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España

El retraso en la investigación a Juan Carlos I hace que prescriba su posible peor delito fiscal

El rey Juan Carlos I y Corinna.

La Fiscalía española ha recibido recientemente parte de la información referente a la investigación que las autoridades suizas está realizando sobre el presunto blanqueo de dinero y cobro de comisiones que podrían suponer un delito del rey Juan Carlos I, tal y como publicó Vozpopuli este lunes. El problema para la justicia española es que el delito fiscal de 2014 prescribió este 1 de julio y, sumado a la inviolabilidad del emérito antes de su abdicación, dificulta cualquier investigación al exmonarca.

La abdicación de Juan Carlos, en junio de 2014, es la clave para que el emérito se pueda librar de la justicia. Antes nadie podía investigar ni preguntar al Rey por ninguno de estos asuntos. Su inviolabilidad era entonces su mejor escudo ante cualquier posible delito.

Tal y como explica El Confidencial, la Fiscalía Anticorrupción vio indicios de delito fiscal y de blanqueo. El problema es que no queda nada claro si una vez que abdicó como rey, Juan Carlos I sigue siendo inviolable o no. Los letrados del Congreso consideran que lo sigue siendo; la Fiscalía, de momento, no lo interpreta así.

El mismo medio explica que el delito de blanqueo es muy complicado de acreditar porque no se puede investigar el origen del mismo (para ser delito tiene que ser de origen ilícito) al haber tenido lugar antes de junio de 2014. Como mucho, Juan Carlos I "podría tener un problema fiscal, sea una infracción o delito fiscal", indica Pablo Molina Borchert, abogado experto en delito fiscal, a El Confidencial.

Posible delito fiscal de Juan Carlos I

Ese delito fiscal vendría porque el emérito no declaró en su renta tener dinero en suiza, ni sus propiedades en el extranjero, ni sus rendimientos. Estaba obligado a declarar todo ello, incluidas cantidades superiores a 120.000 euros. Pero al realizar la ya famosa donación a Corinna, en 2012, el emérito no podrá ser juzgado en España por esos 65 millones.

Pero a pesar de entregarle ese dinero a la que fuese su amante, Juan Carlos I sí podría haber disfrutado de los pisos u otros gastos que Corinna podría haber pagado con los 65 millones de euros donados por el Rey. Pero si hubiese habido algún delito fiscal por parte del emérito en el año 2014, se habría cometido el 30 de junio de 2015, momento en el que tendría que haberlo incluido en su declaración de la renta. El problema llegó el 30 de junio de este año, momento en el que ese delito dejó de ser perseguible. Un día después de que la Fiscalía suiza enviara a España parte de la documentación del caso. Y al ser una investigación del fiscal, la prescripción no queda interrumpida.

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