El liderazgo de Diana Morant en el PSOE valenciano está en el mismo punto de indefinición desde que llegó a la secretaría general (primero con el congreso extraordinario y ratificada en el ordinario). La DANA del pasado 29 de octubre obligaba a dar un paso hacia adelante en la estrategia de oposición a Mazón que la ministra no ha acabado de dar. Los anuncios públicos de posicionamientos del PSPV respecto a cuestiones capitales han cambiado continua y, a veces, radicalmente.
Es el caso del apoyo a los Presupuestos de la Generalitat Valenciana para este año y de la presentación de una moción de censura contra el presidente valenciano donde Morant ha resituado su discurso en varias ocasiones y con resultados contrapuestos, por lo que ha generado cierta desazón entre sus propios compañeros.
El apoyo inicial
La semana posterior a la riada, el pasado 7 de noviembre, la ministra hizo un ejercicio de política de antaño (de ensayar los consensos) y aseguró que los socialistas valencianos apoyarían los Presupuestos autonómicos, incluso si el PP no hacía lo propio con los Presupuestos Generales del Estado.
Diana Morant consideraba que las cuentas para este año eran clave para la recuperación económica de las zonas afectadas y eso justificaba dar ese paso de "generosidad" como lo definía. Había, entonces, que atender y priorizar las necesidades de los ciudadanos, "hacer una oposición constructiva" y trabajar con el presidente de la Generalitat para que incluyera "de manera adecuada toda la ayuda que necesitan los vecinos y vecinas afectadas".
La comparecencia en las Cortes
Ese posicionamiento en el que el PSOE valenciano secundaba a Morant se diluyó apenas una semana después. La comparecencia de Carlos Mazón en las Cortes Valencianas el 15 de noviembre truncó ese espacio de responsabilidad, generosidad y diálogo anunciado por la política gandiense quien pasó a garantizar el apoyo de los 31 escaños socialistas sólo si Mazón era destituido.
La colaboración se esfumaba y el apoyo del PSOE valenciano llegaría en el caso de que Feijóo optara por forzar la salida de Mazón y se procediera a elegir "un presidente con capacidad técnica y experiencia de gestión".
Este giro de guión ya causó las primeras críticas por el cambio de posición tan radical. Además, la líder socialista añadía que había que convocar elecciones anticipadas a lo largo de 2025 "para dar voz a la ciudadanía".
Inasumible para el PP
Las exigencias, lógicamente, no han sido atendidas por el PP nacional y la continuidad de Mazón en el cargo ha dado pie en las últimas semanas a que Morant realizara otro anuncio de calado. El 28 de febrero pasado analizaba la situación de la Generalitat Valenciana encabezada por Carlos Mazón y aseguraba con rotundidad que "no descarto presentar una moción de censura".
Una expectativa que no se ha cumplido y que tal y como avanzó Vozpópuli Morant ha descartado. De esa moción de censura, ha pasado a lo que denomina el "plan B" –que ayer concretó tras la ejecutiva nacional celebrada en la sede del PSPV en Valencia– y que se basa en lo mismo que explicó el 15 de noviembre: "Queremos votar". La petición de elecciones anticipadas es como un brindis al sol, ya que es una prerrogativa exclusiva del propio Mazón.
La secretaria general del PSPV, pese a todo, entiende que su partido se debe volcar ahora en esta estrategia por ser "la solución más democrática” e insiste en que la moción de censura "sólo generaría frustración, es perder el tiempo". Exigir votar ahora es también pero Morant no lo considera igual.
No capitalizaría la moción
Hay quien ve en el PSOE valenciano, por contra, que la moción sí sería útil para aumentar la presión sobre Mazón y que la verdadera razón para no impulsarla es que Morant no es diputada autonómica y no capitalizaría esa iniciativa parlamentaria.
Este último viraje de la ministra no ha calado entre sus compañeros y las fuentes consultadas por este medio aseguran que, pese a que en la ejecutiva respaldaron su decisión, la realidad es que el nivel de las críticas ha subido.
Primero porque los alcaldes de las zonas más afectadas quieren mano dura con Mazón y no hubieran visto con malos ojos aumentar la presión sobre él aún a sabiendas de que esa iniciativa está condenada al fracaso al al no tener los votos suficientes. "Es una cuestión de principios" aseguran y creen que Morant ha sido muy "timorata" a la hora de plantar batalla a Mazón.
Compromís, los alcaldes y Bielsa
Además, se da la circunstancia de que Compromís ha sido mucho más directo desde el principio y no ha variado su posición pidiendo al PSOE que presentara esta moción de censura en las Cortes Valencianas (ya que ellos no pueden al no tener el número mínimo exigido de diputados). El temor entre los alcaldes socialistas es que los nacionalistas puedan 'vender' mejor su oposición a Mazón entre sus vecinos que el propio PSOE.
La postura de Morant "de cálculo político" es opuesta a la que el secretario general del PSPV de la provincia de Valencia y portavoz en la Diputación, Carlos Fernández Bielsa, mantiene en la corporación provincial. Considera que el actual presidente “Vicente Mompó se ha convertido en el portavoz del peor gobierno autonómico de la democracia, irresponsable, indigno y negligente", por lo que anima a presentarle una moción de censura. Compromís le apoya pero falta una firma que es la de Ens Uneix y esa no la puede conseguir.
Pese a ese fracaso garantizado, Bielsa dice abiertamente que presentaría una moción de censura a Mompó. Morant, por su parte, defiende que no dan los números y considera "estéril" esa opción.
Al margen de los alcaldes y la dirección provincial también hay colaboradores cercanos de la ministra que dudan de estos giros de guión que "desorientan" a la militancia y dificultan la proyección de Diana Morant, a la par que alimentan a quienes están azuzando desde dentro la posibilidad de que Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno, pudiera ser la candidata a la Generalitat en 2027.