España

Quién mueve los hilos de los disturbios en Ferraz: neonazis y encapuchados con tácticas de guerrilla urbana

Una amalgama de grupos radicales reventó la concentración de Ferraz contra la amnistía. Están coordinados y saben cómo actuar para plantar cara a los 'antidisturbios'

“¡Soy nazi, soy nazi, soy nazi!”. Un individuo vestido de negro, con una chaqueta bomber, alzaba el brazo y hacía el saludo nazi ante la Policía. Enardecido tras más de una hora en primera línea de las protestas de Ferraz, plantaba cara a una señora septuagenaria que se atrevió a reprender a los encapuchados que amenazaban con reventar la concentración contra la amnistía.

  • “¡Aquí, aquí, aquí están los nazis!”, gritaba la mujer, reclamando la atención de la Policía y de los medios de comunicación.
  • “¡Soy nazi, soy nazi!”, gritaba de nuevo el individuo.

Los grupos radicales tomaron la cabecera de la manifestación de la calle Ferraz desde los primeros compases de la protesta. "España no se vende. Resistencia social", era el lema de la pancarta que estaba desplegada en el límite del cordón policial protegido por las vallas que colocaron los antidisturbios. Los responsables de la misma eran los militantes de 'España 2000'.

Este partido fue fundado en 2002 por José Luis Roberto y nació con el objetivo de "reunificar el patriotismo en España". Un partido ultra cuyos miembros estuvieron alentando los insultos hacia los efectivos de seguridad que custodiaban la zona.

En varias ocasiones, los mandos del operativo se dirigieron hacia sus integrantes para que cesaran sus actitudes violentas. También los manifestantes recriminaron sus actos. Una acción que fue inútil ya que, de muy malos modos, retiraron a los críticos de la primera línea de acción.

Otros de los grupos que no se escondieron fue 'Hacer España' con una pancarta: "España no paga a traidores. Amnistía no". Esta formación, que está ganando terreno en los últimos tiempos, ha organizado charlas donde se hacen una pregunta: "¿Cómo podemos trabajar para lograr la victoria nacionalsocialista en nuestro tiempo?".

En esa primera línea también se vio una bandera que rezaba 'Nacional Sindicalista' y otra de 'DNJ'. De forma recurrente se escuchaban cánticos como el Cara al Sol, o proclamas como “España una, España grande, España libre”.

Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli también destacan la presencia de los radicales de Hogar Social. Sus miembros, precisamente esta semana, fueron absueltos por el ataque de la mezquita de la M-30.

Captan por redes sociales

Todos estos grupos se organizan y captan a través de redes sociales. Su plataforma favorita es el 'Telegram' por la codificación que dispone para ocultar sus planes. A través de esta aplicación de mensajería lanzan consignas a sus miles de seguidores. También tienen cuentas paralela, que manejan sus propios miembros pero ocultan su origen, donde planifican las acciones a desarrollar en las protestas.

Encapuchados y saludos nazis en la primera fila de las protestas de FerrazEFE

Y en medio de esa amalgama de colectivos radicales hizo su aparición Isabel Peralta, miembro activo de los neonazis de 'Bastión Frontal'. Estos ultras han sido detenidos de forma reiterada por la Policía Nacional por delitos tales como lesiones o tráfico de drogas.

Peralta se subió a un puesto de tabaco para hacer de forma reiterada el saludo nazi, algo que fue abucheado por los asistentes. Esta joven fue investigada por la Fiscalía por un delito de odio en un discurso de marcado carácter antisemita.

Tácticas de guerrilla urbana en Ferraz

Se trata de grupos monitorizados por los servicios de información debido a su radicalismo. Fuentes policiales consultadas por Vozpópuli destacan que su modo de actuar coincide con el de otros grupos antisistema, de ideología aparentemente opuesta, que han protagonizado disturbios en otros puntos de España, como ocurrió en Cataluña tras la sentencia del procés o en el referéndum ilegal de 2017, o en el transcurso de partidos de fútbol de alto riesgo ante la presencia de colectivos ultra.

El punto en el que coinciden es que emplean tácticas de guerrilla urbana. Es de sobra conocido el manual Black Bloc, que da directrices sobre cómo enfrentarse en las calles a las fuerzas de seguridad. La norma principal pasa por vestir de negro, para dificultar la identificación individual, con una prensa que cubra el rostro y ropa cómoda, para correr sin ningún impedimento.

Este martes, en las inmediaciones de Ferraz, se congregaba una densa amalgama de personas que protestaban contra la amnistía. Entre los asistentes llamaba la atención la presencia de los encapuchados, que poco a poco fueron tomando posiciones en la primera línea, frente al vallado que salvaguardaban los agentes de la UIP.

Las tácticas de guerrilla urbana también detallan cómo provocar a los agentes de la autoridad, con una estrategia creciente de insultos, lanzamiento de objetos e intentos de rebasar el cordón policial: precisamente la cadena de acontecimientos que se vivió este martes en el cruce entre las calles Ferraz y Marqués de Urquijo.

A renglón seguido, y una vez provocada la carga de los agentes, los encapuchados tratan de dispersarlos, corriendo por diversas calles colindantes. El punto crítico en las protestas de anoche fue la calle Marqués de Urquijo, en dirección al Parque del Oeste: 300 metros donde los radicales plantaron la mayor de las batallas. Pero también enfilaron la misma calle Marqués de Urquijo en sentido opuesto, hacia la calle Princesa, y por las diversas vías que atraviesan Ferraz.

Agentes de la UIP en las protestas de FerrazEFE

¿Y con qué plantar batalla a los agentes? Vozpópuli pudo comprobar cómo algunos de los encapuchados traían consigo objetos contundentes para arrojar a los miembros de la UIP, como pilas de gran tamaño o baterías. Pero principalmente se sirven de cualquier elemento que encuentren en la vía urbana.

Los contenedores de basura ofrecen un doble servicio a los radicales: su contenido, principalmente las botellas de vidrio, se convierten en un arma arrojadiza, mientras que el recipiente, prendido en llamas, sirve de barricada improvisada para impedir el acceso de vehículos policiales. También arrojaron adoquines y reventaron todo mobiliario urbano, como señales de tráfico o cubos, para agredir a los agentes.

La batalla campal que se vivió este martes en Ferraz reunía todos los elementos de coordinación necesarios para plantar cara a la Policía y sembrar el caos en el corazón de Madrid, reventando con tácticas de guerrilla urbana las protestas contra la amnistía.

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