresar o bien porque no está concentrado. El último informe internacional PIRLS refleja que los alumnos españoles de cuarto de Primaria, es decir, los escolares de nueve años, han mejorado en comprensión lectora desde 2011, pero continúan situándose por debajo del resultado promedio de la OCDE y de la UE.

Estudio Internacional de Progreso en comprensión lectora analiza indicadores de 14.595 niños de 629 centros de todas las autonomías

Este Estudio Internacional de Progreso en comprensión lectora analiza indicadores de 14.595 niños de 629 centros distintos pertenecientes a todas las autonomías y en base a ellos elabora la estadística nacional, pero solo detalla datos de Euskadi, Andalucía, Asturias, Castilla y León, Cataluña, La Rioja y Madrid, porque estas regiones pidieron ampliar la muestra para obtener resultados representativos propios.

Así, los estudiantes españoles han subido 15 puntos respecto al 2011, cuando se realizó la anterior edición del informe, pasando de 513 puntos a 528, lo que supone el salto más destacada de la OCDE, tras Australia, que mejora 17 puntos, e igualada con la de Hungría e Irlanda. Entre otras conclusiones, el informe destaca que un buen resultado está ligado a una escolarización temprana o que los buenos lectores atienden con más regularidad en la escuela y no se sienten cansados ni hambrientos. 

Por países

Pero esos 528 puntos implican que los niños de nueve años españoles cuentan con 11 puntos menos que la media europea y 12 de distancia del promedio de la OCDE. Rusia lidera el estudio con 581 puntos, seguida de Singapur (576), Hong-Kong (569), Irlanda (567), Finlandia (566) y Polonia (565). El informe apunta que los alumnos españoles cuyos padres tienen un nivel educativo superior tienen un rendimiento inferior al de los alumnos de los demás países participantes del mismo grupo, mientras que los alumnos españoles que son hijos de padres con escaso nivel educativo logran un rendimiento superior al de aquellos del resto de países del estudio. La diferencia entre los alumnos españoles según el nivel educativo más alto y más bajo de sus padres es de 51 puntos, una de las más bajas de la muestra, solo por encima de Malta (30).

Rusia lidera el estudio con 581 puntos, seguida de Singapur (576), Hong-Kong (569), Irlanda (567), Finlandia (566) y Polonia (565)

Por otro lado, a mayor es el número de libros en casa, mayor es la puntuación media en comprensión lectora; en España, tener más de doscientos libros frente a tener menos de 10 supone una diferencia de 62 puntos en comprensión lectora, menor que las de OCDE y UE: 73 y casi 75 puntos, respectivamente. Otros datos sobre España son que el porcentaje de alumnos rezagados ha bajado del 6% al 3% y que casi tres de cada cuatro profesores (73%) declara sentirse satisfecho con su profesión frente al 51% de promedio de la OCDE y el 46% del total de la UE.

Si bien el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, valoró la mejora de los alumnos españoles de cuarto de Primaria en comprensión lectora y destacó que España era el segundo país que "mejor lo ha hecho" en los últimos cinco años, insistió en la importancia de crear un Pacto Educativo a nivel para terminar recordando los planes de fomento de la lectura tanto de nivel nacional como autonómico.

Equidad y excelencia

El presidente de ANPE, Nicolás Fernández, considera que estas pruebas no son significativas. "Hay que hacer una evaluación censal a todo el alumnado. El problema de España es que el sistema educativo está desvertebrado. Se están midiendo distintas CCAA, pero no hay una visión de la educación a nivel global y a este problema hay que darle respuesta desde el Pacto Educativo, si no, seguirá habiendo comunidades como Madrid que sobresalgan por encima de la media, mientras que otras se sitúan por debajo", determina el representante del profesorado afiliado al sindicato.

A los nueve años o se hacen lectores o se pierden para siempre", dice Arturo Pérez-Reverte

El profesorado, dice, por encima de "reformas y contrarreformas" demuestra cada día su implicación y su profesionalidad para sacar adelante los retos del sistema educativo. "Estamos en la media de la UE, el sistema educativo cumple en equidad nos falta dar un paso en la excelencia. Aunque hemos mejorado, no podemos caer en la complacencia porque aún nos faltan muchos retos por cumplir. Tenemos una inversión más baja de la media, pero aún así deberíamos obtener mejores resultados", asegura. Según Fernández, solo se trata de un estudio "de carácter muestral y aleatorio", pero para mejorar en el rendimiento deberíamos tener evaluaciones finales comunes en todos los centros y que contaran con "valor académico" y que la formación de los profesores fuese permanente y no solo voluntaria.

Preguntado por Efe sobre el informe, Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, Murcia, 1951) considera que a los nueve años "se hacen lectores o se pierden para siempre". "A esa edad el niño tiene una curiosidad enorme y está descubriendo el mundo", por lo que si se le deja que lo haga únicamente a través de lo audiovisual "ya nunca saldrá" de ello. "Una lectura, un videojuego o una película arranca sus raíces en la literatura de aventuras, en la fantástica o en la medieval", resalta el autor de 'El capitán Alatriste'.

Afición a la lectura

Por otro lado, el informe refleja que un 56% de los niños españoles asegura que le gusta leer, un porcentaje que supera en 20 puntos al promedio de la OCDE. Pero, ¿qué sucede al dar el salto a secundaria? Desde Sevilla, el profesor de Lengua castellana y Literatura de la ESO Pablo Poó Gallardo -que se hizo muy popular por el vídeo 'Carta para mis alumnos suspensos', una lección magistral sobre la vida que dedicó a su clase, además de contar en su haber con varios libros sobre docencia- considera que, fundamentalmente, tiene que ver con el método que usan los docentes para fomentar la lectura.

En secundaria se estilan las lecturas obligatorias: una lista de títulos cerrada por asignaturas que el alumno debe leer para examinarse. Esto no fomenta la lectura, sino todo lo contrario"

"En secundaria se estilan las lecturas obligatorias: una lista de títulos cerrada por asignaturas que el alumno debe leer para, después, examinarse. Esto no fomenta la lectura, sino todo lo contrario. Muchos alumnos no leen los libros, sino que buscan el resumen por internet. Los que lo leen, además, lo hacen tensos, coartados, pues saben que tienen que recordar cada detalle para dar la talla en el examen. Yo soy partidario de la lectura en libertad, como ya expresé en '¡Que lean lo que quieran!'", señala.

Si nos obligaran a escuchar un tipo de música determinada o a ver películas en el cine que no eligiéramos nosotros, compara, dejaríamos de considerar tales actividades como placenteras.  "No sé por qué no tratamos de igual modo la lectura: que los alumnos elijan, bajo la supervisión docente, los libros que quieran, y luego, por suerte, tenemos a nuestra disposición herramientas mucho más útiles que los exámenes para comprobar si realmente los libros han sido leídos", concluye.

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