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España

Dante Canónica, el custodio de “la bomba de relojería” del rey emérito

Arturo Fasana.

El mero hecho ver el nombre de Dante Canónica en los medios de comunicación habrá generado inquietud en algunas fortunas españolas e internacionales. Es un habitual de los casos de corrupción de los últimos años por su experiencia a la hora de mover dinero y gestionar fondos, principalmente en Suiza. Su nombre ya salió en el marco de la investigación de la trama Gürtel y reaparece ahora como protagonista imprescindible de la causa por las presuntas comisiones el Ave a La Meca que afecta al rey Juan Carlos I.

El nombre de Canónica ha estado habitualmente ligado a Arturo Fasana. Y su secreto mejor guardado era la lista de clientes que figuraba en la llamada cuenta Soleado, objeto de deseo de investigadores y periodistas. Era una cuenta radicada en Suiza e investigada en el marco de la operación Gürtel. Su lista completa de clientes sigue siendo una incógnita a día de hoy, si bien siempre se sospechó que su nombre hacía alusión a España y que en ella se escondían grandes fortunas españolas. 

Esta cuenta estaba ligada a la empresa de gestión de patrimonios Rhône Gestion SA. La Audiencia Nacional sólo obtuvo en su día autorización para investigar lo relacionado con Gürtel, pero en los registros mercantiles constan relaciones entre los responsables de Rhône Gestión y algunos empresarios como, por ejemplo, Los Albertos (Alberto Cortina y Alberto Alcocer).

Señalado por Corinna

Corinna reveló al comisario Villarejo en 2015 que el rey tenía cuentas en un banco suizo a nombre de su primo Álvaro Orleans de Borbón, pero en su relato arrojó además un nombre clave, el de Dante Canónica. Según dijo Corinna, actuaba como abogado del rey y fue el muñidor de la operación con la que acabaron adquiriendo a su nombre y sin consultarle la finca de Marrakech. Aseguró al comisario Villarejo que conoce a todos los que operan con el rey emérito. 

Hoy El Español publica la declaración que prestó como imputado de este personaje clave en la investigación. Ante el fiscal Ives Bertosa contó que  Juan Carlos I encargó en Zarzuela "crear una estructura" para ingresar en Suiza el dinero que el rey iba a recibir de Arabia Saudí. Él mismo Canónica añadió que el rey concibió este ingreso como una “bomba de relojería” del que quería deshacerse. 

"Conocí a Juan Carlos I en Madrid con Arturo Fasana en el Palacio de la Zarzuela. Nos explicó que su amigo, el antiguo rey de Arabia Saudita, quería hacerle una importante donación. Le pregunté cuánto dinero. Me respondió que no lo sabía", dijo ante la Fiscalía suiza que ya ha mandado a España parte de la documentación solicitada por medio de una comisión rogatoria.

De Soleado a Solare

No obstante, Canónica defiende que no era opaca la estructura que crearon, algo que le ofrece más dudas al fiscal suizo, que le mantiene imputado dos años después de su testimonio. La fortuna que recibió el rey desde Arabia Saudí acabó en manos de Corinna Larsen. Canónica refrendó la versión exculpatoria para su cliente: “Me confirmaron en numerosas ocasiones que se trataba de una donación irrevocable. De hecho, cuando se ven los gastos hechos por Corinna en la cuenta Solare en el banco Gonet en Bahamas se constata que está gastando este dinero para ella, a un ritmo constante", dijo.

El propio Álvaro de Orleans también admitió sus relaciones con el omnipresente Canónica a la hora de gestionarle los fondos de Suiza. “Pregunté por el nombre de un buen gestor y me dieron el de Arturo Fasana y él me recomendó al abogado Dante Canónica. Hay un director que es quien firma y administra, el señor Canónica. Y un asesor de inversiones, en este caso Arturo Fasana. Ha sido así desde el principio”, dijo en una entrevista para El País la persona a la que Corinna Larsen señaló como testaferro del monarca.

El nombre de Canónica aparece junto al de Fasana tanto en la documentación de Zagatka como en la de Lucum. Son las dos fundaciones radicadas en el extranjero en las que el rey figuraba como beneficiario y que motivaron que Felipe VI anunciase en marzo que renunciaba a la herencia de su padre y la retiraba la asignación que le corresponde como miembro de la Casa Real.

“Cuando se creó Lucum (en cuya cuenta se ingresaron los millones de Arabia Saudí) redactamos un reglamento de la fundación que fue refrendado por el rey". En él "se designaba al actual rey Felipe VI como heredero en el caso de la muerte de Juan Carlos I", reconoció este abogado ante el fiscal.

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