Puig y Mazón se disputan el voto de la sequía con el decreto de Sánchez y el PHN de Feijóo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, han dado armas electorales a sus candidatos en la Comunidad Valenciana para que entablen una batalla por el voto de la sequía que puede ser un factor muy a tener en cuenta en las urnas.

Ximo Puig y Carlos Mazón se juegan en Alicante un buen número de escaños y la necesidad de agua ha entrado en la campaña electoral con fuerza.

El presidente valenciano está utilizando el decreto contra la sequía que ha aprobado el Gobierno de España esta semana con ayudas al sector agrario por valor de 784 millones de euros, como una carta de presentación ante quienes están sufriendo los rigores de la falta de lluvias.

Sólo repite Puig

La gestión es lo que exhibe Puig tanto a nivel autonómico como nacional y las ayudas en el ámbito fiscal, financiero y socio-laboral para agricultores y ganaderos contribuyen a esa imagen que el candidato socialista a la reelección quiere conformar en estas dos semanas que restan hasta el 28-M.

Para Puig, que es el único candidato a la Generalitat que repite respecto a 2019 –PP, Ciudadanos, Compromís, Vox y Podemos han cambiado de cabeza de cartel– es fundamental establecer una distancia con quienes acaban de llegar al primer peldaño de la batalla autonómica.

Es algo positivo que se hayan declarado prioritarias las actuaciones destinadas a lograr la reutilización del agua procedente de las depuradoras alicantinas de Rincón de León, Monte Orgegia y Torrevieja Costa Ximo Puig

Ha tildado este conjunto de medidas del Gobierno como un "paso adelante" para garantizar el agua en la Comunidad Valenciana y valora como que es "algo positivo que se hayan declarado prioritarias las actuaciones destinadas a lograr la reutilización del agua procedente de las depuradoras alicantinas de Rincón de León, Monte Orgegia y Torrevieja Costa.

En su línea argumental Puig también defiende que el acuerdo conde gestión con Acuamed implicará "el envío inmediato de agua a través del trasvase Júcar-Vinalopó", al tiempo que "se cambian también las normas de reutilización de agua para favorecer su uso por parte de los agricultores y se flexibiliza la aplicación de la PAC".

Tiene más difícil el presidente valenciano mantener esa homogeneidad con el Gobierno en lo que respecta al tijeretazo al trasvase Tajo-Segura que aumenta su caudal ecológico según el acuerdo del propio Ejecutivo y que Puig hubo de recurrir ante el Supremo.

Esa decisión, de hecho, provocó la manifestación de miles de regantes y agricultores en Madrid a principios de año, en una movilización que se mantiene viva en los territorios más afectado por la sequía y el avance de las zonas desérticas.

Mazón se acerca a las familias

Este es el flanco que Carlos Mazón ataca para tratar de paliar el sufrimiento de las 35.000 familias que dependen de este trasvase en el sur de Alicante. A la pertinaz sequía en el campo alicantino se suma la reducción del agua que llegará a través del Tajo-Segura y la situación empieza a ser crítica.

El agua que debe llegar por el trasvase Tajo-Segura debe hacerse en base a las decisiones de los técnicos y no a lo que determinen los políticos Carlos Mazón

Mazón ha sido claro en sus argumentos y asegura que "el agua que debe llegar por el trasvase Tajo-Segura debe hacerse en base a las decisiones de los técnicos y no a lo que determinen los políticos".

La Comunidad Valenciana es junto a Murcia y Almería la huerta de España y hay en riesgo miles de puestos de trabajo, además de un problema ecológico de primer orden con la muerte de miles de árboles que acelerarían el proceso de desertización que ya se deja notar en estas zonas del país.

Alberto Núñez Feijóo lo tiene claro y pese a que el conflicto hídrico en España se remonta a varias décadas quiere acabar con la insolidaridad en el reparto de un bien escaso pero de primera necesidad.

El arma que el líder del PP le ha dado a Mazón es la recuperación del Plan Hidrológico Nacional. Para Feijóo el decreto de sequía no pasa de ser "un mero titular de campaña" porque en realidad harían falta 40.000 millones de euros en inversiones hídricas para hacer frente a las consecuencias de la sequía.

Carlos Mazón comparte ese escenario en el que se cree una Autoridad Nacional del Agua y un Plan de Mondernización para no perder, por ejemplo, el 20% del agua por culpa de las tuberías en mal estado.

El candidato del PP a la Generalitat tiene claro que "los trasvasases son necesarios" porque en cualquier país se lleva agua de donde hay más hacia donde hay menos. Para Mazón lo que ha hecho el Gobierno con el Tajo-Segura es "una agresión en toda regla a los alicantinos" y espera que un debate técnico y sosegado pueda sacar del debate político un asunto que considera de "máxima urgencia".