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España

Desaparecen los tirantes de España que motivaron el asesinato de Víctor Laínez

Rodrigo Lanza, acusado del asesinato

Unos tirantes con la bandera de España fue el desencadenante de la agresión mortal de un antisistema llamado Rodrigo Lanza a Víctor Laínez en el bar Tocadiscos de Zaragoza el pasado 8 de diciembre. Al menos esa es la versión que asumió como válida la jueza, que envió a la cárcel al presunto agresor. No obstante, dos meses después del suceso, el paradero de los tirantes sigue siendo una incógnita. No aparecen, según reconocen a Vozpópuli fuentes oficiales de la Policía Nacional de Aragón.

Este periódico recibió esta explicación tras tener acceso a un correo electrónico remitido por la Brigada Provincial de Información a los servicios sanitarios que atendieron a la víctima aquella noche. En esa comunicación, fechada tan sólo ocho días después de la agresión en el bar, los agentes solicitaban “por ser necesario para las investigaciones” que se les facilitasen “las ropas que portaba” Laínez en el momento de sufrir la agresión. “En particular se solicita la remisión de los tirantes que portaba el filiado anteriormente”, destacaba el correo titulado “Pertenencias de Victoriano Laínez Montane”.

Correo electrónico de la Policía solicitando los tirantes al 061

Tanto las fuentes policiales oficiales como de la propia investigación consultadas por este periódico admiten que los tirantes nunca aparecieron. Desde los servicios sanitarios les argumentaron que en ese momento se despojó al agredido de sus ropas y que, de existir los tirantes, se debieron extraviar en el marco de esas tareas. En ese momento de desconocía que entre la ropa de la víctima pudiese estar el móvil de la pelea.

Se trata del elemento principal tal y como dejó claro la nota de prensa oficial del Tribunal Superior de Justicia de Aragón cuando la magistrada del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza encarceló a Rodrigo Lanza. El comunicado llevaba por título:  “La juez decreta prisión para el hombre investigado por agredir a otro por llevar tirantes con la bandera de España”.

Dos testigos afirman que los vieron

En su auto argumentaba que Lanza “podría haber dado muerte a Victorino movido por los motivos relativos a la ideología de la víctima tras haberle recriminado o llamado la atención por el simple hecho de portar, en el legítimo uso de su libertad personal, unos tirantes con los colores de la bandera española”.

La no aparición de los tirantes deja abierta la incógnita de si realmente Laínez llevaba o no la característica prenda. Según la investigación, la primera vez que aparece la clave de los tirantes fue cuando los primeros agentes del grupo Centella 11, de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR), se personaron en el bar y recabaron los primeros testimonios. “Según los testigos comunican a los efectivos policiales, el motivo de la agresión ha sido porque el agredido llevaba unos tirantes con la bandera de España”, dice el atestado de la intervención.

En concreto, fue el propietario del bar Ángel A.R. quien detalló a los policías que Laínez antes de ser golpeado le comunicó que Lanza “le había dicho ‘fascista’ por el hecho de llevar unos tirantes de la bandera nacional” (si bien no precisó haberlos visto). Más exacto fue uno de los clientes, llamado Jorge R.S., que en ese momento estaba en el bar y que sí declaró que “la víctima llevaba los tirantes de la bandera de España y cuando le atendían sus compañeros vieron que en su móvil llevaba el águila del régimen de Franco”. La misma versión trasladó otro de los presentes, Raúl José B.F.

Conocían su ideología de extrema derecha

En el marco de las pesquisas declararon nueve personas, incluyendo los tres acompañantes del agresor. Una de las chicas que iba con Rodrigo Lanza, Marta N.A., expresó por su parte que la víctima "se suele mover por otros bares con tirantes con la bandera de España", sin llegar a especificar si la noche de los hechos los llevaba.

Pese a este contratiempo en la investigación, hay más indicios contra el único investigado para apuntalar la acusación, no sólo de la agresión -los testigos le identificaron en sede policial-, sino también de la motivación ideológica que servirá de agravante en el previsible juicio. Esa es la tesis que sostienen tanto los testigos como los acompañantes de Lanza cuando afirman que conocían previamente la ideología "falangista" o "neonazi" del fallecido.

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