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España

Yolanda Díaz sacrifica a los sindicatos en El Prat para construir su liderazgo nacional

La ministra de Trabajo silencia las protestas de parte de los representantes de los trabajadores y ofrece una solución transversal que aplaza 'sine die' la solución de la cuestión

Yolanda Díaz sacrifica a los sindicatos en El Prat para construir su liderazgo nacional
Yolanda Díaz visita el espacio protegido de la Ricarda de El Prat de Llobregat. Europa Press

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presumió el pasado jueves de haber jugado un papel importante en la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez de frenar la ampliación del aeropuerto de El Prat. Aena presentó un proyecto que incluía la creación de miles de empleos (unos 180.000, según los documentos oficiales), ante una inversión pública de 1.700 millones de euros para crear una nueva terminal y ampliar las instalaciones del aeródromo. Los sindicatos se encuentran divididos, mientras que la ministra ha dado prioridad al tándem con Ada Colau para no perder su perfil de izquierda ecologista.

En el encaje de política y economía, la ministra de Trabajo se ha decantado por el primer factor. Hace días, se supo que Díaz preparaba una visita con la alcaldesa de Barcelona en el área del delta del Llobregat, donde debía ampliarse la pista del aeropuerto. Este viaje no era baladí. Reflejaba la decisión de la ministra de apostar por la cuestión ecologista por encima de un macroproyecto estatal destinado a convertir a Barcelona en un pequeño hub para los viajes intercontinentales entre América y Europa.

Fuentes sindicales sostienen que existe malestar por la decisión de la ministra de dar prioridad al ecologismo que a la creación de empleo. El sector aeroportuario es el que más incómodo se siente tras lo ocurrido, aunque es cierto que donde sí se registra respaldo hacia Díaz es en las secciones locales del Llobregat.

La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, señaló que la ampliación del Prat generará 45.000 nuevos empleos directos, que con los indirectos y los que se derivan de las actividades económicas vinculadas a los viajeros, puede alcanzar los 180.000. A nivel sindical reducen estas expectativas, aunque admiten que inevitablemente un proyecto de semejante envergadura tiene un impacto positivo en el mundo del trabajo. En el proyecto de ampliación del Prat, de hecho, se incluía un nuevo parque empresarial y logístico, cuya impacto iba a ser de más de 20.000 puestos de trabajo. Y cabe recordar que el proyecto incluía ampliar la red de alta velocidad hasta los aeropuertos de Reus y Girona.  

'Divide y vencerás' del PSC

El secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, ha reclamado la reapertura de las negociaciones entre los Gobiernos catalán y español "fuera de la batalla política partidaria". Pacheco respalda la petición de “sostenibilidad” por la que aboga Díaz, y pide que el proyecto se retome con más protagonismo de los sindicatos.

A nivel técnico, sin embargo, algunos promotores de la iniciativa (incluso los cercanos a los sindicatos) sostienen que es falso decir que se puede rediscutir en el futuro más inmediato, entre otras cosas porque el Dora, el documento de regulación aeroportuaria se debe aprobar cada cinco años, lo que obliga en 2021 a fijar la estrategia hasta 2025. Y remarcan la viabilidad de los diseños y las directrices actuales de AENA. Además, recuerdan que el delta natural del Llobregat ya se movió durante la ampliación del puerto de Barcelona, y que ahora se haría lo mismo. La parcela protegida, además, es de propiedad privada y por lo tanto no es de libre acceso para todos los ciudadanos.

En el trasfondo de la polémica se halla el PSC, que ha criticado duramente la posición del gobierno de Generalitat. Pere Aragonés ha acusado a Pedro Sánchez de "chantaje", mientras que el líder de los socialistas catalanes Salvador Illa ha hablado de "ambigüedad" del Govern. Los socialistas, según fuentes de Unidas Podemos, están intentando aprovechar las divisiones entre JuntsXCatalunya y ERC en este asunto, puesto que el centro-derecha catalán y socio de gobierno de ERC quiere que se desbloquee el proyecto.

Díaz y el perfil ecologista

Díaz, que tiene una buena relación con el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha logrado poner en cuarentena las protestas. Ni Comisiones Obreras ni UGT han hablado con contundencia sobre lo ocurrido, si bien las fuentes consultadas admiten que existe malestar. Y señalan que en este caso, se puede dar cierta convergencia con la CEOE. Sin embargo, la ministra de Trabajo ha mantenido tras el frenazo del Gobierno: "Es una gran noticia que se conserve intacto el espacio natural de La Ricarda y se replantee la ampliación del Prat en plena emergencia climática. Estoy segura de que con diálogo y colaboración lograremos avanzar en propuestas de futuro, que apuesten por la movilidad sostenible".

El hecho es que Díaz se ha mostrado en toda la operación favorable a respaldar a Ada Colau, que defiende salvaguardar el entorno del Llobragat. La alcaldesa había hablado de un modelo "desarrollista" que "repite los errores del pasado". Y el pasado jueves ha agradecido el trabajo “activo” y “discreto” de la ministra para frenar la ampliación del Prat.

Colau ya afirmó en agosto que había trasladado a Yolanda Díaz sus preocupaciones, y mantenido que la ministra "lo veía igual". El caso de la ampliación del Prat demuestra así la fortaleza de la entente entre la ministra y al alcaldesa, que llevan meses dialogando y que en Podemos creen que están trabajando para crear una nueva plataforma política que puede incluso superar a la formación morada.

Colau no quería que fuerzas independentistas como ERC o la CUP le adelantaran en el segmento del ecologismo. “Fue un chicken game, al que tanto ERC como los Comunes entraron sin debatir ni siquiera internamente las cuestiones técnicas”, reprochan sectores del partido de Colau que califican de “ideológica” la postura del partido. Y en esa misma posición se ha instalado Díaz, que busca construir una nueva imagen de política nacional para, según algunas fuentes moradas, crear una plataforma con alianzas regionales (entre ellas Colau) que obliguen a Podemos a integrarse en posición subordinada.

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