Echenique respalda a Zapatero y cree que la baja participación no deslegitima las elecciones de Venezuela

El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha reivindicado el diálogo y la democracia como método para superar el conflicto político en Venezuela y ha remarcado que la baja participación en las últimas elecciones no le resta legitimidad al Parlamento de este país.

Durante su participación en un acto telemático organizado Nueva Economía Fórum, Echenique ha reivindicado la voz "sensata" del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para superar el conflicto en Venezuela mediante el diálogo y las vías democráticas.

Todo ello contrapuesto, en su opinión, a la actitud por ejemplo del presidente en funciones de Estados Unidos, Donald Trump, y otros espectros políticos para afrontar conflictos tras procesos electorales, que ha rehusado calificar.

Zapatero, que participó como observador de las elecciones legislativas en Venezuela, pidió a los partidos de la oposición --que decidieron no concurrir a los comicios-- que reconsiderasen su posición e instó a la UE a hacer una reflexión sobre su decisión de no reconocer este proceso electoral.

Además, ha reconocido que la participación de las elecciones parlamentarias en Venezuela ha sido "baja", sobre el 30%, pero que en los comicios al Parlamento Europeo tampoco es "mucho más alta" y, sin embargo, "nadie duda de su legitimidad".

Los partidos aliados del Gobierno de Nicolás Maduro han obtenido más del 91 por ciento de los escaños en juego para renovar la Asamblea Nacional, según los resultados finales publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Preguntado sobre la posición que debería adoptar España respecto a la situación de Gibraltar ante el Brexit, el portavoz de Unidas Podemos ha subrayado que la prioridad es defender a las familias que viven del campo en las zonas colindates, con "muchísima gente que le cuesta llegar a fin de mes y cuya economía depende de los intercambios comerciales" con el peñón.

También ha reivindicado que España debe estar vigilante de que Gibraltar no se convierta en una "suerte de paraíso fiscal" dentro del continente europeo.