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España

Villegas miente: no cumplió el protocolo de Sanidad al vacunarse

Manuel Villegas, en el centro de la imagen.

"Soy sanitario de segunda línea y pertenezco al grupo tres, como marca el Ministerio". Así ha tratado de justificar el consejero de Salud de Murcia, Manuel Villegas, haber sido vacunado antes que, por ejemplo, personas mayores de 90 años que vivan en sus casas. Villegas se escuda en el protocolo del Ministerio de Sanidad, pero la realidad es que este tampoco justifica la vacunación del consejero. 

Villegas es cardiólogo, pero desde que fue nombrado consejero en 2017 no ejerce la profesión, como es lógico. El protocolo del Ministerio de Sanidad subraya que "esta primera etapa la vacunación se centrará solamente en el personal que de manera específica realiza actividades que exigen contacto estrecho con personas que puedan estar infectadas por SARS-CoV-2, es decir, en función del riesgo de exposición y transmisión". 

La Estrategia de Vacunación es clara cuando señala que no está justificada la vacunación de todos los sanitarios en esta primera fase. Aquellos que no mantengan un contacto estrecho con pacientes de covid serán vacunados más adelante: "Se valorará la vacunación de las personas de este grupo que no se vacunen en la primera etapa en las etapas siguientes, como personal esencial de primera línea u otro personal esencial".

El consejero de Salud murciano no puede ser considerado un sanitario en primera o segunda línea contra el coronavirus. El protocolo de sanidad tampoco permite la vacunación de su esposa, María Teresa Martínez Ros, directora general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano, que, como ha adelantado Vozpópuli, también fue vacunada junto a otros 400 funcionarios de la consejería. 

La carrera por las vacunas

Algunos expertos en Salud Pública consultados por este diario consideran que detrás de esta maniobra se encuentra el deseo de "ser los primeros en la carrera por ver quién pone más vacunas". Este objetivo ha llevado a las comunidades autónomas a priorizar la vacunación de los profesionales sanitarios por delante de las personas más vulnerables, como lo son las personas mayores de las residencias. 

"Es mucho más rápido poner vacunas en un hospital al personal que vacunar en las residencias. Como solo les importa la foto se prioriza el poner cuanto antes las vacunas en vez de ponérselas a los que realmente las necesitan", denuncia un profesional de Salud Pública que prefiere guardar el anonimato. 

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